Sesgo de cierre y las neuronas espejo
Las IA no poseen, como nosotros, células espejo, aquellas que nos permiten mimetizar el comportamiento de nuestros semejantes e interpretar señales sociales de manera natural, pero tienen una gran capacidad de aprendizaje
En un artículo anterior hablé sobre la "alucinación tecnológica", un fenómeno común en Inteligencias Artificiales. Hoy quiero centrarme en una estructura de respuestas que, sin ser un fallo técnico, resulta incómoda y deficiente en conversaciones con chatbots de texto. He desarrollado un método para mejorar los prompts, y quiero compartirlo.
Una IA al responder a preguntas sobre temas en los que el usuario ya tiene un nivel de conocimiento intermedio no suele confirmar si la respuesta ha sido suficiente y sugieren, en cambio, explorar temas relacionados. Además con frecuencia entregan información ya conocida; Suelen también usar términos ambiguos que requieren aclaración; y, por último, responden con un resumen excesivamente breve. A este patrón sistemático lo llamo "sesgo de cierre", pues refleja una inclinación recurrente en la forma en que estructuran sus respuestas. En este contexto, "sesgo" significa una tendencia a actuar sin evaluar otras posibilidades antes de tomar la decisión de cerrar el tema. No es un simple patrón conversacional, es la manifestación de un principio más profundo: una pauta de emulación de un estado de cierre similar al de la mente humana cuando siente que ha comprendido un concepto completamente.
En los humanos, el cierre cognitivo puede implicar o conocimiento pleno o una sensación de suficiencia conceptual que permite dejar un tema. Este proceso se da porque la mente busca reducir la incertidumbre y optimizar la carga cognitiva.
En las IA, en cambio, el paso a un nuevo tema puede representar una optimización conversacional, o podría estar reflejando una tendencia estadística: al responder en los términos solicitados el sistema puede interpretar que la consulta ha sido resuelta y, por lo tanto, procede a abrir nuevos espacios de conversación.
Esto tiene implicaciones profundas en el diseño y funcionamiento de los modelos de lenguaje:
1. Simulación de certeza: Si la IA no detecta más preguntas, podría asumir que el usuario ha comprendido por completo el tema, generando un cierre artificial del discurso.
2. Procesamiento conversacional como ciclo cerrado: En lugar de dejar preguntas abiertas, las IA buscan una conclusión que “encaje” en su estructura de generación de respuestas, lo que las asemeja a los humanos en su necesidad de conclusión.
3. Diferencia clave con el pensamiento humano: Mientras los humanos pueden experimentar la incertidumbre como un estado prolongado, las IA están diseñadas para evitarla, pus no pueden “esperar” una respuesta futura o dejar una pregunta abierta sin generar contenido.
Las IA no poseen, como nosotros, células espejo, aquellas que nos permiten mimetizar el comportamiento de nuestros semejantes e interpretar señales sociales de manera natural, pero tienen una gran capacidad de aprendizaje, y muy probablemente el patrón dominante en sus interacciones es el de preguntas cortas y cierre rápido. Esto significa que han tendido a ajustarse al comportamiento más frecuente de los usuarios, optimizando sus respuestas en función de consultas breves y directas.
Como consecuencia, quienes buscamos mayor profundidad confrontamos los problemas señalados, pues la IA prioriza respuestas concisas sobre exploraciones más detalladas. Por ello, es conveniente cambiar la estructura de prompts para evitar estos problemas, de este modo:
1) Quién debe responder: Especifico si quiero que la IA responda como un experto, divulgador, asesor práctico o especialista técnico.
Ejemplo: "Respóndeme como un epistemólogo especializado en filosofía del conocimiento."
2) Explicitar el rol como consultante: Indico mi nivel de conocimiento para que la IA ajuste la profundidad de la respuesta.
Ejemplo: "Soy investigador en psicología cognitiva, con amplios conocimientos de neurociencia, y deseo una respuesta técnica sobre heurística."
3) Indicar el contexto de la pregunta: Explico el propósito de mi consulta y especifico si busco una respuesta teórica, aplicada, histórica o comparativa.
Ejemplo: "Exploro heurísticas en el ámbito de la inteligencia artificial y su relación con los sesgos."
4) Indicar el nivel de profundidad deseado:
- Básico: Explicación accesible para cualquier usuario.
- Divulgativo: Mayor nivel de detalle, pero comprensible.
- Técnico/profesional: Precisión conceptual sin simplificación excesiva.
Ejemplo: "Dame una respuesta técnica con referencias a trabajos anteriores en este campo."
5) Especificar el criterio de cierre de la conversación: Indico que quiero evaluar la respuesta antes de pasar a otro tema, evitando un cierre apresurado.
Ejemplo: "No deseo cambiar de tema hasta llegar a una conceptualización clara."
