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Annales

Cuando revisamos los nombres y disciplinas que van a aparecer en el primer número de Annales, constatamos ese principio fundador que hoy llamamos de interdisciplinaridad

  • REINALDO ROJAS

11/02/2019 05:00 am

Después de detenidas reflexiones, dos historiadores franceses, Marc Bloch (1886-1944) y Lucien Febvre (1878-1956), profesores de la Universidad de Estrasburgo, ponen a circular una comunicación en julio de 1928, anunciando a sus colegas de otras universidades la aparición en enero de 1929 de una nueva publicación con el nombre de “Annales d’Histoire Économique et Sociale”. En esa comunicación solicitaban colaboración intelectual para hacer realidad una empresa dirigida a ampliar los estudios históricos más allá de los tradicionales campos de investigación abordados por la historia política. 

El nombre de la revista fue sugerido por Max Leclerc, dueño de la Librería Armand Colin, cuya editorial publicaba la revista Annales de Géographie, dirigida por Albert Demangeon. Contando con esta orientación los dos promotores se dedicaron todo el año 28 a buscar colaboradores y aliados para organizar el núcleo de personas que iba a editar no sólo una de las más prestigiosas e influyentes revistas científicas del siglo XX, sino que, además, iba a darle nombre a una nueva corriente historiográfica universal: la denominada Escuela francesa de los Anales. 

Ya lo sociólogos, recordaba Febvre, contaban con L’Année Sociologique, revista fundada en 1896 por Emile Durkheim, donde sus colaboradores trabajaban con método y rodeados de un espíritu científico que no se apreciaba en las revistas de historia de las que ellos formaban parte. El llamado que el viejo maestro les había hecho a sociólogos e historiadores era estudiar juntos los hechos sociales, con criterio de totalidad, agregando además lo que Henri Berr llamaba el espíritu de síntesis. No más competencia y separaciones entre la historia y las ciencias sociales. Esa va a ser la bandera de Annales. 

 Interdisciplinaridad
Cuando revisamos los nombres y disciplinas que van a aparecer en el primer número de Annales, constatamos ese principio fundador que hoy llamamos de interdisciplinaridad. Veamos. El Comité de Redacción estuvo conformado por el geógrafo Albert Demangeon, el archivista George Espinas, el sociólogo Maurice Halbwachs, el historiador y romanista André Piganiol, el economista Henri Hausser, el historiador belga Henri Pirenne, el economista y abogado Charles Rist, Vice-director del Banco de Francia y el politólogo –diríamos hoy– André Siegfried. En este equipo estaban presentes todas las miradas de lo que más tarde Febvre denominará la Historia Social, como historia total. 

El primer número de la revista aparece en enero de 1929 con una periodicidad trimestral y entre la primera lista de colaboradores el universo intelectual que promueven se abre al infinito, contando con representantes de institutos científicos y universidades de casi toda Europa. De España figura el Profesor Nicolás Sánchez Albornoz, de la Universidad de Madrid, historiador español especializado en la historia de la población en América Latina. 

Allí están, entre otros, el gran historiador de la Revolución Francesa, George Lefebvre, los antropólogos Marcel Mauss y L. Levy-Bruhl, el historiador del capitalismo Henri See, y el británico R. H. Tawney, de la Escuela de Ciencias Económicas y Políticas de Londres. ¿Cómo estuvo estructurado este primer número de la revista? 

Los editores organizaron la revista en tres partes: I) Artículos; II) Vida científica y III) Comentario de libros y revistas. La primera parte se dividió a su vez en periodos históricos: Prehistoria y antigüedad; Edad Media; Tiempos modernos; Período contemporáneo; Cuestiones coloniales; Localización de hechos económicos e Historia de las doctrinas económicas. 

En “Vida Científica” se abordan: 1) La documentación histórica y las encuestas colectivas; 2) Los grandes congresos; 3) Los centros de estudio; 4) Historiadores y economistas y 5) Nuevas corrientes. En la sección “A través de libros y revistas” encontramos los estudios de crítica histórica. 

Hace ya noventa años
La historia, que viene del mito y cuyo conocimiento se centró por siglos en el estudio del pasado, inicia sus andanzas por los senderos de la ciencia en el siglo XIX de la mano del positivismo. Pero es con Annales que se transforma en la “Ciencia de los Hombres en el tiempo”. En la actualidad, la revista fundada por Bloch y Febvre hace ya noventa años, es publicada por la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París, institución creada en 1975 bajo la dirección del historiador Fernand Braudel, discípulo de Febvre, quien a su vez, en 1947, había sido fundador de la VIº Sección de Ciencias Económicas y Sociales de la Escuela Práctica de Altos Estudios, creada por decreto en 1868. Este fenómeno, en Historia de la Filosofía se denomina tradición y, sobre ella, es que se funda una escuela como corriente de pensamiento. 

 enfoques14@gmail.com 

@reinaldorojashistoriador
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