Definiendo éxito auténtico
Desde el punto de vista de Dios, y tomando como gran referencia a la vida de Jesús aquí en la Tierra, una definición de grandeza para Dios sería: Rendir un gran servicio a la humanidad
Hoy seguimos con la serie que hemos denominado Concentrándonos en la perspectiva de Dios. Para ello seguimos indagando en las palabras de Dios, principalmente en las Escrituras, y mucha oración ferviente, con todo el corazón.
Esta vez abordamos un tema que también interesa usualmente a todos los seres humanos: el éxito. Una de las cosas que podemos dar por segura, es que la mayoría de las personas desean tener éxito en la vida, aunque la realidad es que la forma en que ellas definen ese éxito varía bastante. Podemos comenzar precisando la fórmula para lo contrario del éxito, para el fracaso: tratar de complacer a todo el mundo. También podemos dar los dos ejemplos más comunes de definición de éxito de mucha gente: 1. Llegar a ser adinerada; 2. Alcanzar la fama para ganarse la admiración de los demás.
Esta vez abordamos un tema que también interesa usualmente a todos los seres humanos: el éxito. Una de las cosas que podemos dar por segura, es que la mayoría de las personas desean tener éxito en la vida, aunque la realidad es que la forma en que ellas definen ese éxito varía bastante. Podemos comenzar precisando la fórmula para lo contrario del éxito, para el fracaso: tratar de complacer a todo el mundo. También podemos dar los dos ejemplos más comunes de definición de éxito de mucha gente: 1. Llegar a ser adinerada; 2. Alcanzar la fama para ganarse la admiración de los demás.
Con respecto a lo que podría pensar Dios sobre este tema, podemos inferir que como cuando Él crea a un ser humano le asigna una misión y un propósito a cumplir en su estadía en la Tierra, entonces creemos que para Él el éxito sería: determinar cuál es el propósito de nuestra existencia y cumplirlo.
En “Dos pilares fundamentales” dijimos: … de lo que se trata es del sentido mismo de la vida, el cual se apoya en dos pilares fundamentales: amarlo a Él y amar al prójimo…quienes tengan como prioridad amar a Dios y amar a su prójimo, y se avienen a que ese amor los impulse a actuar compasivamente, cumplirán su propósito aquí en la Tierra. Si estos dos pilares se convierten en nuestra prioridad, desde el punto de vista de Dios nos irá bien en la vida. Aunque si además averiguamos y cumplimos nuestra misión y propósito personales, dados por Dios, nos irá aún mejor, es decir tendremos un éxito auténtico.
Hay un concepto usualmente asociado al éxito: la grandeza. De la misma forma que con el éxito, la definición de grandeza varía mucho en las personas. Desde el punto de vista de Dios, y tomando como gran referencia a la vida de Jesús aquí en la Tierra, una definición de grandeza para Dios sería: Rendir un gran servicio a la humanidad (no necesariamente a lo grande). Por ello otro ejemplo de grandeza a los ojos de Dios sería la Madre Teresa. No porque Él espere de nosotros ese mismo grado de servicio y entrega, sino más bien porque ella no se dejó disuadir para alcanzar el éxito en su vocación.
Finalmente dos reflexiones más: 1. Los que nunca se equivocan usualmente son los que nunca hacen nada. Porque los errores forman parte de nuestra formación; 2. El éxito es levantarnos una vez más de las que nos caemos.
@viviendovalores
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