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Venezuela: un pais “sobregirado”

Su presidente sabe que ha perdido el consenso y sin embargo cada semana y en cada oportunidad que se le presente no pierde la oportunidad de hablar para defenderse

  • PAOLO MONTANARI TIGRI

26/01/2019 05:00 am

En la terminologia bancaria el “sobregiro” es la emisión de un cheque cuyo monto exceda el fondo disponibile. Por ejemplo, si yo emito un cheque por 10 millones de bolívares y en mi cuenta tengo solamente a 4 millones, yo me estoy sobregirando por 6 millones. Sin embargo el banco igual puede pagar el cheque siempre y cuando tenga garantías hipotecarias mías o el gerente tenga confianza en mí. De no cumplirse ninguna de las dos condiciones indicadas, el cheque no viene pagado y…rebota. Ahora bien, qué relación tiene -preguntarán ustedes- esa presición bancaria con mi artículo de hoy? Voy a tratar de explicarlo para justificar la analogía entre el “sobregiro” bancario y el sobregiro de este pobre país.

En efecto, frente al deterioro de la política en Venezuela, frente a la corrupción galopante que en estos últimos veinte años ha alcanzado límites realmente alarmantes, frente a los abusos perpetrados en nombre de una supuesta revolución, frente al empobrecimiento general, en fin frente al desbarajuste económico, laboral y social que se ha producido en el país, las palabras del gobierno surten el mismo efecto que un cheque sin fondos y delante de ese muro de desconfianza y de incredulidad que se ha formado en la mente de los venezolanos “rebotan” al remitente sin dejar huellas ni rastro alguno en el corazón de la gente. Y así como el cheque sin fondo no puede ser convertido en dinero efectivo porque el banco no tiene suficientes garantías, del mismo modo las palabras y las promesas, los acuerdos y las transacciones, los ofrecimientos y los compromisos de este gobierno no encuentran receptividad porque este pobre pueblo, demasiadas veces engañado y desilusionado, le ha perdido la confianza. Y perder la confianza y la fe en el otro, -llámese amigo, esposo o institución- es la cosa más triste que pueda pasar en las relaciones interpersonales.

Por lo general esto sucede cuando una de las dos partes miente, cuando promete y no mantiene, cuando ofrece y no cumple.Y si perder la confianza como consecuencia de un comportamiento negativo es muy facil, volver a adquirirla luego es ¡sumamente difícil! Frente a ese cuadro realmente dramático -porque perder el aprecio y la consideración, máxime si el “otro” es el mismo pueblo es realmente triste- todo intento de defensa para tratar de justificar un comportamiento equivocado, todas las palabras de disculpa sencillamente “rebotan”, cual cheque sin fondo. Y esa, lamentablemente es la situación que ¡está viviendo esta pobre Venezuela!

Su presidente sabe que ha perdido el consenso y sin embargo cada semana y en cada oportunidad que se le presente no pierde la oportunidad de hablar para defenderse, para justificarse, para buscar a quién echarle la culpa, para prometer de nuevo, sus palabras… ya no tienen audiencia, ya no suscitan emociones, ya no encuentran receptividad y por eso, usando una metáfora bancaria… ¡rebotan al remitente!

Desde Italia
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