Los congresistas republicanos; María Elvira Salazar, Mario Díaz-Balart y Carlos Giménez, amenazaron con bloquear la votación presupuestaria en el congreso de los EEUU, si el gobierno de Donald Trump, no revocaba las licencias petroleras de Chevron en Venezuela. Cuentan con Marco Rubio, dentro del gobierno de Trump, y con María Corina Machado (MCM), como auspiciadora vernácula de tamaño despropósito.

Finalmente, el pasado 27 de mayo, expiró la llamada licencia 41 y el gobierno de EEUU, “canceló de un plumazo”, más de 100 años de actividad en Venezuela de la Chevron Corporation. Te lo debemos María Corina.

Insiste la caudilla, en su línea de impulsar medidas de “máxima presión” contra el gobierno de Maduro. Ahora exige a la Unión Europea, seguir el ejemplo de USA de aplicar severas medidas, para terminar de derrocar al gobierno venezolano. Se mantiene en su línea política insurreccional, sólo interrumpida por las elecciones presidenciales del año pasado.

Por lo menos desde 2014, MCM viene promoviendo con otros dirigentes de la oposición venezolana, sanciones contra Venezuela que faciliten una explosión social y/o provoquen un alzamiento militar, pero como no se ha producido, “ni lo uno, ni lo otro”; retoma el tema de la intervención de una fuerza militar multinacional para “liberar” a occidente, del peligro que representa Venezuela. Sólo no dice que para colocarla a ella al frente del gobierno. Que le hagan el trabajo pues.

En estos tiempos de locura política, la congresista estadounidense María Elvira Salazar, llegó a decir que está dispuesta a hacer cualquier cosa que MCM le solicite. “Pida por esa boquita”, pues.

Revisando varios capítulos recientes de la trama, me tropiezo con las supuestas fricciones en el seno del gobierno estadounidense, y confieso no sé qué pensar de las “diferencias” entre el enviado especial para Venezuela, Richard Grenell y, Marco Rubio. ¿Será que están escenificando el conocido sketch del policía bueno y el policía malo?

Recuerdo entonces las revelaciones del libro publicado por el secretario de estado de Trump en su primer mandato, Mike Pompeo, en noviembre 2022, “Never Give An Inch (Nunca cedas una pulgada)”, y me pregunto ¿es la misma política de Trump “I” y con los mismos personajes con los que cuenta Rubio para “someter” a Venezuela en estos tiempos? Además de MCM, por supuesto.

Sostiene en su libro Pompeo, que la oposición venezolana encabezada por Guaidó, recibió por lo menos mil millones de dólares para “ayuda humanitaria”. Entre otras cosas se confirma el papel protagónico jugado las principales figuras del ex G4, quienes atrincherados en la Asamblea Nacional (AN-2015), trabajaron para derrocar el gobierno de Maduro, con intentonas militares fallidas y medidas coercitivas unilaterales incluidas. Pura coincidencia.

En lenguaje poco diplomático, el ex secretario de estado estadounidense afirma que buscaban “hacerle la vida miserable al régimen, para que Nicolás Maduro y sus ‘matones’ tuvieran que hacer un trato con la oposición”. El señor Pompeo revela que su país montó una campaña de máxima presión sobre Maduro, junto con los presidentes de Brasil y Colombia, Jair Bolsonaro e Iván Duque, respectivamente, el Grupo de Lima y la Unión Europea,

También sostiene el ex alto funcionario estadounidense, que Trump promovió sanciones contra PDVSA y ordenó la confiscación o expropiación de los activos petroleros venezolanos, para anular la capacidad de Venezuela de producir petróleo y arruinar al país, poner a pasar hambre a los venezolanos, provocar una explosión social y lograr un pronunciamiento militar respaldado por una invasión militar extranjera disfrazada de ayuda humanitaria. ¿Será un "déjà vu" lo que vivimos?

Pompeo admite en el libro el fracaso de la administración Trump, al utilizar el Grupo de Lima para producir la renuncia de Maduro, sostiene que, aunque la vía del golpe de Estado no era una opción tan clara para la Casa Blanca, siempre fue defendida por el entorno de Guaidó, e insinúa que el dirigente opositor estuvo metido de lleno en la conspiración e intento de golpe de estado contra el presidente Nicolás Maduro Moros, el 30 de abril de 2019.

Además, Pompeo admite en el libro que la opción de la invasión militar a Venezuela siempre estuvo “sobre la mesa” para Trump, quien, en su obsesión por derrocar a Nicolás Maduro, habló varias veces con él sobre la materia, y con el “experto en golpes" John Bolton.

Pompeo reconoce que se arriesgaron con el entonces recién electo presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, quien “asumió” como presidente interino sin el respaldo de toda la oposición que funcionaba desde la AN y devela que fue el embajador de Estados Unidos para Venezuela, James Story, quien “hizo magia (repartió panes)”, para lograr alinear al resto del antichavismo detrás de Guaidó. Cómo les gusta la mantequilla.

Bueno pues ¿será que Trump y Rubio, no conocen la catadura moral de los adláteres de MCM en la oposición venezolana? Sinceramente lo dudo.

¿Será que no les importa nada y todavía está presente en su política aquello de “todas las opciones están planteadas”? ¿Será que Trump viene por la revancha?

JOSÉ GREGORIO RODRÍGUEZ R.
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