6) Indicar qué hacer tras la conclusión: Si profundizaré en temas relacionados o cambiaré de asunto sin sugerencias adicionales.
Ejemplo: "Al terminar, quiero explorar la aplicación de estos conceptos en el diseño de IA."
Una IA al responder a preguntas sobre temas en los que el usuario ya tiene un nivel de conocimiento intermedio no suele confirmar si la respuesta ha sido suficiente y sugieren, en cambio, explorar temas relacionados. Además con frecuencia entregan información ya conocida; Suelen también usar términos ambiguos que requieren aclaración; y, por último, responden con un resumen excesivamente breve. A este patrón sistemático lo llamo "sesgo de cierre", pues refleja una inclinación recurrente en la forma en que estructuran sus respuestas. En este contexto, "sesgo" significa una tendencia a actuar sin evaluar otras posibilidades antes de tomar la decisión de cerrar el tema. No es un simple patrón conversacional, es la manifestación de un principio más profundo: una pauta de emulación de un estado de cierre similar al de la mente humana cuando siente que ha comprendido un concepto completamente.
En los humanos, el cierre cognitivo puede implicar o conocimiento pleno o una sensación de suficiencia conceptual que permite dejar un tema. Este proceso se da porque la mente busca reducir la incertidumbre y optimizar la carga cognitiva.
En las IA, en cambio, el paso a un nuevo tema puede representar una optimización conversacional, o podría estar reflejando una tendencia estadística: al responder en los términos solicitados el sistema puede interpretar que la consulta ha sido resuelta y, por lo tanto, procede a abrir nuevos espacios de conversación.
Esto tiene implicaciones profundas en el diseño y funcionamiento de los modelos de lenguaje:
1. Simulación de certeza: Si la IA no detecta más preguntas, podría asumir que el usuario ha comprendido por completo el tema, generando un cierre artificial del discurso.
2. Procesamiento conversacional como ciclo cerrado: En lugar de dejar preguntas abiertas, las IA buscan una conclusión que “encaje” en su estructura de generación de respuestas, lo que las asemeja a los humanos en su necesidad de conclusión.
3. Diferencia clave con el pensamiento humano: Mientras los humanos pueden experimentar la incertidumbre como un estado prolongado, las IA están diseñadas para evitarla, pus no pueden “esperar” una respuesta futura o dejar una pregunta abierta sin generar contenido.
Las IA no poseen, como nosotros, células espejo, aquellas que nos permiten mimetizar el comportamiento de nuestros semejantes e interpretar señales sociales de manera natural, pero tienen una gran capacidad de aprendizaje, y muy probablemente el patrón dominante en sus interacciones es el de preguntas cortas y cierre rápido. Esto significa que han tendido a ajustarse al comportamiento más frecuente de los usuarios, optimizando sus respuestas en función de consultas breves y directas.
Como consecuencia, quienes buscamos mayor profundidad confrontamos los problemas señalados, pues la IA prioriza respuestas concisas sobre exploraciones más detalladas. Por ello, es conveniente cambiar la estructura de prompts para evitar estos problemas, de este modo:
1) Quién debe responder: Especifico si quiero que la IA responda como un experto, divulgador, asesor práctico o especialista técnico.
Ejemplo: "Respóndeme como un epistemólogo especializado en filosofía del conocimiento."
2) Explicitar el rol como consultante: Indico mi nivel de conocimiento para que la IA ajuste la profundidad de la respuesta.
Ejemplo: "Soy investigador en psicología cognitiva, con amplios conocimientos de neurociencia, y deseo una respuesta técnica sobre heurística."
3) Indicar el contexto de la pregunta: Explico el propósito de mi consulta y especifico si busco una respuesta teórica, aplicada, histórica o comparativa.
Ejemplo: "Exploro heurísticas en el ámbito de la inteligencia artificial y su relación con los sesgos."
4) Indicar el nivel de profundidad deseado:
- Básico: Explicación accesible para cualquier usuario.
- Divulgativo: Mayor nivel de detalle, pero comprensible.
- Técnico/profesional: Precisión conceptual sin simplificación excesiva.
Ejemplo: "Dame una respuesta técnica con referencias a trabajos anteriores en este campo."
5) Especificar el criterio de cierre de la conversación: Indico que quiero evaluar la respuesta antes de pasar a otro tema, evitando un cierre apresurado.
Ejemplo: "No deseo cambiar de tema hasta llegar a una conceptualización clara."
6) Indicar qué hacer tras la conclusión: Si profundizaré en temas relacionados o cambiaré de asunto sin sugerencias adicionales.
Ejemplo: "Al terminar, quiero explorar la aplicación de estos conceptos en el diseño de IA."
Con esta estructura, logro mejores resultados. Espero les sea útil como a mí.
@AsuajeGuedez
asuajeguedezd@gmail.com
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