Humberto Fernández-Morán
En el año 1954, Fernández-Morán decide retornar a Caracas y conversa con las autoridades de turno sobre la necesidad de crear un centro de investigación de alto nivel, y logra el soporte estatal para constituir el IVNIC
Humberto Fernández-Morán es un marabino, padre de la concepción investigativa y de las ciencias en Venezuela. Estuvo entre nosotros durante todo el siglo XX, y nos otorgó el fruto de sus investigaciones y productos creativos.
Estudia en el Colegio Alemán de Maracaibo y, a continuación, es enviado a Alemania para terminar sus estudios de bachillerato. No regresa a Venezuela sino hasta la muerte del dictador Juan Vicente Gómez. Sus condiciones académicas y sus aptitudes le permiten un desempeño importante en su estadía en el extranjero. Continúa en allí y estudia medicina en la Universidad de Múnich para obtener su título de médico cirujano y doctor en ciencias médicas; pero la Segunda Guerra Mundial, lo obliga a retornar a la patria.
Estudia en el Colegio Alemán de Maracaibo y, a continuación, es enviado a Alemania para terminar sus estudios de bachillerato. No regresa a Venezuela sino hasta la muerte del dictador Juan Vicente Gómez. Sus condiciones académicas y sus aptitudes le permiten un desempeño importante en su estadía en el extranjero. Continúa en allí y estudia medicina en la Universidad de Múnich para obtener su título de médico cirujano y doctor en ciencias médicas; pero la Segunda Guerra Mundial, lo obliga a retornar a la patria.
Revalida su título en la Universidad Central de Venezuela (UCV) y ejerce por poco tiempo en el hospital psiquiátrico de Maracaibo.
Realiza un internado en la Universidad George Washington (EUA) para cumplir neurología y neuropatología. Luego va a Estocolmo, para trabajar como investigador en el área de Microscopía electrónica de 1947 a 1949 en el Instituto Nobel de Física y por tres años (1948-1951) en el Instituto de Investigación Celular y Genética, del Karolinska Institutet en la misma ciudad.
En el año 1954, Fernández-Morán decide retornar a Caracas y conversa con las autoridades de turno sobre la necesidad de crear un centro de investigación de alto nivel, y logra el soporte estatal para constituir el Instituto Venezolano de Neurología e Investigaciones Cerebrales (IVNIC), en los Altos de Pipe (estado Miranda), luego IVIC. Allí se fundó la Biblioteca Científica de Latinoamérica, se ubicó el primer reactor nuclear de Latinoamérica y el primer centro científico tecnológico del continente. Las contribuciones en el campo biomédico con el Bisturí de Diamante y otras patentes, ponen su trabajo al servicio de la nación y no solo una mera muestra particular de su esfuerzo. Su figura debe ser valorada por las nuevas generaciones.
@RafaelMartinezN
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