Salud y mestizaje en Brasil
El mestizaje no fue aleatorio: hubo un claro sesgo por sexo (hombres europeos con mujeres africanas o indígenas), seguido de apareamiento por ascendencia, es decir, las personas tendían a emparejarse con otros de origen similar
La historia genética del pueblo brasileño, revelada en Science, es una lección global sobre cómo la diversidad ancestral modela la salud de una nación. Científicos brasileños y europeos secuenciaron 2.723 genomas completos representativos de todas las regiones del país, descubriendo más de 8,7 millones de variantes genéticas previamente desconocidas, muchas de ellas asociadas con la fertilidad, inmunidad y metabolismo. Los resultados cuantifican con precisión la mezcla genética brasileña:62% de ascendencia europea, 21% de ascendencia africana, y 17% de ascendencia indígena americana.(1)
Esta proporción tiene sus matices según las regiones: en el sur de Brasil predomina la herencia europea (más del 75%), mientras que en el noreste se acentúa la influencia africana (hasta 35%), y en el norte (especialmente en la región amazónica), la indígena puede superar el 40%. La diversidad no es solo estadística: refleja una historia profunda de encuentros y conflictos, de migraciones forzadas y resistencias, de mezcla y recomposición constante del tejido humano. Lo fascinante es cómo esta diversidad ha influido en la biología contemporánea.
Esta proporción tiene sus matices según las regiones: en el sur de Brasil predomina la herencia europea (más del 75%), mientras que en el noreste se acentúa la influencia africana (hasta 35%), y en el norte (especialmente en la región amazónica), la indígena puede superar el 40%. La diversidad no es solo estadística: refleja una historia profunda de encuentros y conflictos, de migraciones forzadas y resistencias, de mezcla y recomposición constante del tejido humano. Lo fascinante es cómo esta diversidad ha influido en la biología contemporánea.
El mestizaje no fue aleatorio: hubo un claro sesgo por sexo (hombres europeos con mujeres africanas o indígenas), seguido de apareamiento por ascendencia, es decir, las personas tendían a emparejarse con otros de origen similar. Esto dejó una huella genética que aún hoy modela la forma en que se manifiestan las enfermedades, la fertilidad, la edad reproductiva y la respuesta inmune. El estudio identificó señales de selección natural activa en varios genes asociados con procesos inmunológicos, reproductivos y metabólicos. Se detectaron también más de 1,1 millones de variantes genéticas únicas de la población brasileña, ausentes en cualquier otra base de datos genética global.
Este hallazgo es más que una curiosidad científica. En un mundo donde los algoritmos de medicina personalizada se entrenan con datos de poblaciones mayoritariamente europeas, este estudio demuestra que sin diversidad no hay equidad. Brasil, al igual que Venezuela, puede ser un laboratorio viviente de cómo el mestizaje puede y debe incorporarse a la genética médica para que la medicina del futuro sea verdaderamente global. América Latina entera puede verse reflejada en este espejo brasileño: nuestras mezclas no son debilidades, sino fortalezas biológicas.
@rrangelaldao
1. https://www.science.org/doi/epdf/10.1126/science.adl3564
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