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Algún día veremos la luz

DAVID UZCÁTEGUI. No nos cansaremos de llamar a la conciliación entre venezolanos, porque remando todos juntos hacia la misma dirección es la única forma de salir adelante en problemas nacionales

  • DAVID UZCÁTEGUI

19/10/2018 05:00 am

La noche del pasado lunes 15, una parte significativa del territorio nacional se vio afectada por un prolongado corte de energía eléctrica. El tema no es novedad, porque las irregularidades en el suministro de este servicio se han convertido en cotidianas desde hace algún tiempo. 

Sin embargo, sí preocupa la extensión y la duración de este reciente evento, lo cual nos hace proyectar que pudieran ser en un futuro no solamente más frecuentes, sino más prolongados y con la capacidad de afectar a más entidades del territorio nacional. 

A la 1:45 del día martes, el ministro de Energía Eléctrica, Luis Motta Domínguez, informó que seguían los trabajos para recuperar el servicio en los estados afectados. Anteriormente, el mismo funcionario explicó, en un video difundido en redes sociales, que “Motivado a una explosión y posterior incendio en la subestación La Arenosa (estado Carabobo) tenemos una interrupción fuerte del servicio eléctrico en varios estados”. 

Si bien por su frecuencia han dejado de ser noticia, este último incidente sí fue reseñado incluso por medios extranjeros. 

Por ejemplo, en Perú -donde existe una gran colonia de venezolanos- el importante diario El Comercio reseñó la situación, titulando con que “Una explosión en una planta eléctrica en el norte de Venezuela” había causado la situación ya comentada. 

La situación también fue recogida por el diario Excélsior de México, otra nación que ha recibido a gran cantidad de compatriotas. Este periódico aseguró en su sitio web que se trataba de “una información que está respaldada por decenas de mensajes que circulan en las redes sociales”. 

Por supuesto, cada vez que la población se halla ante uno de estos acontecimientos, lo que interesa es saber qué haremos para que no se produzcan más. 

Ya hemos pasado por todo el abanico de posibles causas para endilgarles la responsabilidad; pero lo cierto es que la situación se sigue repitiendo y que no vemos solución. Ya nadie cree en los habituales culpables señalados por voceros oficiales, porque la situación se prolonga, se complica y hasta el sol de hoy no vemos solución. Esa es la verdad. 

Al menos en esta oportunidad no se habló de sabotajes ni de daños provocados por animales silvestres y sí se atribuyó lo sucedido a una explosión ocurrida en una de las instalaciones que sirven al sistema eléctrico nacional. 

Lo ocurrido nos demuestra también que aquel llamado estado mayor eléctrico no ha tenido mayor capacidad de solucionar lo que sucede, y que tampoco vale de mucho asegurar que hay una guerra al sistema eléctrico, como se dijo el pasado mes de febrero. Nada de esto ha traído soluciones.

Insiste una vez más el gobierno en un vocabulario belicista, en hacerse una película de guerra donde no existe, en crear una ficción como pretexto para una realidad. 

Y nos detenemos en el llamado de atención ante esa carga violenta del discurso, porque es lo que menos necesitamos en estos complejos momentos de la vida nacional. No nos cansaremos de llamar a la conciliación entre venezolanos, porque remando todos juntos hacia la misma dirección es la única forma de salir adelante en problemas nacionales de tal calibre, como el que hoy exponemos en esta tribuna. Más división y más guerras, no nos sirve. Ni más insultos ni mucho menos, más culpables fantasmas. 

Nos preguntamos, muy por el contrario, dónde están los venezolanos más capacitados en el asunto eléctrico, los mismos que han brillado en universidades nacionales y extranjeras y que han desempeñado con excelencia sus labores en importantes empresas. 

Sí es cierto que tuvimos -e incluso aún tenemos- uno de los sistemas eléctricos más envidiables de América Latina, con el Guri como la joya de la corona. 

Ya toda esa infraestructura existe. Golpeda por el tiempo, es verdad; pero también con una robustez que permitirá recuperarla y volver a sacarle el brillo de los mejores días. 

Lo que se necesita es voluntad política. Enfocarse en el verdadero problema y en su solución. Dejar de irse por las ramas y ponerle nombre y apellido al problema, así tenga el costo político que tenga; pero muy por encima de todo esto, está el bienestar de los venezolanos, que somos quienes padecemos la virtual paralización de nuestras vidas cada vez que se va la luz, sea por la causa que sea. 

La ciudadanía solamente requiere del gobierno que trabaje en función de permitirnos una vida normal, que todas nuestras actividades cotidianas se puedan desenvolver con los menores obstáculos y contratiempos posibles. No es difícil ni se les pide mucho, al fin y al cabo, para eso están allí. 

Con este cambio de enfoque, y su traducción en hechos, nadie duda que los venezolanos podamos ver luz algún día. Caso contrario, la oscuridad se abre paso ante nosotros, literal y metafóricamente. 

duzcategui06@gmail.com
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