Un tema tabú
MICHAEL ROWAN. En el siglo XX millones de personas murieron en las dos guerras mundiales y en la Guerra Fría. En 1918, la influenza arrasó con otros 100 millones de personas.
MICHAEL ROWAN
En el siglo XX millones de personas murieron en las dos guerras mundiales y en la Guerra Fría. En 1918, la influenza arrasó con otros 100 millones de personas. Fueron terribles malas noticias que ensombrecieron las fabulosas nuevas noticias… Porque en el siglo XX, muchas más personas comenzaron a vivir vidas más largas y saludables en comparación con los 40.000 años anteriores en la historia de la humanidad.
Es un hecho de vida que pasamos por alto a nuestro propio riesgo.
La buena noticia del siglo XX vino con la globalización, el libre comercio, los flujos migratorios y la democracia, que se expandió sobre el planeta como la luz del sol y los mares. Por su parte, los conflictos bélicos y la muerte ocupaban la primera plana de los periódicos. Para el 2000, tres cuartas partes de la población mundial, que se había quintuplicado en 100 años, desempeñaba funciones que no existían ni por asomo en 1899.
Durante 15.000, la agricultura prevaleció como generadora de empleo, mientras que la fabricación predominó durante 500 años. Hoy día, el conocimiento es lo que domina, aumentado por la educación universitaria y la tecnología de la información.
En la primera mitad del siglo XX, Venezuela estaba bajo una dictadura que toleraba la globalización y la inmigración, y pasó a ser una de las naciones más ricas del mundo.
En la segunda mitad del siglo XX, el país era una democracia en ciernes que optó por la nacionalización, el proteccionismo, el aislamiento, la xenofobia y el combate a la meritocracia y el intelecto. Así, se convirtió en una de las naciones más pobres del mundo.
En la década de 1970, la nacionalización petrolera y la dependencia total del petróleo fueron dos opciones catastróficas que institucionalizaron la corrupción en la política. A la larga, el Estado y la sociedad sucumbieron en dictadura, inflación, escasez y pauperización.
Venezuela se encuentra entre las pocas naciones que se han liberado solas de los dictadores, pero que se han valido de la democracia para instituir una dictadura. Algunos venezolanos quisieran revivir la democracia al votar en un simulacro de elecciones.
Otros millones votan de pie. No van a Cuba, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Rusia o Irán – los favoritos ideológicos del régimen – sino al “maldito imperio” o a países libres, como Panamá, Colombia o Perú.
La razón por la que he escrito dos libros y miles de columnas en los últimos 25 años acerca de este error tan colosal es que sigue siendo un tema tabú.
Traducción: Conchita Delgado Rivas