Gerencia y el efecto de Dunning Kruger
Dunning y Kruger a partir de esta observación, continuaron sus estudios y en 1999 concluyeron que las personas con peores desempeños sobreestimaban sus habilidades y las más competentes, subestimaban su rendimiento
El efecto de Dunning Kruger es un sesgo cognitivo, el cual ocurre en la persona que sobrestima o subestima sus propios conocimientos y habilidades, por lo tanto, se aleja de su justa auto-estimación, en otras palabras, es un patrón sistemático de desviación del pensamiento racional, que al distorsionar la realidad, conduce a conclusiones erróneas. Este fenómeno fue descrito por los psicólogos David Dunning y Justin Kruger, al observar, describir y analizar el caso de McArthur Wheeler, quien en 1995 intentó robar dos bancos a plena luz del día con su cara descubierta. Cuando fue arrestado el mismo día del robo, comentó sorprendido “pero me puse jugo de limón”, ya que él pensaba “que, si se untaba jugo de limón en la cara, esta se volvería invisible para las cámaras de seguridad”, ya que él partía del principio que al aplicar el ácido cítrico del limón sobre la cara tendría un comportamiento similar a la aplicación sobre el papel, el cual al secarse queda invisible a simple vista, pero al calentarlo se vuelve marrón y se puede leer el texto. Esta es la base de un viejo juego infantil, que, por supuesto no funcionó por desconocimiento de Wheeler, quien creyó que sería invisible también a las cámaras, o sea que partió de una falsa analogía por ignorancia tecnológica, que no fue verificada antes del robo.
Dunning y Kruger a partir de esta observación, continuaron sus estudios y en 1999 concluyeron que las personas con peores desempeños sobreestimaban sus habilidades y las más competentes, subestimaban su rendimiento. Por otra parte, señalaron que la sobreestimación propia no es solo consecuencia de exageración del ego y de la propia arrogancia, sino de una falla cognitiva que se genera por ignorar su propia ignorancia. Ambas condiciones constituyen un problema en general, pero en el caso de la gerencia, la repercusión es mayor, ya que por una parte la incompetencia puede conducir a un exceso de confianza y la alta competencia puede generar exceso de duda.
Casi treinta años antes, el Dr. Narciso Hernández, en 1968, publicó en el Acta Médica del Hospital Córdoba en Argentina, una entidad nosológica que denominó “la broncemia”, la cual desde el punto de vista etimológico significa bronce en la sangre, que comparte algunas características con el efecto de Dunning y Kruger, como es la sobrestimación de sus propias cualidades, hasta el punto que sus expectativas es tener un busto de bronce, de donde deriva su nombre. A Bertrand Russell, destacado pacifista y Premio Nobel de Literatura, se le atribuyen algunas frases que resumen magistralmente el resultado del sesgo cognitivo, entre las cuales destacan "el problema del mundo es que los estúpidos están seguros de todo y los inteligentes llenos de dudas" o también "el necio está lleno de certezas; el sabio de dudas".
Algunas recomendaciones que pueden ser útiles para evitar y corregir la desviación sistemática que distorsiona la realidad, son las siguientes: realizar pausas periódicas de reflexión, lección aprendida desde la antigua Grecia; reconocer con humildad que siempre hay posibilidades de mejorar con una búsqueda permanente de la excelencia; practicar la autocrítica que permita un mejor autoconocimiento; utilizar indicadores claves de desempeño (KPIs) que permitan cuantificar la evolución organizacional e individual; promover la evaluación de 360 grados de superiores, pares y subordinados; estimular la incorporación de mentores experimentados; incentivar la cultura del aprendizaje de los errores, donde el fracaso se transforme en una oportunidad de aprendizaje y apoyar programas de educación continua.
Bartolomé Finizola Celli
ascardio.coordinacion@gmail.com
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