La sociedad ha venido evolucionando de formas muy particulares nunca vistas, que exigen de quien se dedica al área de la seguridad, una visión más amplia, muy aguda y con una disposición al cambio acelerado. A continuación, compartiré algunos puntos de vista sobre el entorno. 

Cuando el fundador de Facebook anunció su club de lectura, el primer libro que lo conformaba era “El fin del poder” del venezolano Moisés Naím. En su obra hace una serie de planteamientos que giran alrededor del poder. Cada vez es más difícil obtener el poder y más fácil dejar de poseerlo. Así mismo, quienes lo han detentado tradicionalmente, ahora ven cómo grupos pequeños, pero con un considerable margen de influencia, disputan posiciones. Los cambios en ese sentido son rápidos, inesperados y radicales. El llamado fin del poder está cambiando la dinámica del mundo como tradicionalmente era conocido. 

La globalización ha tenido numerosos seguidores, quienes argumentan sus innegables ventajas. La educación, las comunicaciones, la economía, las tecnologías, son solo una fracción de las áreas que se han visto beneficiadas. Pero existe algo conocido como globalización desviada, la que se define como la forma en que los “empresarios” utilizan la infraestructura técnica de la globalización para explotar las lagunas, las diferencias en la regulación y la aplicación de la ley de los mercados de bienes y servicios ilegales. Es en esos entornos donde se aprovechan ciertas debilidades institucionales, organizacionales o de Estados, para desarrollar actividades ilícitas que producen ingresos milmillonarios a escala mundial. 

El concepto “VUCA” tiene su origen en el ejército de Estados Unidos de América, luego del fin de la Guerra Fría, con la siguiente premisa: “Pasamos de un mundo de problemas, que exigen velocidad, análisis y la eliminación de la incertidumbre, a un mundo de dilemas, que exigen paciencia, hacer sentido y compromiso con la incertidumbre”. Se considera al mundo como complejo considerando sus numerosos componentes y sus variables interconectadas. Lo caracteriza la volatilidad debido a la velocidad en el cambio de las variables. Se le califica como ambiguo ya que no hay claridad en la relación entre las variables. Y por último la incertidumbre es uno de sus distintivos, motivado a que siempre existe una posibilidad, pero no una seguridad que ocurran los cambios. Bajo estos escenarios el reto es poder determinar qué tan bien se puede predecir el resultado de las gestiones de seguridad. 

“Cuando patinamos sobre hielo quebradizo, nuestra seguridad depende de nuestra velocidad” (Ralph Waldo Emerson, On Prudence). Zygmunt Bauman y David Lyon son los autores del libro “Vigilancia líquida”. Es conceptualizada como aquella que se desarrolla mediante el uso de las tecnologías y en la que los que son objeto de la vigilancia contribuyen a ello. Se ha ido aceptando como parte de la vida diaria como algo invisible pero omnipresente. Justificada preliminarmente como un proceso en pro de la seguridad, termina generando un “efecto colateral” de más inseguridad. “Nos controlamos a nosotros mismos para intentar hacer que nuestra vida en el temor sea más soportable, pero cada intento de conseguirlo produce nuevos riesgos, nuevos miedos” (Bauman y Lyon). 

“Convergencia de los buenos” El término “convergencia” se ha aplicado a las relaciones cada vez más frecuentes entre grupos terroristas y crimen organizado transnacional. Se trata de las interacciones que mantienen y consolidan facciones cuyo destacado factor común, es el interés en obtener ganancias ilícitas y/o favorecerse de las facilidades que otorga uno al otro. Estos novedosos esquemas de relacionamiento han servido de catalizador para una “convergencia de los buenos”, donde organizaciones, agencias y Estados diseñan, implementan y monitorean iniciativas para combatir el delito. 

Ante las diferentes versiones de lo que son un mundo con perspectivas que no deben pasarse por alto, los profesionales de la seguridad deben internalizar lo que mencionó Alvin Toffler: “Los analfabetos del siglo XXI no serán aquellos que no sepan leer y escribir, sino aquellos que no sepan aprender, desaprender y reaprender”, a lo que yo le añadiría… en tiempos muy breves. 

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@alfredoyuncoza