Venezuela: un pais “sobregirado”
Su presidente sabe que ha perdido el consenso y sin embargo cada semana y en cada oportunidad que se le presente no pierde la oportunidad de hablar para defenderse
En la terminologia bancaria el “sobregiro” es la emisión de un cheque cuyo monto exceda el fondo disponibile. Por ejemplo, si yo emito un cheque por 10 millones de bolívares y en mi cuenta tengo solamente a 4 millones, yo me estoy sobregirando por 6 millones. Sin embargo el banco igual puede pagar el cheque siempre y cuando tenga garantías hipotecarias mías o el gerente tenga confianza en mí. De no cumplirse ninguna de las dos condiciones indicadas, el cheque no viene pagado y…rebota. Ahora bien, qué relación tiene -preguntarán ustedes- esa presición bancaria con mi artículo de hoy? Voy a tratar de explicarlo para justificar la analogía entre el “sobregiro” bancario y el sobregiro de este pobre país.
En efecto, frente al deterioro de la política en Venezuela, frente a la corrupción galopante que en estos últimos veinte años ha alcanzado límites realmente alarmantes, frente a los abusos perpetrados en nombre de una supuesta revolución, frente al empobrecimiento general, en fin frente al desbarajuste económico, laboral y social que se ha producido en el país, las palabras del gobierno surten el mismo efecto que un cheque sin fondos y delante de ese muro de desconfianza y de incredulidad que se ha formado en la mente de los venezolanos “rebotan” al remitente sin dejar huellas ni rastro alguno en el corazón de la gente. Y así como el cheque sin fondo no puede ser convertido en dinero efectivo porque el banco no tiene suficientes garantías, del mismo modo las palabras y las promesas, los acuerdos y las transacciones, los ofrecimientos y los compromisos de este gobierno no encuentran receptividad porque este pobre pueblo, demasiadas veces engañado y desilusionado, le ha perdido la confianza. Y perder la confianza y la fe en el otro, -llámese amigo, esposo o institución- es la cosa más triste que pueda pasar en las relaciones interpersonales.
Por lo general esto sucede cuando una de las dos partes miente, cuando promete y no mantiene, cuando ofrece y no cumple.Y si perder la confianza como consecuencia de un comportamiento negativo es muy facil, volver a adquirirla luego es ¡sumamente difícil! Frente a ese cuadro realmente dramático -porque perder el aprecio y la consideración, máxime si el “otro” es el mismo pueblo es realmente triste- todo intento de defensa para tratar de justificar un comportamiento equivocado, todas las palabras de disculpa sencillamente “rebotan”, cual cheque sin fondo. Y esa, lamentablemente es la situación que ¡está viviendo esta pobre Venezuela!
Su presidente sabe que ha perdido el consenso y sin embargo cada semana y en cada oportunidad que se le presente no pierde la oportunidad de hablar para defenderse, para justificarse, para buscar a quién echarle la culpa, para prometer de nuevo, sus palabras… ya no tienen audiencia, ya no suscitan emociones, ya no encuentran receptividad y por eso, usando una metáfora bancaria… ¡rebotan al remitente!
Desde Italia
p.montanaritigri@fastwebnet.it
Siguenos en
Telegram,
Instagram,
Facebook y
Twitter
para recibir en directo todas nuestras actualizaciones