Venezuela patria llena de virtudes, hoy bajo nubes de oscuridad que ensombrecen la sonrisa y amabilidad de sus ciudadanos, que sumergida en una crisis absurda y arrasadora, camina con conciencia a corto plazo, abandonando y dejando dar pasos inciertos a lo más valioso que engrandece a una tierra fértil, su gente, sus valores, creencias y costumbres. Hoy esta hermosa pero vulnerada tierra merece recibir el mejor de los regalos, generaciones de jóvenes y niños, fuertes, dignos, felices y con el orgullo de vivir y crecer en esta noble patria.
Venezuela no necesita de obsequios que mitiguen su hambre y sed de justicia, que compren conciencias pero no alimenten el ser, hoy es el momento sin excusas, sin pretextos, luchemos unidos para regalarle a Venezuela, niños bien alimentados en cuerpo y alma, para que en el futuro puedan ser dignos representantes de esta sublime y bondadosa tierra, rebosantes de salud corporal, espiritual y mental, para entregarles en sus manos el orgullo de haber nacido en Venezuela y ser llamados venezolanos.
No existe patria que pueda continuar hacia adelante, en constante avance y progreso con un camino fértil y seguro hacia el futuro, cuando es capaz de dejar de lado a sus niños, descuidando gravemente su alimentación, salud, educación y recreación, cerrando los ojos y dejando en total abandono generaciones futuras, que aportaran, sembraran y harán crecer esa nueva patria que se verá emerger a pesar de las vicisitudes, ese suelo firme que permanecerá por siempre.
Es hora, es el momento, es ya, donde gobierno, políticos, madres, padres, comunidades, escuelas e instituciones dejen de lado la lucha por el poder y juntos dediquen su tiempo y esfuerzo por regalarle a Venezuela, el mejor de los regalos niños fuertes, sanos, y convencidos de permanecer y querer a su tierra, niños inteligentes y valientes capaces de conquistar con su sonrisa y educación las más grandes batallas de vida, niños con valores y creencias que sean dignos representantes de la nueva Venezuela, niños agradecidos y bondadosos con lo que les ha entrega su patria, niños que con compromiso y dedicación construyan hogares sólidos, camino para generaciones futuras llenos de amor y no de odio.
No existe mejor regalo para Venezuela, que precisar con entereza y mucho trabajo y dedicación el camino firme que deberán recorrer las generaciones futuras, que representan la esperanza y una luz en la oscuridad, para el progreso y constante avance de una nueva y mejor Venezuela. Hoy regalémosle a nuestra patria, niños venezolanos con la mirada fija y la conciencia centrada en engrandecer el suelo que pisan.
marfucci@gmail.com
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