Espacio publicitario

¿Dónde está el mundo?

Las presiones sobre Israel son tremendas. El mundo entero se preocupa con razón por los suministros de alimentos y medicinas para Gaza. Critica y sanciona a Israel, pero no tiene la misma actitud con Hamas y sus aliados

  • ELIAS FARACHE S.

12/08/2025 05:03 am

Nos adentramos en otra semana más del largo y sangriento conflicto entre Israel y Hamas. Como todas las semanas desde que esta tragedia empezó, esta también es importante, crucial. Y como todas las anteriores, las posibilidades de lograr una solución lucen remotas.

La derrota de Hamas o el triunfo en lo militar de Israel, como se le quiera denominar, no se materializa. Los obstáculos del conflicto siguen allí: los rehenes vivos y muertos que no se rescatan, Hamas y lo que queda de su infraestructura que no se rinde ni depone las armas, no levanta una bandera blanca. La razón real de todo persiste y persistirá: el no reconocimiento por parte de algunos del derecho de los judíos a un estado independiente. Antes del 7 de octubre de 2023 y después, esta es la verdadera razón que priva.

No se puede decir que no haya habido iniciativas, amenazas y presiones sobre Israel y sobre Hamas para lograr parar esto. Un error de principio se comete al considerar a Israel y Hamas como contrapartes similares o del mismo perfil. Pero esto, en vez de ayudar y constituir un apaciguamiento para con Hamas, se ha convertido en un empoderamiento para la organización y sus aliados. El resultado es que las condiciones para las negociaciones y su desarrollo, las dicta la parte que ha perdido militarmente y cuya población a cargo es necesariamente la más sufrida.

Las presiones sobre Israel son tremendas. El mundo entero se preocupa con razón por los suministros de alimentos y medicinas para Gaza. Critica y sanciona a Israel, pero no tiene la misma actitud con Hamas y sus aliados. En una dinámica inédita en cualquier guerra, se exige a una de las partes la responsabilidad sobre la alimentación de la población que administra el enemigo declarado, derrotado y no rendido. Ya Anthony Blinken, el flamante secretario de estado saliente de los Estados Unidos lo manifestó a su salida del cargo en enero de 2025 cuando expresó tardíamente su sorpresa por la actitud de los países del mundo. Hace una semana Steve Witkoff, el enviado especial de Donald Trump manifestaba, también tardíamente, que Hamas no quiere negociar. Esto no ha hecho mella en la estricta posición que se tiene contra Israel de parte de países tan importantes como Francia, Gran Bretaña y Alemania. Esta última, anuncia un boicot recientemente a la venta de suministros militares Israel.

Entre el “don´t” de oe Biden y las “puertas del infierno” de Donald Trump, pareciera que Israel no tiene lo que hacer, o no sabe lo que hacer para rescatar sus rehenes y deponer a Hamas, todo en aras de evitar que un nuevo 7 de octubre tenga lugar. Tampoco lo saben quienes apoyan y, menos, quienes critican a Israel. Las generosas declaraciones de reconocimiento de un estado palestino no resuelven este conflicto. Al contrario, lo enredan mucho más. Las puertas del infierno hace tiempo que se abrieron, y es Israel quien ha entrado al recinto. Su sociedad no renuncia a sus rehenes, paga cualquier precio por tenerlos de vuelta. Culpa al gobierno de acciones y omisiones, y ese desgaste se siente a todo nivel. Involuntariamente dan fuerza a Hamas en sus exigencias y todos se deprimen ante la falta de resultados.

Los enfrentamientos de Israel con Irán, Hizbolá y los hutíes del Yemen, han quedado rápidamente en el olvido. Tampoco se puede afirmar que han terminado. El israelí promedio se acuerda y se concentra en el drama que se vive en Gaza, y con mucha razón. Los reservistas se encuentran movilizados, la economía se resiente, los secuestrados no regresan con sus familias o a su última morada.

Siendo que hoy en día, conocidos todos los hechos y posiciones, a sabiendas que la devolución de los rehenes y la entrega del gobierno por parte de Hamas terminaría este drama y se iniciaría una nueva y necesaria mejor etapa, uno se pregunta ¿Dónde está el mundo? ¿Por qué no exige esto a los aliados de Hamas que son conocidos e influyentes?

Los judíos sí aciertan a saber donde está el mundo, y con quien no está este mundo. Una larga y triste historia lo atestigua. Sin embargo, es necesario preguntarlo y requerirlo una y otra vez. ¿Dónde está el mundo?

Quizás donde siempre. Como siempre.

Elías Farache S.
Siguenos en Telegram, Instagram, Facebook y Twitter para recibir en directo todas nuestras actualizaciones
-

Espacio publicitario

Espacio publicitario

Espacio publicitario

DESDE TWITTER

EDICIÓN DEL DÍA

Espacio publicitario

Espacio publicitario