Gerencia con pasión
La gerencia con pasión combinada con un liderazgo auténtico, conectado racional y emocionalmente con la mayoría del equipo de trabajo, con un contexto de condiciones complementarias como las señaladas antes, puede garantizar un éxito sostenible
La gerencia entendida como el proceso de planificación, organización, dirección y control de recursos humanos, financieros, materiales y tecnológicos, de una organización, con el fin de alcanzar objetivos específicos, puede ser realizada con apatía, desapego, sin propósito, con indiferencia y frialdad, sin conexión emocional, con desinterés, negligencia y desmotivación, o lo contrario, puede ser innovadora, resiliente, con propósito, visión clara, compromiso y motivación, con conexión emocional y visión de la organización, inspiración y entusiasmo. Ambas ópticas a pesar de tener los mismos recursos, lograrán resultados opuestos y la explicación es la ausencia o presencia de pasión en el proceso de gerencia, ya que un gerente con pasión no solo gestiona recursos, sino que contagia su energía a todo el equipo de trabajo, con quienes comparte el propósito organizacional.
El médico escritor y conferencista español, Mario Alonso Puig, destaca que en la persona que se apasiona “el cerebro está en otro nivel, con otra velocidad, con otra profundidad y otro calado” ya que presenta características neurobiológicas, cognitivas y emocionales diferentes. Según el doctor Puig, esto ocurre cuando “es una pasión por crear, contribuir, ayudar, innovar, descubrir y transformar”. En el fondo hay una motivación intrínseca.
La gerencia con pasión no es solo administrar recursos en función de la consecución de objetivos, ya que además de esto, incluye un proceso de liderazgo comprometido, conectado emocionalmente con los integrantes de su equipo de trabajo a quienes les contagia energía positiva por ejercer un liderazgo inspirador, que transmite a su entorno entusiasmo y conecta a todo el grupo con el propósito organizacional, lo cual estimula la creatividad, aumenta la productividad, incrementa la capacidad de resiliencia para superar desafíos y aprovechar oportunidades, en función de un mejor futuro.
Una consecuencia que se genera en las organizaciones que tienen un liderazgo con pasión, es el aumento de la oportunidad de aprendizaje individual y colectiva, producto de un clima laboral armónico, con deseos de superación, pensamiento crítico, alta capacidad de resolución de problemas y visión empática de la vida, sobre todo, porque la pasión a la cual nos referimos, es transformadora, solidaria, creativa y fundamentalmente orientada al beneficio común. En otras palabras, la pasión en la gerencia es una fuerza interior que mueve al líder a dirigir con un compromiso profundo que contagia a toda la cultura organizacional.
Otros ingredientes necesarios que deben acompañar al líder que desarrolla el proceso gerencial con pasión, son un alto grado de inteligencia emocional, disciplina, perseverancia, capacidad de aprendizaje de los errores, capacidad de ver los obstáculos como oportunidades, pensamiento crítico, creatividad en la resolución de problemas, incluso con fórmulas disruptivas; predominio de la racionalidad sobre la emocionalidad, competencia para desarrollar una observación veraz que genere datos objetivos, aptitud y actitud para analizar la información necesaria para tomar las decisiones con el mayor nivel de certeza, prudencia y equilibrio para asumir riesgos y aprovechar oportunidades, flexibilidad y adaptabilidad sin desenfocarse, apertura para escuchar al equipo de trabajo y colaboradores con una visión estratégica clara.
En síntesis, la gerencia con pasión combinada con un liderazgo auténtico, conectado racional y emocionalmente con la mayoría del equipo de trabajo, con un contexto de condiciones complementarias como las señaladas antes, puede garantizar un éxito sostenible.
Bartolomé Finizola Celli
ascardio.coordinacion@gmail.com
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