Racismo
En España hubo y hay gloria y grandes hombres como Unamuno, Ortega, Cervantes, José Santiago Ramón y Cajal, Jacinto Benavente, Juan Ramón Jiménez, Camilo José Cela y Santiago Calatrava; pero hay racismo...
El racismo es en extremo repugnante por injusto, sumamente cruel e inhumano. Se necesita ser muy perverso para deleitarse en la práctica de tan humillantes e inicuas diferenciaciones. La negritud no es un crimen sino un hecho de la creación que hace nacer un ser con características ya establecidas por la Madre Naturaleza. Características que no menoscaban en absoluto sus aptitudes y, buena prueba al respecto, es que la mayoría de las competiciones deportivas e incluso olímpicas son ganadas por personas de raza negra.
No es justo el culpar ni mucho menos despreciar a personas por acciones o circunstancias que no son malas en sí ni dependen de su voluntad. Lo que sí es un crimen es el racismo. Un crimen contra la dignidad humana. Y ya que hice mención de tales competencias deportivas, es pertinente destacar el hecho generalizado en los estadios y en las transmisiones deportivas de que se ven mensajes de “no al racismo” y “el racismo es un crimen”...
La justicia es igualdad de ánimo hasta en la excepcional desigualdad legal. Lo único que para estimarlos puede establecer justas diferencias entre los seres humanos es la suma de sus virtudes –valoración de fondo esencial– y su consecuencial capacidad de trabajo u horizonte de sus ejecutorias ya consumadas o en potencia o por hacer con mayor o menor probabilidad. Es despreciable, reitero, el pretender establecer diferencias sobre la base de otras razones (“La razón de la sinrazón”) como por ejemplo una determinada raza y en específico la raza negra.
La Libertad es la facultad de ser y el derecho de todo ser humano de actuar e inactuar. El ser es en toda persona la esencia substancial que la caracteriza y diferencia, por lo cual puede actuar de una u otra manera y por consiguiente, al ejercitar su libre albedrío, ser responsable de sus acciones.
Simón Bolívar, el “non plus ultra” de la Libertad, en el Congreso de Venezuela, celebrado en la ciudad de Santo Tomás de la Nueva Guayana en la Angostura del Orinoco –actual Ciudad Bolívar– el 15 de febrero de 1819, aseveró la absoluta necesidad de “Un Gobierno que haga triunfar bajo el imperio de Leyes inexorables, la igualdad y la libertad”. Y por esas tan nobles convicciones suyas, que hizo realidad fáctica en muchas ocasiones, enfatizó en que “La igualdad legal es indispensable donde hay desigualdad física, para corregir en cierto modo la injusticia de la naturaleza”.
En España hay racismo. (También hay condignas excepciones). Racismo a pesar de su negritud ancestral y pese a que –ironías de la vida– los españoles son discriminados en parte de Europa por, vaya coincidencia, racismo: se ha asegurado que España es más africana que europea porque –según esos opinantes– España forma parte de África, tanto como de Europa. Y que esto se comprobaría (prosiguen) porque Ceuta, Melilla y las Islas Canarias pertenecían al continente africano, por lo cual sus habitantes son africanos. Algunos españoles condenaron esa conducta racista de sus paisanos pero incrustaban en su opinión “peros” para atenuar la vileza. Al respecto fue tan acertado cuan contundente el artículo de Juanma Rodríguez en el famoso diario español ABC: “Arde el ninot de Vinicius y, al calorcito de las brasas, los maestros falleros del pero hacen su agosto: ‘Le han llamado mono, sí, pero…’. Y con el racismo no hay peros ni peras que valgan ni existe tampoco matiz alguno, que es para lo que sirve esa conjunción adversativa, o se está contra él o no se está”.
Es tan oportuno como justo el hacer constar que el Gobierno español asegura combatir el racismo; hace y muestra algunos alegatos e indicios al efecto e incluso se manifestó contra sus “nuevos elementos de calado, como es el discurso de odio en Internet”. El Consejo de Ministros aprobó la propuesta de Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, para el nuevo Marco Estratégico de Ciudadanía e Inclusión contra el Racismo y la Xenofobia en el lapso 2023-2027. Esto responde al compromiso de los Estados Miembros de la Unión Europea de tener planes específicos contra el racismo y renueva las estrategias aprobadas en 2011 y 2014. Pero también es justo consignar el criterio de que tal “combate” es débil si no se refuerza con el Derecho Criminal y congruas “penas de penal” severas.
