Acudí a una reunión en estos días de contenido y tema sumamente importante, como lo es la causa de la muerte del concejal Fernando Albán, acaecida el 8 de octubre al mediodía en la sede del Sebin ubicada en la Plaza Venezuela, en donde se encontraba privado de su libertad por su presunta participación en el magnicidio frustrado, ocurrido en la Av. Bolívar de Caracas, el 4 de agosto próximo pasado.
El promotor de la reunión advirtió que se trataría de conjeturas y de formar criterio acerca de cómo ocurrieron los hechos, porque, mientras la información oficial que para muchos es dudosa, sostiene que se trató de un suicidio, para otros se trató de un homicidio.
En consecuencia, indicó que entraríamos en el campo especulativo para crear hipótesis acerca de lo acontecido, y que en el mejor de los casos, transcurrirá mucho tiempo para conocer la verdad, cualquiera que sea acotó.
Entendamos pues que solo tenemos a mano para efectuar el análisis, la versión que dio el Fiscal General de la República, que es el encargado de la investigación, porque las críticas y señalamientos que los opositores realizan, basadas fundamentalmente, en un exceso de supuestas torturas al edil, no las debemos tomar en cuenta.
Aunque ha pasado poco tiempo, con el manejo de las informaciones oficiales podremos ir formando criterio acerca del suceso, y obviamente, podrá variar conforme avance la investigación y las críticas lógicas que se le puedan realizar, sin olvidar que las que tienen valor legal son las que realiza la Vindicta Pública.
El director de debate señaló que la versión del Fiscal General era la aparecida en El Universal el día 10 de octubre, según la cual el concejal “En la hora del almuerzo del 8 de octubre Albán se habría levantado abruptamente de la mesa diciendo que quería ir al baño, él aprovecha esta circunstancia y corre hacia una ventana panorámica que se encontraba en el pasillo del piso 10 y se lanza al vacío”. Esa es la historia que conocemos.
Uno de los invitados tomó la palabra no para poner en el tapete las declaraciones del jefe de la Vindicta Pública, lo que trajo a discusión fue la evidencia fotográfica que mostró durante la rueda de prensa, específicamente, se refirió a la ventana por la que supuestamente se lanzó el dirigente opositor.
Aquí está El Universal, y como verán, se trata de una ventana basculante, valga decir, que es imposible que se abra completamente. Según se puede apreciar, el ventanal no deja un espacio mayor de 30 grados con relación a su posición de cierre, de manera tal que la maniobra que tuvo que llevar a cabo para arrojarse a través de ella debió ser bastante dificultosa, porque la persona debía colocarse en posición de decúbito prono (boca abajo), en el borde de la ventana, para luego girar sobre su propio eje. Inclinarse sobre la apertura para luego empujarse es casi imposible, como está la persona que aparece en la foto.
Debo suponer, continuó, que una persona muy peligrosa, como lo es alguien que ha tratado de asesinar al Presidente de la República, debe estar esposado con las manos atrás. Si está almorzando en el piso 10, que es lo que indican, debió tener los brazos esposados hacia adelante, de forma de poder ingerir el alimento, y sin duda alguna, fuertemente custodiado.
No informó el Fiscal General si era ese solo prisionero el que estaba almorzando, o había otros, o lo hacía con los custodios, cosa que es muy poco común, hasta donde tengo entendido, además, difícil creer que un procesado se mueva libremente.
Lo que sí es indudable, concluyó, es la responsabilidad del Estado venezolano; y la personal, que recae sobre los custodios ¿Quiénes eran?
@gadeaperez
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