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Estados Unidos se renueva

Este segundo tramo del mandato de Trump dejará saber si finalmente se graduó de político y logra un segundo período en la Casa Blanca, o si por el contrario los demócratas aprovechan la oportunidad

  • DAVID UZCÁTEGUI

09/11/2018 05:00 am

El mundo entero está procesando aún los resultados de las elecciones efectuadas en Estados Unidos. Conocidas como de “medio término”, ocurren cada cuatro años y a la mitad de cada mandato presidencial. Sirven para renovar importantes autoridades, entre otras a gobernadores, una parte del senado o cámara alta, a la totalidad de la casa de los representantes o diputados; así como para decidir sobre importantes aspectos de las realidades locales. 

El presidente Donald Trump ha calificado la jornada como un gran éxito, suponemos que debido a que la cámara alta se mantuvo en manos de su partido, el Republicano. Sin embargo, como la renovación de esta instancia legislativa es apenas parcial, era bastante difícil que cambiara de color. Por otro lado, copartidarios que no le eran afines y que mantenían una línea más moderada, terminaron su período, con lo cual los senadores republicanos serán más afines a él de ahora en adelante. 

Sin embargo, la gran noticia –y el triunfo para la democracia– viene en el hecho de que la Cámara baja o de Representantes pasa por primera vez en mucho tiempo a tener mayoría demócrata, es decir, opositora. Y es aquí donde se pone interesante el asunto. 

Estados Unidos es una de las democracias más emblemáticas de occidente, ya que se precia de garantizarse a sí misma mediante la solidez de sus instituciones, la independencia de sus poderes y una filosofía de gobierno conocida como de “balances y contrapesos”. 

El fenómeno Trump había venido acompañado hasta el momento de mayorías en ambas instancias del Poder Legislativo y con ello, había sido percibida como una verdadera ola de poder. 

Sin embargo, exactamente a dos años del triunfo electoral de este magnate inmobiliario –a medio término de su mandato– sucede este acontecimiento comicial que es una suerte de evaluación de lo habido hasta ahora. 

Para los estadounidenses, las elecciones de medio término representan una suerte de referéndum sobre la gestión presidencial, a mitad de su camino. Y Trump no salió mal librado, aunque haya visto menguar su poder a manera de advertencia. Algo usual en las elecciones de medio término. 

Para empezar, debemos aclarar que generalmente, en estas elecciones, las instancias a ser electas terminan inclinándose por la voluntad popular hacia la opción opuesta al mandatario de turno. Es lógico que haya desencantos ante excesos y promesas no cumplidas, tras dos años de ejercicio que muchas veces acaban con las ilusiones originales de los votantes que lo favorecieron. 

La mayoría demócrata entre los Representantes, es una alerta amarilla al primer mandatario estadounidense. Se siente que hay excesos de su parte y la ciudadanía empoderó a sus rivales políticos para que lo contengan. 

Desde la Cámara Baja del Legislativo estadounidense, ahora se podrá profundizar con poder real sobre aspectos polémicos de la administración Trump. Por ejemplo, el muro en la frontera con México, promesa emblemática de su campaña presidencial, muy probablemente duerma el sueño eterno, porque es un proyecto de suficiente envergadura como para necesitar la aprobación –o el veto– de esta instancia legislativa. 

También se puede iniciar una investigación por la presunta y controversial intervención cibernética rusa en las pasadas elecciones presidenciales de 2016. 

Finalmente, los reiterados ataques a la migración ilegal terminaron generando el rechazo de todos los migrantes en general, en un país que ha hecho de la inmigración una de sus grandes fortalezas. 

La intensa retórica trumpista ha dividido a Estados Unidos, pero al menos hasta el momento, esta división se ha canalizado a través de representantes de ambas tendencias dentro de importantes instancias de poder. Cosa que no es de extrañar y para muestra un botón: su antecesor, el aún muy popular Barack Obama, gobernó con el Congreso en contra. Asuntos normales en las democracias robustas. 

Rojos y azules conviven y debaten en el norte, mientras incluso se habla de asuntos de agenda política que podrían contar con votos unánimes de ambos extremos políticos, por el bien del país. Algo que suele suceder en EEUU cuando se enfrentan asuntos de interés nacional. Esto se daría en temas como nuevos proyectos de infraestructura o cómo disminuir el costo de las medicinas con prescripción. 

Trump, como capitán de empresa, está acostumbrado a ordenar y ser obedecido. Los políticos, aún los presidentes, deben negociar. Este segundo tramo de su mandato nos dejará saber si finalmente se graduó de político y logra un segundo período en la Casa Blanca, o si por el contrario los demócratas aprovechan la oportunidad que les ha brindado el siempre decisivo y poderoso electorado independiente, para colocar a uno de los suyos en la primera magistratura para el año 2020. 

duzcategui06@gmail.com
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