Euronews, por Joshua Askew y publicado el 25 de octubre de 2023, expuso: “¿Qué países europeos son los más racistas? Desde la escuela al mercado laboral, pasando por la vivienda y la sanidad, la población negra sufre una discriminación "omnipresente e implacable", según revela un informe de la UE. Un nuevo informe ha puesto de relieve los "vergonzosos" niveles de racismo en Europa, comparando países de toda la región.
La Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea (FRA) descubrió que los afrodescendientes sufren habitualmente discriminación racial, acoso y violencia en todos los aspectos de su vida, vivan donde vivan” (resaltados míos).
La Encuesta a Representantes de Entidades o Asociaciones de Personas Africanas y Afrodescendientes residentes en España (EREAAE, 2020), incluyó una pregunta cerrada sobre su percepción de la evolución de la discriminación en España. Exactamente se les preguntó:
“En general, la discriminación que experimentan las personas africanas y afrodescendientes, ¿ha disminuido, se ha mantenido igual o ha aumentado en los últimos años?». El 60% de los 42 representantes que respondieron a la encuesta opina que la discriminación que experimentan las personas africanas y afrodescendientes «ha aumentado» (60%) en los últimos años”.
En enero de 2021 el Consejo para la Eliminación de la Discriminación Racial o Étnica (CEDRE), organismo autónomo adscrito a la Dirección General para la Igualdad de Trato y Diversidad Étnico Racial del Ministerio de Igualdad, presentó un informe titulado Percepción de la discriminación por origen racial o étnico por parte de sus potenciales víctimas en 2020. (...) Según el resumen del informe que publicó Newtral, “el 51,8% de las personas entrevistadas manifiestan haber sufrido discriminación en, al menos, una de las situaciones planteadas en la encuesta; situaciones tales como trato despectivo, insultos, violencia verbal, discriminación en el ámbito laboral o de la vivienda, marginación y exclusión social”.
La ONU fijó el 21 de marzo como Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial, como “fecha para combatir el racismo, la xenofobia y todas las formas de intolerancia, debe ser un punto de inflexión para reforzar el compromiso de todas las instituciones, entidades sociales y ciudadanía en la erradicación del racismo y la promoción de una sociedad más justa e igualitaria”.
En sus viajes por España en la década de 1830, el predicador protestante inglés George Borrow conectó con las comunidades gitanas, cuya lengua y costumbres estudió. En cuanto a su situación legal, comparándola con la de otros países, hizo la siguiente apreciación:
“[...] quizás no haya un país en el que se hayan hecho más leyes con miras de suprimir y extinguir el nombre, la raza y el modo de vivir de los gitanos como en España. Aunque el racismo de las derechas españolas era ante todo misionero y cristiano (uno de los componentes del llamado nacionalcatolicismo y que Trevor-Roper equipara al fascismo clerical), hubo más de un intento de conciliarlo con el racismo ario nazi. El más importante lo protagonizó el psiquiatra militar Antonio Vallejo-Nájera con su propuesta de «higiene racial» para formar una «aristocracia eugenésica» de la «raza española», definida con «índices biopsíquicos» por su espíritu cristiano, cuyos "puntos cardinales" son «estimular la procreación de los superdotados física y psíquicamente; favorecer el desarrollo integral del niño y del joven; y crear un medio ambiente favorable para la raza selecta». Así, no es partidario de la educación de los hijos de los obreros, con alguna excepción, porque su «genotipo contiene incrustadas tendencias difícilmente eliminables en la primera generación (...) Con la "higiene racial" se lograría formar «una supercasta hispánica, étnicamente mejorada, robusta moralmente, vigorosa en su espíritu [cristiano]». Como ha señalado Gonzalo Álvarez Chillida, «Vallejo admira sin duda los objetivos del racismo nazi, pero los busca dentro de los límites del catolicismo». Más radicalmente racistas arios y antisemitas fueron el catedrático de medicina Misael Bañuelos, que publicó en 1941 Antropología actual de los españoles, o el escritor monárquico Rafael López de Haro con su novela Adán, Eva y yo publicada en 1939.[47] (...)” (resaltados míos).
Manuel Murguía, historiador español, escritor e intelectual que “construyó las bases de la identidad de Galicia”, recurrió al racismo ario para definir la nacionalidad gallega al vincularla al celtismo. Así Murguía, como Gener, “para la ‘raza catalana’, contrapone el gallego ario – ‘el celta es nuestro único, nuestro verdadero antepasado’, frente al ‘español’ semítico-africano” (según Wikipedia y “racismo en España”).
