Espacio publicitario

Juan Pedro López y la Sagrada Familia

La maravillosa obra: “El Nacimiento”, también de su autoría, representa a la Virgen con su manto y la cabeza adornada de estrellas (doce), las manos alzadas y San José a su lado ambos rodeando a Jesús

  • JOSÉ FÉLIX DÍAZ BERMÚDEZ

23/12/2018 05:00 am

Entre los importantes temas que inspiraron el arte colonial en Venezuela, así como en las principales provincias y virreinatos americanos que formaban parte del imperio español, se encuentra la extraordinaria producción de escenas religiosas dedicadas al nacimiento de Jesús.

Fue uno de los motivos preferentes de las obras de los pintores del siglo XVIII siendo en nuestro caso necesario citar las diversas composiciones que se le atribuyen a Juan Pedro López, pintor, escultor y dorador (1724-1787), uno de los más notables artistas de ese periodo y que buena parte de sus trabajos se refieren a episodios cristianos.

Se conservan varios cuadros admirables del notable artista entre ellos la: “Natividad con San Miguel y San Gabriel” y: “La Sagrada Familia con el Padre Eterno” (colecciones privadas) y con el título: “La Sagrada Familia”, un hermoso y singular trabajo de López cuyo paradero se ignora por estar desaparecido. Igualmente, el óleo titulado la: “Sagrada Familia, con Santa Ana, San Joaquín y el Padre Eterno”, componen, entre otros, una serie de trabajos notables que dieron celebridad a su nombre en esa etapa colonial y quien además de sus innegables cualidades como pintor, en lo familiar, era uno de los abuelos del gran humanista Andrés Bello.

De origen canario, Juan Pedro López nació en Caracas en 1724. Sus padres fueron José González López y María Domínguez Gutiérrez, ambos naturales de Santa Cruz de Tenerife. Se le considera un artista reconocido por sus trabajos pictóricos y se le atribuye entre otros, como bien lo señala Carlos F Duarte, exhaustivo investigador de su huella artística, el modelo de la escultura que hizo Luis Antonio Toledo y que se levanta en la Torre de la Catedral de Caracas.

El fomento económico producto de la producción de Cacao y de otras producciones que destacó tanto a la Provincia de Caracas, las disposiciones a favor del culto y la proyección de la fe que estimularon varios obispos en la ciudad -entre ellos Diego Antonio Díez Madroñero, quien fue vicario general de Alcalá de Henares y Obispo de nuestra Catedral de Santiago de León de Caracas, el cual propicio en las casas y calles de Caracas el recordatorio del Señor, sus padres y de la Sagrada Familia-, generó el trabajo creador de los artistas, entre ellos López, lo cual explica su extraordinaria preferencia por el tema y como personajes notables de aquel tiempo tales como José de Oviedo y Baños, el Conde de San Javier y el Marqués de Toro contrataron y poseyeron gran cantidad de obras. En las casas coloniales existían oratorios y el modelo espiritual de la Sagrada Familia se encontraba muy presente.

La maravillosa obra: “El Nacimiento”, también de su autoría, representa a la Virgen con su manto y la cabeza adornada de estrellas (doce), las manos alzadas y San José a su lado ambos rodeando a Jesús recién nacido quien contempla a su madre y sus padres a él. En lo alto se encuentra una paloma, el Espíritu Santo, que confirma lo sagrado del hecho. El niño se encuentra acostado en un pesebre y desnudo mayormente como aseguran las tradiciones. La figura de los tres, Jesús, María y José, dominan la escena en la cual destaca su nobleza y la santidad del nacimiento que infunde profundo recogimiento y piedad.

Por otra parte, la obra: “San Miguel, San Gabriel y el Natividad con Padre Eterno”, es una composición más compleja en la cual los ángeles observan al niño y el niño a ellos mientras se encuentra tomado por los brazos de María quien custodiada por José se concentran en el hecho magnífico del nacimiento. A lo alto está Dios mismo en los cielos, quien asiste a contemplar el nacimiento que manifiesta lo gloria de su hijo cuya misión maravillosa era y es la redención del mundo.

En otros similares desarrollos, López destaca el hermoso tema de Jesús sentado sobre las piernas de José, la virgen a su lado y el cuerpo y la cabeza del niño recostada sobre él adormecido en gesto de maravillosa significación y no tan común como otros en las cuales predomina María y el niño. Este importante detalle se observa en su obra: “La Sagrada Familia, con Santa Ana, San Joaquín y el Padre Eterno”, lo cual destaca la importancia de la figura paternal en la familia como símbolo de virtud y protección.

Finalmente, en: “Huida a Egipto”, la madre y el niño recobran toda la atención y José con sobrero a su lado se encuentra, no iluminado como ellos, mientras está conduciendo al asno, ejemplo de la humildad con la que Cristo, el Salvador, el Señor, el Redentor, sin lucimientos materiales, estuvo entre nosotros.

@articulistasred
Siguenos en Telegram, Instagram, Facebook y Twitter para recibir en directo todas nuestras actualizaciones
-

Espacio publicitario

Espacio publicitario

Espacio publicitario

DESDE TWITTER

EDICIÓN DEL DÍA

Espacio publicitario

Espacio publicitario