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Caldera y los politólogos a 40 años de su conferencia

Caldera, combinó acertadamente lo teórico con la acción política, fue el último político, que, como jefe de Estado, a fines del siglo XX, fue asertivo y con un camino exitoso, en este sentido y con un claro talante democrático y tolerante

  • JESÚS E. MAZZEI ALFONZO

17/04/2025 05:00 am

El pasado domingo 13 de abril, fecha aniversaria del mitin inaugural como partido político en el año 1946, del partido Copei, en San Cristóbal, se realizó en el IFEDEC efectivamente, hace 40 años atrás, la conferencia magistral, que el Dr. Rafael Caldera que, le dicto, a una delegación de politólogos socialcristianos, en la quinta Campoamor en los Chorros antigua sede histórica del IFEDEC. En ese sentido, deseo recordar algunos colegas que estuvieron allí presentes esa tarde-noche de abril: Maritza Achiques, Sunny Munch, Adela Stronowski, Josefina Salazar, Oscar Arias, Hugo Trejo, Carlos Zerpa, Max Guerra, Ciro Chapón, César Victorino, Laureano Márquez, quien estudiaba ciencias políticas en aquel entonces, entre otros, y mi persona. Estuvieron, además, los Directivos del Ifedec, de aquel entonces, Pedro Méndez y Pedro Luís Chinaglia. Lamentablemente no pudieron acompañarnos Betzabé Guevara y José Antonio Rodríguez, dos colegas muy estimados del socialcristianismo venezolano en aquel entonces.

Fue un grupo pequeño y selecto, que disfrutaron de la calidad intelectual del palestrante y de un denso tema desarrollado por Caldera, cuando Copei, avanzaba y se aprestaba en organizar el Congreso Ideológico de 1986, inédito en cualquier organziación política en cualquier tiempo histórico, y se querían luces, la guía del líder fundador, en donde los politólogos podrían contribuir desde el punto de vista intelectual, de ideas, de planteamientos, para el desarrollo eficiente de dicho congreso, que se planteaba inédito en cualquier institución partidista.

Efectivamente, a la charla del Dr. Rafael Caldera, se invitaron especialmente a los profesores de la escuela de Estudios Políticos de la UCV, Miguel Van Dijs, recientemente fallecido y Ricardo Combellas ( quien estaba en vísperas de la presentación de su libro COPEI), segundo doctor en ciencias políticas, que ese año publicará su tesis doctoral, sobre un tema pertinente sobre COPEI, ambos profesores de la escuela de Estudios Políticos de la UCV, que en esos años cumplía 10 años de fundada y ya se realizaba un primer balance de su labor formativa de los politólogos, en el área metropolitana.

Caldera, entre otras cosas, disertará sobre la historia de Copei y el significado de la política como arte y ciencia y la vinculación de lo teórico en la política y la acción concreta del político. Caldera, en esa conferencia que conservó como testimonio intelectual inédito de su extensa obra, afirma entre otras ideas, que”… En Reflexiones para la Rábida existe un librito que desarrolle unas cuantas ideas concebidas a través del tiempo, dije que el político que no aspira más de lo posible está condenado siempre a ser menos de lo posible y el científico de la política tiene que marcar no sólo el diagnóstico, sino las perspectivas, y si las perspectivas no son ambiciosas no están guiadas por ideas por nobles ambiciones es la continuación o el resultado de su conocimiento y de su duración suele ser bastante pobre, bastante lamentable. La política es un arte, pero ustedes afirman, que la política es una ciencia, indudablemente el arte supera la ciencia…”.

De seguidas en su disertación, afirma…”ciencia de la política que se inspira en el análisis y valoración de los hechos pasados, en el análisis histórico de los grandes acontecimientos en el mundo y en nuestro país, pero que evidentemente tiene que tener, sobre todo, un aspecto actual del conocimiento de la realidad inmediata y de las perspectivas futuras vistas a corto, mediano y largo plazo. Yo me siento muy emocionado por el hecho de que tengamos una fracción de politólogos que crece, y lo único que les pido es que sean capaces de mezclar como lo pedía Aliceu Amoroso Lima, en prólogo que escribió para mi Ideario; una vinculación seria entre la ciencia y la realidad, entre los ideales y la conducta, entre las normas y planteamientos, y los hechos. Porque con frecuencia la doctrina, la formulación teórica de los principios y de las ideas se distancia mucho la verdadera realidad, en un librito llamado “Nuestra América”, José Martí, dice como no va a vencer en nuestra América el hombre primitivo, el hombre bárbaro, el hombre de la calle, al hombre teórico cuando este tiene un conocimiento importado cuando no refleja la verdadera realidad del medio en que vivimos, y yo menciono también en Reflexiones para la Rábida y expreso esta observación, muchas veces entre el diálogo y el conocedor de la verdad del científico social y el político, es un diálogo de sordos pero con la circunstancia que el Científico social habla de una realidad abstracta que no responde directamente a los hechos, mientras que muchas veces el político empírico por exigencias de la realidad conoce mejor este medio que le están pintando en una forma artificial y falsa los que hablan en nombre de los científicos…”, como se puede observar un político que tiene una visión realista del hecho político y la importancia que observa de la formación académica y la interacción entre ambos planos, el teórico y el práctico.