Según Henry Kamen, historiador británico que hizo un estudio sobre la Inquisición, hubo lo siguiente: “fue sin duda la Inquisición la que, a partir de 1480, dio mayor impulso a la propagación de la discriminación [contra los conversos]”. Enric Prat de la Riba, el líder del nacionalismo catalán conservador, en 1899 y con el título “La raça catalana”, afirmó que los pueblos catalán y castellano o español “son la antítesis el uno del otro por la raza, el temperamento y el carácter”.
En España hay racismo: “El nuevo siglo XXI se abrió con uno de los incidentes racistas más graves ocurridos en España y que sería conocido como los sucesos de El Ejido, por el nombre de la localidad almeriense donde tuvieron lugar los hechos los días 5, 6 y 7 de febrero de 2000. El desencadenante de la «barbarie racista», como la calificó el diario El País, fue el asesinato de una joven de El Ejido, Encarnación López, de 26 años”.
El racismo es madrastra inclemente de la esclavitud. La sincronía o, mejor dicho, la relación causa-efecto se ve a la perfección en los EE.UU. Muy racistas y muy esclavistas. Esto (esclavistas) por aquello (racistas), causó allá el asesinato del gran Abraham Lincoln, uno de los hombres más nobles de la Historia universal, cuando era presidente de los Estados Unidos, a manos o garras de ¡¡un esclavista!! Era abogado y hombre extremadamente honrado (al punto de que lo llamaban “el honrado Abraham”) y de un alma sumamente sensible y pura, que lo hacía sentir mucha preocupación por los humildes. Cuando Lincoln vió por vez primera una traílla de negros encadenados sufrió una impresión muy dolorosa y abominó de la esclavitud. Ya Presidente de los EE.UU. y principiando la muy sangrienta guerra civil estadounidense, dictó el 1º de enero de 1863 la Proclama de Emancipación de los esclavos: “Todas las personas detenidas como esclavos son y en adelante serán libres”. A partir de esa fecha los Estados Unidos quedaron divididos en dos países. La nobilísima proclamación aceptó hombres negros en el ejército y permitió que los libertados se convirtieran en libertadores. Al final de la muy sangrienta “Guerra de Secesión” –causada por la abolición de la esclavitud y que amargó la presidencia del muy justiciero Presidente Lincoln– alrededor de doscientos mil soldados negros habían luchado por la libertad. Abraham Lincoln fue asesinado el 14 de abril de 1865 de un traicionero disparo por la espalda que le tiró ¡¡un esclavista!!
Simón Bolívar abolió la esclavitud en Venezuela. Halló mucha resistencia de sus pares mantuanos. El 6 de junio de 1816 dictó la primera proclama de abolición de la esclavitud y escribe al General Arismendi: “Proclamé la libertad general de los esclavos”. Y un mes después, el 6 de julio de 1816, dictó la segunda proclama de abolición de la esclavitud:
”Esta porción desgraciada de nuestros hermanos que han gemido bajo las miserias de la esclavitud, ya es libre. La naturaleza, la justicia y la política piden la emancipación de los esclavos: de aquí en adelante sólo habrá en Venezuela una clase de hombres, todos serán ciudadanos”. Y en 1819 se dirigió así en su Mensaje al Congreso de Angostura: “Yo abandono a vuestra soberana decisión la reforma o la revocación de todos mis estatutos y decretos; pero yo imploro la confirmación de la libertad absoluta de los esclavos, como imploraría mi vida y la vida de la República”.
En el mentado EE.UU. tanto el presidente Trump como su acólito Rubio advirtieron a los estadounidenses que no visitaran Venezuela porque “es muy peligroso”; pero aquí no le caemos a tiros a niños en sus escuelas... ¿Dónde es más peligroso?
Con posterioridad un paraguayo –Bobadilla, futbolista del equipo brasilero Sao Paulo– insultó a otro futbolista, Navarro, venezolano y jugador del equipo argentino Talleres, llamándolo “venezolano muerto de hambre”. Ese paraguayo no le hace honor a su patria, que elogié sobremanera en un artículo de no hace mucho en El Universal. Pero es que hay gente sin patria. El que la tenga y venere, también respeta a las demás porque sabe el valor de una patria. El de Venezuela es altísimo porque con la espada de Simón Bolívar, flor de raza y de siglo, libertó ¡¡¡cinco naciones!!! (Bolivia –mientras su vecina Paraguay veía cruzada de brazos– Colombia, Ecuador, Panamá y Perú) y las libertó (por eso es conocido universalmente como el Libertador) ¡¡¡sin saquearlas!!!, lo cual configura un caso único en la Historia universal.
