Muchas veces nosotros mismos nos planteamos las cosas en nuestra vida de tal forma que hacemos casi imposible que podamos ser más felices, así como disfrutar más de la vida. A continuación un artículo nuestro publicado hace unos años, con algunos ajustes:

“El filósofo William James dijo: El descubrimiento más grande de nuestra generación es que podemos cambiar nuestras vidas al cambiar nuestras actitudes. Reflexionemos: es nuestro mundo mental y no nuestras circunstancias lo que determina nuestra felicidad. Seguimos pensando que seremos felices cuando cierta cosa ocurra. Por ejemplo una mamá dice: seré feliz cuando Pedrito termine la escuela primaria, y lo es por un tiempo. Después dice: seré feliz cuando Pedrito se gradúe en la secundaria, y lo es por un lapso. Más tarde la carrera de Pedrito trae la misma promesa, igual que su boda y el nacimiento de su primer hijo. El problema es que estas alegrías duran solo un tiempo, además de que así ella no ha aprendido a ser feliz entre eventos. Si nuestra dicha siempre depende de algo fuera de nosotros, dependerá siempre de las circunstancias, y ese no es el plan de Dios para nosotros. De hecho no es nada fácil tener y mantener la actitud correcta al respecto. Como dijo un viejo granjero: lo más difícil acerca de ordeñar vacas es que nunca se quedan ordeñadas de una vez para siempre. Y es lo mismo con nuestras actitudes, no quedan cambiadas para siempre, tenemos que trabajarlas cada día.

En realidad usualmente estamos sufriendo por el pasado, porque lo anhelamos o porque nos dejó una herida grande, asimismo estamos viviendo para el futuro, imaginándolo casi que sin problemas, y esperando que se cumplan ciertos deseos para poder ser felices. Y así nos perdemos todos los buenos aprendizajes y experiencias del presente, y la alegría que Dios tiene para nosotros hoy. Es por eso que el rey Salomón nos advierte: No estés preguntando siempre: "¿Dónde quedaron los buenos viejos tiempos?" La gente sabia no hace ese tipo de preguntas. (Eclesiastés 7:10 Msg).

Usualmente olvidamos que el ayer también tuvo sus penas, que pudimos seguir adelante gracias a cómo Dios nos condujo a través de esos dolores. Además puede que mañana no tenga los problemas de hoy, pero tendrá sus propios problemas. 

Finalmente unas reflexiones sobre la felicidad: 

1. Es imposible que pasemos por la vida sin haber aumentado o disminuido la felicidad de otro(s)

2. Nuestra felicidad no depende de nuestra posición, sino de nuestra disposición.

3. Lo que determina nuestra felicidad no es el lugar donde estemos, sino lo que somos.

4. El tiempo de ser feliz es ahora, el lugar para ser feliz es aquí, la manera de ser feliz es hacer feliz a alguien.

5. Nuestro corazón es más feliz cuando late por Dios y por los demás.

6. Algunos persiguen la felicidad, otros la crean.

7. Una vida dedicada a satisfacerse uno mismo no satisface nunca a nadie.

8. Buscar a Dios es desear la felicidad; hallarlo es esa felicidad”

@viviendovalores