Espacio publicitario

Socialismo de mercado

REINALDO ROJAS. Es China la que ha venido marcando la pauta en el crecimiento económico mundial, ya que es allí donde se concentra más de la mitad de la capacidad productiva del planeta...

  • REINALDO ROJAS

05/11/2018 05:00 am

Parafraseando a Marx y Engels y su Manifiesto Comunista de 1848, hoy podríamos afirmar que un fantasma recorre el mundo: el socialismo de mercado. Y todo esto tiene que ver con la creciente importancia económica que en el mundo global de nuestro tiempo tiene la República Popular China, cuyo modelo de desarrollo se basa, desde 1978, en las reformas económicas impulsadas por Deng Xiaoping. Esa gradual apertura a la economía de mercado y a las formas capitalistas de producción bajo el control ideológico y político del Partido Comunista Chino es la fórmula del éxito de hoy, así como su desafío del mañana. ¿Podríamos, entonces, hablar de un modelo socialista chino? O, al contrario, ¿de una vía china al capitalismo del siglo XXI? 

 Hoy por hoy, nadie debate el hecho de que China forma parte de las economías capitalistas emergentes, integradas además por Brasil, Rusia, India y Sudáfrica. De todas, es China la que ha venido marcando la pauta en el crecimiento económico mundial, ya que es allí donde se concentra más de la mitad de la capacidad productiva del planeta. Y no es toda China. Se trata, apenas, del espacio económico localizado en las regiones del río Yangtzé (Shanghai, Jiangsu y Zhenjiang) y el delta del río de la Perla (Guangdong). 

Potencia económica
Lo interesante de este posicionamiento de China en el mundo global de nuestro tiempo, es que el mismo fue pensado y dirigido inicialmente por Deng Xiaoping, cuya actuación al frente del gran gigante asiático posibilitó llevar a una China empobrecida y atrasada a ser una gran potencia económica mundial en menos de veinte años. 

Después de las fallidas reformas de 1911, cuando cae la dinastía Qing y Sun Yat Sen proclama la república, China vivió los efectos del triunfo de la Revolución Popular en 1949, bajo el liderazgo de Mao Zedong, instaurando una sociedad igualitaria, basada en la propiedad colectiva y la vida en comunas a través del Gran Salto Adelante (1958) y la Revolución Cultural (1966-1976). Aún hay personas que piensan que la China de hoy se rige por aquel pensamiento que colocó a China en una situación de atraso económico, social y cultural de grandes proporciones. 

Pues bien, del seno del PCCh surgió el liderazgo de Deng, impulsando una “reforma económica y apertura al exterior”, con lo cual la China milenaria iniciaba su marcha al progreso material y a la modernidad, basada en la tesis del socialismo de mercado. Después de un siglo repitiendo que socialismo y mercado son antagónicos, ¿cómo se le ocurría al nuevo liderazgo chino levantar esa bandera? Pues bien, la realidad de hoy es la respuesta. ¿Qué fue lo que planteó Deng en su momento? 

“Cuatro modernizaciones”
En primer lugar, retomar la política de las “cuatro modernizaciones” que Zhou Enlai, como primer ministro, había formulado en 1964: Modernización de la agricultura, de la industria, de la ciencia y tecnología, y de la defensa. La decisión la tomó en tercer Pleno del Comité Central del PCCh en diciembre de 1978, en plena lucha por la sucesión de Mao, quien había muerto en 1976. ¿Por qué Deng? 

A diferencia de Mao, que no tuvo experiencias de vida en el extranjero que enriquecieran su formación política, Deng había llegado a Francia en 1920, donde permaneció cinco años y ejerció distintos oficios, incluyendo su ingreso como trabajador en la fábrica Renault, cerca de París, donde conoció a Zhou Enlai, que es quien lo incorpora al Partido Comunista en 1924. Luego estuvo en Moscú y allí pudo observar el funcionamiento del socialismo soviético y los efectos sociales de la economía planificada frente a las economías de mercado. Ya en el poder vivió de cerca la colectivización y pudo reflexionar sobre esa contradicción entre socialismo y mercado que se impuso en la URSS y en la China de Mao. 

Salir primero de la pobreza
En 1987, Deng afirmaba que para conseguir una verdadera independencia había que salir primero de la pobreza. Por ello se preguntaba: si Taiwán y Hong Kong eran parte de China y la población de Singapur era mayoritariamente china, ¿por qué estos “Tres tigres asiáticos” eran ricos, mientras la República Popular era pobre. Ya en el poder, hasta su retiro en 1987, dejó de lado el dogmatismo y el voluntarismo para diseñar una ruta dirigida a sacar a China del atraso, la pobreza y la debilidad económica. 

Aquello de “cada cual según su capacidad, a cada cual según sus necesidades”, solo sería posible con una enorme riqueza material. Desde esta perspectiva, el socialismo –según Wu Jinglian– sería la suma de economía de mercado más justicia social. Mientras que en la era maoísta todo gato tenía que ser rojo rojito, Deng afirmaba: no importa que el gato sea blanco o negro con tal que cace ratones. Se dice rápido. Pero en la Venezuela del siglo XXI, sabemos lo que aquella fórmula le ha costado al país. 

enfoques14@gmail.com
Siguenos en Telegram, Instagram, Facebook y Twitter para recibir en directo todas nuestras actualizaciones
-

Espacio publicitario

Espacio publicitario

Espacio publicitario

DESDE TWITTER

EDICIÓN DEL DÍA

Espacio publicitario

Espacio publicitario