El triste episodio del paraguayo afrentador, fue descrito así por AFP: “El venezolano Miguel Navarro fue víctima de xenofobia durante un partido de Copa Libertadores. Este martes sucedió un acto de discriminación durante un partido de Copa Libertadores entre Sao Paulo y Talleres de Córdoba, siendo el venezolano Miguel Navarro el afectado por un acto de xenofobia en su contra. A los 86 minutos del compromiso en Brasil, el defensor llanero rompió en llanto tras un insulto por parte del paraguayo Damián Bobadilla, quien supuestamente le dijo “venezolano muerto de hambre” al jugador del equipo cordobés. Tras lo sucedido, Navarro rompió el llanto y fue consolado por sus compañeros de equipo y también por futbolistas del cuadro brasileño. Después del partido, el jugador venezolano fue trasladado a la Policía Militar de Morumbí para prestar su declaración sobre el acto de discriminación”.
Fue noble y digna de encomio el apoyo de un muy buen jugador del Sao Paulo (compañero del paraguayo insultador) y otros al hacer lo mismo. Lo que no estuvo muy bien fue la lloradera de Navarro. Fue una exageración por no llamarla ridiculez. Es muy probable que tal se debiera al estar muy disgustado por la canallada del paraguayo y a la impotencia de no poderlo abofetear porque sería severamente castigado; pero hay que mantenerse serenos, firmes y dignos como venezolanos que son. Los venezolanos no son llorones sino orgullosos y muy valientes para honrar la memoria de sus antecesores que, con valor espartano y gran dignidad, libertaron su patria y buena parte del continente. En Venezuela retemblaron ochenta y ocho batallas (se dice pronto) y los españoles temían enfrentar a los venezolanos por ser terribles combatientes e incluso hubo gran disgusto cuando, al mando del gran Morillo y para que aceptaran venir a combatir en América, les ocultaron que viajaban desde España era para guerrear contra Venezuela y simularon que el viaje era a otro país sureño...
En Paraguay hubo la pavorosa dictadura de Stroessner y seguían de brazos cruzados... Cruzados de brazos cuando era muy necesario –cuando Venezuela libertaba al continente– hacer que primara la identidad territorial y política de América, como espacio democrático, en contraste con las monárquicas España y Europa. Es curioso que de un país de agricultores salte un sujeto a llamar “muerto de hambre” al natural de un país que el presidente Trump calificó como “el país más rico del mundo”, por sus fabulosas riquezas de toda índole.
El PIB per cápita es un infalible indicador del nivel de vida de un pueblo y en el caso de Paraguay, en 2023, fue de 5.861 euros, lo que demuestra que sus ciudadanos tienen un nivel de vida muy bajo en relación con el resto de los 196 países del ranking del PIB per cápita o por persona. Igual lo califica el Índice de Desarrollo Humano o IDH, que elabora las Naciones Unidas para medir el progreso de un país su nivel de vida.
Pero hay peores cosas: En Paraguay (donde siguen impunes los pavorosos crímenes de la dictadura de Stroessner) se apalea a manifestantes y aun los han matado a tiros, como en abril de 2017 cuando la Policía asesinó a un diputado de un tiro de escopeta en el rostro y mató a un estudiante (que protestaba pacíficamente) mientras un policía le puso la bota en la espalda. Y en La Asunción, después del partido en que Olimpia venció 2 a 1 a Cerroporteño dentro de la Copa Libertadores, el guardalínea Asterio Martínez fue derribado por un proyectil arrojado por un energúmeno. Prolijas imágenes de la T.V. paraguaya difundían en colores la estrepitosa caída de Martínez, a quien se le rompió la cabeza; permanecía inmóvil y los médicos le daban masajes en el pecho y respiración boca a boca. La cabeza de Martínez se empapó de sangre. Atrás de la imagen la gente festejaba y cantaba porque había visto un buen partido de fútbol. Martínez quedó desvanecido, con una herida de cuatro centímetros en la cabeza y un principio de conmoción cerebral. La prensa paraguaya comentó: “¿Quién es Martínez?, un trabajador, que vive empleado por la gran empresa que es el fútbol”. Y agregó que el proyectil que lo hirió era ¡¡un pedazo de cemento de casi un kilogramo de peso!! y partió de la tribuna del Olimpia. El diario ABC registró la declaración de un dirigente del Olimpia, Arnaldo Cajes: “Se merecen eso y mucho más”, refiriéndose lógicamente a los árbitros, según interpretó ese diario. En Venezuela no pasa eso. Punto final.
