Aquello de la burbuja formalmente se llama evasión consciente de la realidad, me dice Jesús desde México, luego de haber hablado con su madre que no sale de su casa, acá en Caracas.
Este principio de fingir locura no solo ocurre en situaciones como las que vivimos los venezolanos, puede estar perfectamente localizado en un lugar con las posibilidades de un país normal.
Hace una semana caminaba por el CCCT aturdido o invadido por algo que no reconocía, era a la gente. En mi burbuja no hay espacio para lidiar con masas de desconocidos y los ruidos que su actividad producen.
La recesión económica se ha traducido en repliegue, hay un conjunto de venezolanos que se protege de su extinción.
Libertad de expresión. Hace cinco meses, Channing Dungey, presidenta de la cadena de TV estadounidense ABC, publicó la carta que desterró de la televisión abierta a la actriz y guionista Roseanne Barr. “La afirmación de Roseanne en Twitter es abominable, repugnante e incompatible con nuestros valores, y hemos decidido cancelar la serie”. Militante de Trump, el electorado del Presidente de Estados Unidos abrazó el regreso de la comediante a la pantalla en la que siempre emerge su carismático personaje.
Hace siete días, una coproducción entre HBO y VICE, publicó un reportaje documental que revela a la actriz. Roseanne, interrupted: un íntimo retrato de Roseanne Barr después del tuit por el que fue despedida, se trata de un acercamiento un tanto dramático y urgente de la ciudadana americana enfrentada a la polémica estrella del sitcom. La primera toma de la actriz la pone frente a su propia laptop observando el discurso en el que Donald Trump sale en su defensa. Después de eso no hace sino fumar un cigarrillo tras otro, “empecé a fumar; mal plan”. Era vista por más de 28 millones de personas, “me levanté en la madrugada, publiqué el tuit y me volví a acostar”, y al día siguiente su nueva estrella se hizo fugaz.
“Mira, irónicamente aquí está mi premio a la libertad de expresión Eleanor Roosevelt”, comenta mientras muestra su memorabilia a las cámaras del documental. Dice que no se relaciona con nadie del show business, y que de alguna manera fue execrada del círculo. “No sé lo que soy, siempre había sido una determinada”, habla con rabia. “Tengo mucho tiempo para la vida real. Llevar a mi mamá a comerse un helado, hacer cola para alguna diligencia, he llegado a dormir, probablemente, diecisiete horas al día”. Un desastre de ser humano, conminada a un laberinto de expresiones odiosas.
Una militante.
Ellos lo dicen mejor que yo
Charo López. @charolopez: make twitter great again.
Oliver Blanco. @oliverblanco: Para un extremo somos escuálidos y para otro traidores. Orgulloso de pertenecer a una generación que le hable al centro, a los venezolanos que no quieren vivir en una venganza permanente, que no quieren cambiar una dictadura por otra sino que quieren refundar una Vzla. de paz y libertad.
Ramón Piñango. @rapiñango: Que percibamos que no pasa nada, no significa que no pasa nada.
Claudio Fermín. @claudioefermin: Negarse a votar en nada afecta al gobierno. Le deja el camino abierto. Ha ocurrido varias veces en perjuicio del país. Abstenerse no es oponerse al poder ni es promover el cambio, es la inacción. No significa luchar más que otros. Es abandonar, quedar indefenso.
Ricardo Del Búfalo. @rdelbufalo: Ahora que estamos estancados en este conflicto, creo que lo que podemos hacer los ciudadanos es ampliar nuestra conciencia política. Una manera de hacerlo es aprender, educarse. Desde ver documentales o videos en YouTube hasta estudiar un posgrado o ir a charlas.
elreveron@gmail.com
Siguenos en
Telegram,
Instagram,
Facebook y
Twitter
para recibir en directo todas nuestras actualizaciones