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Volapié

JOSÉ SANTIAGO NÚÑEZ GÓMEZ. Cualquier actividad que pase a ser gestionada por privados, nacionales o extranjeros, no implica que el Estado pierda el control sobre ellas por razones de soberanía

  • JOSÉ SANTIAGO NUÑEZ GÓMEZ

27/10/2018 05:00 am

Volapié es una opción para la suerte de matar al toro en la secuencia de la lidia de éste que es arte y espectáculo en España, Francia, Portugal y varios países de Hispanoamérica (su “invención” se atribuye a un torero llamado Costillares), y que consiste en avanzar de frente hacia el toro en lugar de esperar su arremetida. Es la que utilizan muchos toreros y fue la usada por Manolete en el lance en que recibió la herida que le causó la muerte. Fue un Volapié de dos muertes, diría un comentarista. Y uno no puede menos que evocar aquel episodio cuando se reconoce el efecto que ha tenido la estatización de actividades económicas en el país, tanto las que por distintas vías se tomaron de operadores privados (sobran los ejemplos: las fincas convertidas en eriales, Sidor, etc.), como las que ha intentado iniciar el Estado (la lista es muy larga, da vértigo). Ahora se intenta una rectificación; y en relación a ella conviene consignar tres ideas básicas. 

Lo primero es confirmar que el hecho que cualquier actividad pase a ser gestionada por privados, nacionales o extranjeros, no implica que el Estado pierda control sobre ellas según lo requieren razones de soberanía; ese control actual (tributario, sanitario, ambiental, etc.) o potencial (militar), siempre se tiene, y la única exigencia es que se ejerza respetando la legalidad. Lo segundo es la necesidad de reconocer los parámetros indispensables dentro de los cuales se hace viable la explotación por un particular de cualquier actividad económica, y a los que aquí reiteradamente nos hemos referido pidiendo que se acepte la legitimación del comerciante a lo que hemos llamado el beneficio mercantil; eso es así desde el medioevo, o más atrás, desde que el hombre es hombre -como se dice. 

Lo tercero es que, necio como sería pedirle al Gobierno una especie de mea culpa público y en cadena nacional, sí es necesario trasmitir, desde la más altas autoridades, líneas de acción, conductas y actitudes que permitan que toda la organización de los poderes públicos se comunique del nuevo reconocimiento que tienen las actividades de los particulares; eso es indispensable para que la nueva política tenga éxito; sin ello no se podrá evitar que la actuación de funcionarios de segundo o tercer nivel, la frustren. 

SANTINUNEZ@Yahoo.com
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