No es justo el culpar ni mucho menos despreciar a personas por acciones o circunstancias que no son malas en sí ni dependen de su voluntad. Lo que sí es un crimen es el racismo. Un crimen contra la dignidad humana. Y ya que hice mención de tales competencias deportivas, es pertinente destacar el hecho generalizado en los estadios y en las transmisiones deportivas de que se ven mensajes de “no al racismo” y “el racismo es un crimen”...
La justicia es igualdad de ánimo hasta en la excepcional desigualdad legal. Lo único que para estimarlos puede establecer justas diferencias entre los seres humanos es la suma de sus virtudes –valoración de fondo esencial– y su consecuencial capacidad de trabajo u horizonte de sus ejecutorias ya consumadas o en potencia o por hacer con mayor o menor probabilidad. Es despreciable, reitero, el pretender establecer diferencias sobre la base de otras razones (“La razón de la sinrazón”) como por ejemplo una determinada raza y en específico la raza negra.
La Libertad es la facultad de ser y el derecho de todo ser humano de actuar e inactuar. El ser es en toda persona la esencia substancial que la caracteriza y diferencia, por lo cual puede actuar de una u otra manera y por consiguiente, al ejercitar su libre albedrío, ser responsable de sus acciones.
Simón Bolívar, el “non plus ultra” de la Libertad, en el Congreso de Venezuela, celebrado en la ciudad de Santo Tomás de la Nueva Guayana en la Angostura del Orinoco –actual Ciudad Bolívar– el 15 de febrero de 1819, aseveró la absoluta necesidad de “Un Gobierno que haga triunfar bajo el imperio de Leyes inexorables, la igualdad y la libertad”. Y por esas tan nobles convicciones suyas, que hizo realidad fáctica en muchas ocasiones, enfatizó en que “La igualdad legal es indispensable donde hay desigualdad física, para corregir en cierto modo la injusticia de la naturaleza”.
En España hay racismo. (También hay condignas excepciones). Racismo a pesar de su negritud ancestral y pese a que –ironías de la vida– los españoles son discriminados en parte de Europa por, vaya coincidencia, racismo: se ha asegurado que España es más africana que europea porque –según esos opinantes– España forma parte de África, tanto como de Europa. Y que esto se comprobaría (prosiguen) porque Ceuta, Melilla y las Islas Canarias pertenecían al continente africano, por lo cual sus habitantes son africanos. Algunos españoles condenaron esa conducta racista de sus paisanos pero incrustaban en su opinión “peros” para atenuar la vileza. Al respecto fue tan acertado cuan contundente el artículo de Juanma Rodríguez en el famoso diario español ABC: “Arde el ninot de Vinicius y, al calorcito de las brasas, los maestros falleros del pero hacen su agosto: ‘Le han llamado mono, sí, pero…’. Y con el racismo no hay peros ni peras que valgan ni existe tampoco matiz alguno, que es para lo que sirve esa conjunción adversativa, o se está contra él o no se está”.
Es tan oportuno como justo el hacer constar que el Gobierno español asegura combatir el racismo; hace y muestra algunos alegatos e indicios al efecto e incluso se manifestó contra sus “nuevos elementos de calado, como es el discurso de odio en Internet”. El Consejo de Ministros aprobó la propuesta de Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, para el nuevo Marco Estratégico de Ciudadanía e Inclusión contra el Racismo y la Xenofobia en el lapso 2023-2027. Esto responde al compromiso de los Estados Miembros de la Unión Europea de tener planes específicos contra el racismo y renueva las estrategias aprobadas en 2011 y 2014. Pero también es justo consignar el criterio de que tal “combate” es débil si no se refuerza con el Derecho Criminal y congruas “penas de penal” severas.
Euronews, por Joshua Askew y publicado el 25 de octubre de 2023, expuso: “¿Qué países europeos son los más racistas? Desde la escuela al mercado laboral, pasando por la vivienda y la sanidad, la población negra sufre una discriminación "omnipresente e implacable", según revela un informe de la UE. Un nuevo informe ha puesto de relieve los "vergonzosos" niveles de racismo en Europa, comparando países de toda la región.
La Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea (FRA) descubrió que los afrodescendientes sufren habitualmente discriminación racial, acoso y violencia en todos los aspectos de su vida, vivan donde vivan” (resaltados míos).
La Encuesta a Representantes de Entidades o Asociaciones de Personas Africanas y Afrodescendientes residentes en España (EREAAE, 2020), incluyó una pregunta cerrada sobre su percepción de la evolución de la discriminación en España. Exactamente se les preguntó:
“En general, la discriminación que experimentan las personas africanas y afrodescendientes, ¿ha disminuido, se ha mantenido igual o ha aumentado en los últimos años?». El 60% de los 42 representantes que respondieron a la encuesta opina que la discriminación que experimentan las personas africanas y afrodescendientes «ha aumentado» (60%) en los últimos años”.
En enero de 2021 el Consejo para la Eliminación de la Discriminación Racial o Étnica (CEDRE), organismo autónomo adscrito a la Dirección General para la Igualdad de Trato y Diversidad Étnico Racial del Ministerio de Igualdad, presentó un informe titulado Percepción de la discriminación por origen racial o étnico por parte de sus potenciales víctimas en 2020. (...) Según el resumen del informe que publicó Newtral, “el 51,8% de las personas entrevistadas manifiestan haber sufrido discriminación en, al menos, una de las situaciones planteadas en la encuesta; situaciones tales como trato despectivo, insultos, violencia verbal, discriminación en el ámbito laboral o de la vivienda, marginación y exclusión social”.
La ONU fijó el 21 de marzo como Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial, como “fecha para combatir el racismo, la xenofobia y todas las formas de intolerancia, debe ser un punto de inflexión para reforzar el compromiso de todas las instituciones, entidades sociales y ciudadanía en la erradicación del racismo y la promoción de una sociedad más justa e igualitaria”.
En sus viajes por España en la década de 1830, el predicador protestante inglés George Borrow conectó con las comunidades gitanas, cuya lengua y costumbres estudió. En cuanto a su situación legal, comparándola con la de otros países, hizo la siguiente apreciación:
“[...] quizás no haya un país en el que se hayan hecho más leyes con miras de suprimir y extinguir el nombre, la raza y el modo de vivir de los gitanos como en España. Aunque el racismo de las derechas españolas era ante todo misionero y cristiano (uno de los componentes del llamado nacionalcatolicismo y que Trevor-Roper equipara al fascismo clerical), hubo más de un intento de conciliarlo con el racismo ario nazi. El más importante lo protagonizó el psiquiatra militar Antonio Vallejo-Nájera con su propuesta de «higiene racial» para formar una «aristocracia eugenésica» de la «raza española», definida con «índices biopsíquicos» por su espíritu cristiano, cuyos "puntos cardinales" son «estimular la procreación de los superdotados física y psíquicamente; favorecer el desarrollo integral del niño y del joven; y crear un medio ambiente favorable para la raza selecta». Así, no es partidario de la educación de los hijos de los obreros, con alguna excepción, porque su «genotipo contiene incrustadas tendencias difícilmente eliminables en la primera generación (...) Con la "higiene racial" se lograría formar «una supercasta hispánica, étnicamente mejorada, robusta moralmente, vigorosa en su espíritu [cristiano]». Como ha señalado Gonzalo Álvarez Chillida, «Vallejo admira sin duda los objetivos del racismo nazi, pero los busca dentro de los límites del catolicismo». Más radicalmente racistas arios y antisemitas fueron el catedrático de medicina Misael Bañuelos, que publicó en 1941 Antropología actual de los españoles, o el escritor monárquico Rafael López de Haro con su novela Adán, Eva y yo publicada en 1939.[47] (...)” (resaltados míos).
Manuel Murguía, historiador español, escritor e intelectual que “construyó las bases de la identidad de Galicia”, recurrió al racismo ario para definir la nacionalidad gallega al vincularla al celtismo. Así Murguía, como Gener, “para la ‘raza catalana’, contrapone el gallego ario – ‘el celta es nuestro único, nuestro verdadero antepasado’, frente al ‘español’ semítico-africano” (según Wikipedia y “racismo en España”).
Según Henry Kamen, historiador británico que hizo un estudio sobre la Inquisición, hubo lo siguiente: “fue sin duda la Inquisición la que, a partir de 1480, dio mayor impulso a la propagación de la discriminación [contra los conversos]”. Enric Prat de la Riba, el líder del nacionalismo catalán conservador, en 1899 y con el título “La raça catalana”, afirmó que los pueblos catalán y castellano o español “son la antítesis el uno del otro por la raza, el temperamento y el carácter”.