Se expresa también de la democracia, visto el contexto de aquel año 195 y con permanente actualidad hoy en día”… No podemos ignorar sin embargo, también que la democracia tiene grandes virtudes, ofrece posibilidades procedimientos, inconvenientes mezquinos, abusos de los o recursos que no son precisamente los más lícitos y que los encontramos en el mundo actual con que las grandes naciones del mundo, las grandes democracias del mundo están dirigidas por líderes que no tienen la calidad, la altura que desearíamos para que tuvieran que ejercer a plenitud en una forma satisfactoria las responsabilidades que tienen, sólo que este fenómeno no es exclusivo de las democracias…” y, de seguidas enuncia lo siguiente”… pero en realidad en general, el proceso a medida que aumenta la población, a medida que aumenta la participación puede conducir a una de las baja de nivel en los equipos directivos frente a los cuales tiene que reaccionar la ciencia y al mismo tiempo tienen que ser el punto de partida para el arte de la política, bien guiada, bien dirigida, además generada una gran importancia para los que nos sentimos involucrados con la decisión de nuestros países, y de nuestros pueblos, es la influencia que la politología ha de tener en la historia, en la apreciación y juicio sobre los fenómenos, sobre los hechos que se van a realizar, desgraciadamente la historia pocas veces es objetiva e imparcial, depende de quien la escribe, de las fuerzas que predomine, de los criterios que se aplican…”

Luego expresa lo importante de lo politólogos y los asuntos público…”por lo general yo encuentro que los politólogos tienen una inquietud política y aunque no militan el partido, muchos de ellos tienen una inquietud permanente no es una ciencia, digamos puramente confinada al análisis al estudio a los papeles, a los documentos, sino que, lógicamente el fenómeno de la política es tan apasionante que es difícil encontrarse con alguien estudiando y estudiando se nos recibe a uno para participar en eso, quizás es uno de los pensadores de la democracia cristiana que hasta cierto punto puedan considerarse excepción: Maritain, no quiso participar en política, quizás el único cargo oculto que ejerció el Embajador de Francia ante la Santa Sede, después de la guerra, tenía el temor de mezclarse con la política, no militó partido ninguno, expresaba sus ideas y lanzaba conceptos para que lo desarrollaran otros de acuerdo con las circunstancias algo parecido ocurrió con Mounier, , no más parece ser, no sólo que no militó nunca el partido democratacristiano, tal vez si voto alguna vez dio su voto pero los partidos inspiración socialdemócrata van más bien por la corriente cristiana por la corriente socialistas, de manera que hay en ellos el caso de pensadores y hasta cierto punto de científicos aunque no pretendieron ser científicos de la realidad social, sino más bien filósofos, filósofos políticos que no llegaron a tener esta mezcla yo estoy seguro a tener esa meta que evidentemente en ustedes es una realidad, que no estudian la política simplemente entre otras cosas que es motivo de conocimiento, sino como algo que estimula e incentiva también la posición de cada uno la participación de cada uno en la posición de dirección, rumbos de los asuntos públicos…”.

Hacia el final de su intervención deja una enseñanza para los politólogos y sobre todo para el porvenir de Copei, que se asomaba al congreso ideológico, como un hecho de aggiornamento de su programa histórico, su organziación y sus propuesta políticas”… Bueno, muchas cosas se pudieran plantear en este sentido, pero en el fondo ustedes van a ver que hay un ideario fundamental, hay una posición espiritualista, hay una posición social, hay una defensa por el trabajador, hay una lucha por la justicia social, hay un planteamiento ya desde entonces por la justicia social internacional, cuando yo escribo sobre ese tema que me apasiona de la justicia social internacional arranco del programa de Copei de 1948, la primera vez que formulamos, yo creo la primera vez que se formuló en el mundo la tesis de las relaciones entre los distintos países tenían que guiarse por la justicia social está allí en el programa de Copei, es todavía una aspiración, una idea, que tiene que mover al mundo y en la cual hemos venido trabajando insertándola en la declaraciones mundiales , en declaraciones bilaterales; la justicia social, la protección al trabajador, la defensa del sindicalismo como fuerza sana, el pluralismo social, la defensa de las organizaciones intermedias, la defensa de la familia, un sentido nacionalista vigoroso, un sentido de integración iberoamericanita, una resistencia frente a todo lo imperialismo, eso está en ese programa que vamos a actualizar, pero que en realidad no se ha tomado hasta ahora, es porque los que se han acercado, han encontrado, no es tan fácil, comenzar allí, no se sabe si dejarlo así como han hecho los socialista alemanes en la declaración de Gotha, una especie de punto de partida, para después elaborar un nuevo programa ya un programa permanente, o si se va a hacer modificaciones al programa: En todo caso, que ustedes empiecen a donde buscar, verlo, a pensarlo, a estudiarlo, a encontrar las bases, de uno de los partidos socialcristiano cristiano más importante del mundo que comparten con el partido Demócrata cristiano de Chile el liderazgo con de los partidos demócrata cristiano de América Latina, es realmente, sumamente importante, por eso yo espero en esta jornada de reflexión, de análisis, de discusión, de entendimiento, ustedes puedan echar las bases para esa labor que se va realizar, de esa tarea que van a cumplir, esa labor que van a realizar, indudablemente que hablar de la renovación de las tesis ideológica del partido es fácil, pero realizarlo con eficacia y con seriedad, es una tarea que reclama conocimiento como lo que ustedes tienen…”.

