El chiste somos nosotros
DAVID BITTAN OBADIA. En los años ’70, ’80 y ’90 los chistes de gallegos, italianos, portugueses y judíos nos hacían reír. Pareciera paradójico que, al día de hoy, los italianos, españoles, portugueses y judíos sean quienes avanzaron en el mundo y nosotros, los venezolanos, dimos agigantados pasos haciael retroceso, dañando el logro de la migración excepcional.
DAVID BITTAN OBADIA
En los años ’70, ’80 y ’90 los chistes de gallegos, italianos, portugueses y judíos nos hacían reír.
Pareciera paradójico que, al día de hoy, los italianos, españoles, portugueses y judíos sean quienes avanzaron en el mundo y nosotros, los venezolanos, dimos agigantados pasos haciael retroceso, dañando el logro de la migración excepcional, que recibimos entre los años ´50 y´90, pero lo peor no es eso: lo trágico es haberles abierto las puertas, sin controlalguno, a otros “muy raros” quienes llegaron luego, sin aportar nada bueno; Personas que se hacen venezolanas sin hablar español ysin que tengamos noción alguna acerca de su pasado, ni de su verdadera identidad.
En la desesperanza de nuestros días, nos hemos convertido en un auténtico problema para los países a los cuales estamos llegando, nos hemos convertido, sin querer, en una mezcla de emigrantes y refugiados, provocando un gigantesco tsunami social.
Somos hoy la principal comunidad de extranjeros legada en corto tiempo, en países como Panamá, República Dominicana, Argentina, Chile y Perú, entre otros, lo que representa un evento inesperado, amén de una importante carga económica.
Resulta cruel ver a tantos profesionales en el exilio haciendo lo que sea sobrevivir para mandar alguito a los suyos . Hay un trozo invisible de este mundo que pareciera olvidado: los emigrantes venezolanos;
Las remesas en Venezuela se convertirán en una fuente de ingreso importante, lo cual puede hacer que el sistema siga alimentándose con muy poco oxígeno, avivando el “circulo vicioso”.
Hoy somos blanco de la trata de personas, del tráfico humano y muchos son víctimas de la esclavitud moderna. Se nos somete a trabajos con baja remuneración, de excesivas horas laborales. Inclusive los menores de edad se ven afectados.
Lo que tienen que hacer nuestros dirigentes que “ quieren el cambio” es luchar desde adentro para conseguir la consolidación de una verdadera unidad y crear las condiciones necesarias paraevolucionar, teniendo en cuenta que los millones que se fueron representan menos votos para ellos y que aquéllos que se quedaron se encuentran en una especie de letargo: en la resignación.
¡Qué triste que, hoy día, el chiste seamos nosotros!