Por otro lado, es cierto que hay muchas circunstancias que podríamos catalogar de negativas que ocurren en este mundo debido a muy malas decisiones de mucha gente, pero eso no significa que necesariamente tengamos que centrar nuestra atención en ellas solo para estarnos lamentando, quejándonos y echando la culpa a otros de que las cosas sean así. Si decidimos centrar nuestra cotidianidad en enfocarnos en eventos negativos, entonces estamos colaborando para que nuestras vidas sean unas marcadas por lo negativo que pueda estar o no sucediendo, lo cual a su vez conllevará a que nos estaremos conformando con vivir una vida muy mediocre. Creo que más bien todas esas situaciones negativas deberían motivarnos a cada uno a hacer cambios en lo personal. La verdad es que si queremos algún cambio en nuestra vida, no va a ser nada fácil. A veces el solo hecho de escuchar la palabra cambio hasta nos puede parecer mortal. Y todavía así en tiempos recientes, en lo personal, he estado pensando mucho que más mortal aún es estar observando todo lo que sucede y que ni siquiera me pase por la mente de qué maneras podría estar contribuyendo yo para que tuviésemos un mundo al menos un poco más amable que el que tenemos. Es decir, hacer algo positivo al respecto. 

Resulta muy cierto que la única manera de “atrevernos” a hacer cambios en nuestras vidas es cuando tenemos una motivación mucho mayor para cambiar que para seguir haciendo las cosas de igual manera. Y qué mayor motivación que ver en nuestra experiencia diaria a personas que están haciéndose eco de muchas cosas negativas. De esta forma será cada vez más importante que tengamos una actitud contraria, o sea, tratar de aprender o buscar cualquier detalle positivo que podamos resaltar aun en medio de esas circunstancias negativas. Y de paso, quien quita que con ese ejemplo podamos ayudar también a alguna de las personas que está haciendo lo negativo. 

Por otra parte, una de las mayores fuentes de temor que existen es todo lo relacionado con el futuro, sobre todo cuando el presente ya no se ve muy bien. La verdad que no tiene mucho sentido preocuparse por el futuro. Es que resulta muy curioso comprobar que muchas veces las cosas que más nos preocupan nunca suceden. De hecho, en momentos como los actuales no puedo evitar recordar algo que una vez leí, que dijo el célebre escritor Mark Twain hacia el final de su vida: Soy anciano y he tenido muchos problemas... ¡la mayoría de los cuales nunca sucedieron! 

Por otro lado, una de las mejores oportunidades de cambios que podemos procurar se nos presenta cuando vemos a familiares, amigos, colegas y personas que luchan con los temores y las angustias, y uno puede comprender mejor lo que enfrentan porque uno ha pasado por situaciones similares. En vez de juzgarlos o darles “buenos consejos”, uno puede sentir empatía por ellos y ayudarlos para que encuentren la fortaleza para luchar. Gracias principalmente al hecho de haber pasado por algo similar y, por tanto, de comprender cómo se siente de verdad esa persona, uno puede brindarle un apoyo más eficaz cuando más lo necesita ella. 

En resumen, en medio de circunstancias negativas cada uno vamos a tener la ocasión de aprender muchas cosas provechosas como, por ejemplo: 1. Negarnos de plano a enfocarnos en lo malo de la situación, sino más bien enfocarnos en lo bueno que pueda surgir de lo malo que vemos, lo cual vendrá a través de nuestros cambios de actitudes, así como de pensar más en los demás. 2. Desarrollar todo el potencial que tenemos cada uno para convertirnos en personas más útiles tanto para los demás como para nosotros mismos. 3. Como consecuencia, aprender la enorme diferencia que existe en los resultados entre una actitud de ayudarnos más unos a otros y otra de aprovecharnos más unos de otros, en especial en momentos de crisis. 

agusal77@gmail.com

@agusal77 

@viviendovalores