No sólo resta recordar que esta relación que él tuvo con los politólogos, si se quiere nace con la que tuvo él como profesor de mucho de sus discípulos en los años 60 tanto en la UCV como la UCAB, que luego fundarían como profesores tanto el Instituto de Estudios Políticos como la Escuela de Estudios Políticos de la UCV, en el año de 1973 y luego serían parte fundamental de su personal docente y de investigación y el Dr. Caldera estuvo atento a la evolución de la escuela de Estudios Políticos de la UCV, ya que participo de innumerables eventos por ejemplo: En el año 1983 participará en dos eventos importantes, uno, un seminario de tres días, que tuvo lugar a finales del mes de enero, organizado por el Instituto de Estudios Políticos, sobre La Agenda de la Política Exterior de Venezuela (que luego se publicaría en libro) bajo la égida del Dr. Juan Carlos Rey (su discípulo en los años 60). Rafael Caldera en la conferencia, efectivamente, expuso sus principales ideas programáticas, visión sobre política exterior, su concepción del mundo internacional, aspectos subregionales y otros puntos relevantes del acontecer internacional. Este evento contó con la participación de los candidatos presidenciales de la época y fue un evento de altísimo nivel intelectual, por las ideas y las diferentes aportaciones que se dieron. El otro evento, que contó con la asesoría del Instituto de Estudios Políticos de la UCV, fue el Congreso del Pensamiento Político Latinoamericano realizado entre el 26 de junio y el 2 de julio. El 29 de junio de 1983, Caldera, en esa ocasión habló sobre el papel de Simón Bolívar en la guerra de Independencia, el significado de su Bicentenario y el foro Sobre la democracia, evento pluralista y de alto nivel intelectual organizado bajo los auspicios y patrocinio del Ateneo de Caracas y la Escuela de Estudios Políticos de la UCV y que tuvo como acto central la intervención del Dr. Rafael Caldera, sobre el tema: La democracia como Concepción Filosófica y como Praxis Política, a Propósito de la Constitución de 1961, esta conferencia es significativa, porque se efectúa a los pocos meses del grado universitario de la primera promoción de politólogos en marzo de 1978, hecho inédito en la vida académica del país, sobre la Constitución de 1961.

Caldera, tuvo como se puede ver en una pequeña aproximación, una intensa vida intelectual, y en materia de ciencias políticas, tiene aportes interesantes, estas y otras contribuciones, tuvo en lo particular por lo vinculado al desarrollo de una reflexión desde la perspectiva de la ciencia política que realizó el Dr. Rafael Caldera, que deja para analizar, estudiar y comprender, su vida de hombre de Estado y de actor histórico de la Venezuela siglo XX e inicios del XXI.

Del maestro de la ciencia política en Venezuela, como lo fue el Dr. Manuel García Pelayo, tomo su categorización de las cualidades de un político y Caldera en materia constitucional lo aplicó: 1) saber qué se quiere o conciencia de finalidad; 2) saber qué se puede o conciencia de posibilidad; 3) saber qué hay que hacer o conocimiento de la instrumentalizad; 4) saber cuándo hay que hacerlo o sentido de oportunidad y 5) saber cómo hay que hacerlo o sentido de la razonabilidad. En síntesis, una filosofía política clara, competencia y carácter en su accionar público en general y en lo particular, la visión que tuvo sobre la historia, lo político y la formación intelectual.

Tuvo, estas cualidades y en materia política mostró siempre estar al día en el cambiante y tema contemporáneo del pensamiento histórico-político. Caldera, combinó acertadamente lo teórico con la acción política, fue el último político, que, como jefe de Estado, a fines del siglo XX, fue asertivo y con un camino exitoso, en este sentido y con un claro talante democrático y tolerante.

jesusmazzei@gmail.com
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