En España hay racismo: “El nuevo siglo XXI se abrió con uno de los incidentes racistas más graves ocurridos en España y que sería conocido como los sucesos de El Ejido, por el nombre de la localidad almeriense donde tuvieron lugar los hechos los días 5, 6 y 7 de febrero de 2000. El desencadenante de la «barbarie racista», como la calificó el diario El País, fue el asesinato de una joven de El Ejido, Encarnación López, de 26 años”.
El racismo es madrastra inclemente de la esclavitud. La sincronía o, mejor dicho, la relación causa-efecto se ve a la perfección en los EE.UU. Muy racistas y muy esclavistas. Esto (esclavistas) por aquello (racistas), causó allá el asesinato del gran Abraham Lincoln, uno de los hombres más nobles de la Historia universal, cuando era presidente de los Estados Unidos, a manos o garras de ¡¡un esclavista!! Era abogado y hombre extremadamente honrado (al punto de que lo llamaban “el honrado Abraham”) y de un alma sumamente sensible y pura, que lo hacía sentir mucha preocupación por los humildes. Cuando Lincoln vió por vez primera una traílla de negros encadenados sufrió una impresión muy dolorosa y abominó de la esclavitud. Ya Presidente de los EE.UU. y principiando la muy sangrienta guerra civil estadounidense, dictó el 1º de enero de 1863 la Proclama de Emancipación de los esclavos: “Todas las personas detenidas como esclavos son y en adelante serán libres”. A partir de esa fecha los Estados Unidos quedaron divididos en dos países. La nobilísima proclamación aceptó hombres negros en el ejército y permitió que los libertados se convirtieran en libertadores. Al final de la muy sangrienta “Guerra de Secesión” –causada por la abolición de la esclavitud y que amargó la presidencia del muy justiciero Presidente Lincoln– alrededor de doscientos mil soldados negros habían luchado por la libertad. Abraham Lincoln fue asesinado el 14 de abril de 1865 de un traicionero disparo por la espalda que le tiró ¡¡un esclavista!!
Simón Bolívar abolió la esclavitud en Venezuela. Halló mucha resistencia de sus pares mantuanos. El 6 de junio de 1816 dictó la primera proclama de abolición de la esclavitud y escribe al General Arismendi: “Proclamé la libertad general de los esclavos”. Y un mes después, el 6 de julio de 1816, dictó la segunda proclama de abolición de la esclavitud:
”Esta porción desgraciada de nuestros hermanos que han gemido bajo las miserias de la esclavitud, ya es libre. La naturaleza, la justicia y la política piden la emancipación de los esclavos: de aquí en adelante sólo habrá en Venezuela una clase de hombres, todos serán ciudadanos”. Y en 1819 se dirigió así en su Mensaje al Congreso de Angostura: “Yo abandono a vuestra soberana decisión la reforma o la revocación de todos mis estatutos y decretos; pero yo imploro la confirmación de la libertad absoluta de los esclavos, como imploraría mi vida y la vida de la República”.
En el mentado EE.UU. tanto el presidente Trump como su acólito Rubio advirtieron a los estadounidenses que no visitaran Venezuela porque “es muy peligroso”; pero aquí no le caemos a tiros a niños en sus escuelas... ¿Dónde es más peligroso?
Con posterioridad un paraguayo –Bobadilla, futbolista del equipo brasilero Sao Paulo– insultó a otro futbolista, Navarro, venezolano y jugador del equipo argentino Talleres, llamándolo “venezolano muerto de hambre”. Ese paraguayo no le hace honor a su patria, que elogié sobremanera en un artículo de no hace mucho en El Universal. Pero es que hay gente sin patria. El que la tenga y venere, también respeta a las demás porque sabe el valor de una patria. El de Venezuela es altísimo porque con la espada de Simón Bolívar, flor de raza y de siglo, libertó ¡¡¡cinco naciones!!! (Bolivia –mientras su vecina Paraguay veía cruzada de brazos– Colombia, Ecuador, Panamá y Perú) y las libertó (por eso es conocido universalmente como el Libertador) ¡¡¡sin saquearlas!!!, lo cual configura un caso único en la Historia universal.
