En este mayo, la fachada del predio de la Nueva Congregación Israelita, institución central de la comunidad judía uruguaya, donde se efectúan actividades religiosas y educativas, amaneció pintarrajeada con acusaciones: “Israel estado genocida. Palestina resiste”. En un comunicado, se señaló que fue “una agresión directa contra la comunidad judía uruguaya”, pero también “contra los valores fundamentales del Uruguay democrático, plural y respetuoso de la convivencia”. Muy pronto, la ultraizquierda, inaugurándose en el poder, expresó de modo criminal su odio a los judíos.
Esta saña es común entre corrientes extremistas y en América Latina ha venido sucediendo cuando la ultraizquierda manda. Así, a fines de 2023, la sinagoga Bicur Joilim, la más antigua de Santiago de Chile, que también funciona como centro comunitario, fue vandalizada y en retrospectiva, esa fue la primera de varias durante el gobierno de Gabriel Boric. Los vándalos dejaron panfletos del Movimiento Juvenil Lautaro, una formación política militar marxista.
Recordamos los embates que sufrió la comunidad judía de Venezuela a principios del milenio, durante el gobierno de Hugo Chávez. Entre 2004 y 2009, el objetivo era la sinagoga Tiferet Israel, conocida como Maripérez; así, en cada evento en la aledaña Plaza Venezuela, un pequeño grupo se acercaba y vandalizaba el muro perimetral de la sinagoga con grafitis que decían: “Sharon genocida”; “Pueblo palestino en armas. Viva la intifada”; “Judíos go home”. Vimos grafitis del MVR de Chávez, del Partido Comunista de Venezuela, de los Círculos Bolivarianos, de la Coordinadora Simón Bolívar.
A fines de enero de 2009, esa sinagoga fue profanada de forma tan escandalosa que cambiaron sus tácticas por la distribución en ministerios y sedes gubernamentales, de afiches con tales lemas.
Con el trasfondo de la guerra de Israel contra el terrorismo del islam radical, estos ataques ocurren por el menosprecio a la vida comunitaria, por irresponsabilidad de sus gobiernos, que no consideran los aportes de las colectividades a la vida nacional ni valores como la convivencia y el combate a la discriminación dentro de una sociedad democrática, más aún cuando la mayoría de los forajidos no conocen las verdaderas causas del conflicto en el Medio Oriente.
bea.rwz@gmail.com
Siguenos en
Telegram,
Instagram,
Facebook y
Twitter
para recibir en directo todas nuestras actualizaciones