El triste episodio del paraguayo afrentador, fue descrito así por AFP: “El venezolano Miguel Navarro fue víctima de xenofobia durante un partido de Copa Libertadores. Este martes sucedió un acto de discriminación durante un partido de Copa Libertadores entre Sao Paulo y Talleres de Córdoba, siendo el venezolano Miguel Navarro el afectado por un acto de xenofobia en su contra. A los 86 minutos del compromiso en Brasil, el defensor llanero rompió en llanto tras un insulto por parte del paraguayo Damián Bobadilla, quien supuestamente le dijo “venezolano muerto de hambre” al jugador del equipo cordobés. Tras lo sucedido, Navarro rompió el llanto y fue consolado por sus compañeros de equipo y también por futbolistas del cuadro brasileño. Después del partido, el jugador venezolano fue trasladado a la Policía Militar de Morumbí para prestar su declaración sobre el acto de discriminación”.
Fue noble y digna de encomio el apoyo de un muy buen jugador del Sao Paulo (compañero del paraguayo insultador) y otros al hacer lo mismo. Lo que no estuvo muy bien fue la lloradera de Navarro. Fue una exageración por no llamarla ridiculez. Es muy probable que tal se debiera al estar muy disgustado por la canallada del paraguayo y a la impotencia de no poderlo abofetear porque sería severamente castigado; pero hay que mantenerse serenos, firmes y dignos como venezolanos que son. Los venezolanos no son llorones sino orgullosos y muy valientes para honrar la memoria de sus antecesores que, con valor espartano y gran dignidad, libertaron su patria y buena parte del continente. En Venezuela retemblaron ochenta y ocho batallas (se dice pronto) y los españoles temían enfrentar a los venezolanos por ser terribles combatientes e incluso hubo gran disgusto cuando, al mando del gran Morillo y para que aceptaran venir a combatir en América, les ocultaron que viajaban desde España era para guerrear contra Venezuela y simularon que el viaje era a otro país sureño...
En Paraguay hubo la pavorosa dictadura de Stroessner y seguían de brazos cruzados... Cruzados de brazos cuando era muy necesario –cuando Venezuela libertaba al continente– hacer que primara la identidad territorial y política de América, como espacio democrático, en contraste con las monárquicas España y Europa. Es curioso que de un país de agricultores salte un sujeto a llamar “muerto de hambre” al natural de un país que el presidente Trump calificó como “el país más rico del mundo”, por sus fabulosas riquezas de toda índole.
El PIB per cápita es un infalible indicador del nivel de vida de un pueblo y en el caso de Paraguay, en 2023, fue de 5.861 euros, lo que demuestra que sus ciudadanos tienen un nivel de vida muy bajo en relación con el resto de los 196 países del ranking del PIB per cápita o por persona. Igual lo califica el Índice de Desarrollo Humano o IDH, que elabora las Naciones Unidas para medir el progreso de un país su nivel de vida.
Pero hay peores cosas: En Paraguay (donde siguen impunes los pavorosos crímenes de la dictadura de Stroessner) se apalea a manifestantes y aun los han matado a tiros, como en abril de 2017 cuando la Policía asesinó a un diputado de un tiro de escopeta en el rostro y mató a un estudiante (que protestaba pacíficamente) mientras un policía le puso la bota en la espalda. Y en La Asunción, después del partido en que Olimpia venció 2 a 1 a Cerroporteño dentro de la Copa Libertadores, el guardalínea Asterio Martínez fue derribado por un proyectil arrojado por un energúmeno. Prolijas imágenes de la T.V. paraguaya difundían en colores la estrepitosa caída de Martínez, a quien se le rompió la cabeza; permanecía inmóvil y los médicos le daban masajes en el pecho y respiración boca a boca. La cabeza de Martínez se empapó de sangre. Atrás de la imagen la gente festejaba y cantaba porque había visto un buen partido de fútbol. Martínez quedó desvanecido, con una herida de cuatro centímetros en la cabeza y un principio de conmoción cerebral. La prensa paraguaya comentó: “¿Quién es Martínez?, un trabajador, que vive empleado por la gran empresa que es el fútbol”. Y agregó que el proyectil que lo hirió era ¡¡un pedazo de cemento de casi un kilogramo de peso!! y partió de la tribuna del Olimpia. El diario ABC registró la declaración de un dirigente del Olimpia, Arnaldo Cajes: “Se merecen eso y mucho más”, refiriéndose lógicamente a los árbitros, según interpretó ese diario. En Venezuela no pasa eso. Punto final.
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