Relevancia y logros en Ayacucho
Más que una victoria militar inusual, fue el testimonio de un nuevo concepto de derecho internacional
Evocamos unos 200 años de una batalla decisiva, que junto con la de Junín, marcó o permitió la independencia del Perú, así como del continente americano, gracias a las estrategias del general Antonio José de Sucre, comandante del Ejército Libertador Unido, que reformulará el Libertador Simón Bolívar, por autorización del Congreso en 1823, luego de algunas expediciones entre 1822 y aquel año, que le propiciaran el triunfo en Junín, el 6/8/1824 al enfrentarse con el general Canterac.
Elogio a nuestros héroes civiles y militares, y, como en el caso de Sucre, destaca las virtudes civiles del guerrero: “Fue, ciertamente, un capitán de capacidad militar única. Sus campañas constituyen modelo de prudencia, tino y seguridad en la acción. Pero, junto a esto era de un desapego sobrehumano. Parecía estar exento de toda avidez. Al día siguiente de Ayacucho (…) solicita su retiro. No ha habido militar más civilista que el mariscal de Ayacucho ;es, ciertamente, el primer jefe militar al proclamar su triunfo bajo la premisa de que “la victoria no otorga derechos, en repudio a toda la tradición histórica del abominable derecho de conquista”.

Elogio a nuestros héroes civiles y militares, y, como en el caso de Sucre, destaca las virtudes civiles del guerrero: “Fue, ciertamente, un capitán de capacidad militar única. Sus campañas constituyen modelo de prudencia, tino y seguridad en la acción. Pero, junto a esto era de un desapego sobrehumano. Parecía estar exento de toda avidez. Al día siguiente de Ayacucho (…) solicita su retiro. No ha habido militar más civilista que el mariscal de Ayacucho ;es, ciertamente, el primer jefe militar al proclamar su triunfo bajo la premisa de que “la victoria no otorga derechos, en repudio a toda la tradición histórica del abominable derecho de conquista”.
Ínterin, para Bolívar, mientras las armas se prestaban para la jornada de Ayacucho, había sonado claramente, la hora de organizar el destino americano sobre las bases de un pacto de derecho que asegurase la vigencia de los ideales y de los principios que terminaron con la lucha por la independencia. De ahí, la constitución de 1823.
Más que una victoria militar inusual, fue el testimonio de un nuevo concepto de derecho internacional. En comunicación para Bolívar, le expone: “creí digno de generosidad americana conceder algunos honores a los rendidos que vencieron hace años en el Perú y la estipulación fue ajustada sobre la victoria en el propio campo de batalla”. La gesta de Ayacucho representa ante el mundo la autonomía o emancipación por la causa libertaria de América.
Luego, en 2/1829, en la Batalla del Portete de Tarqui, también amenazado por la guerra fratricida, Sucre triunfa y ofrece a los vencidos las condiciones que había prometido antes del encuentro para evitar la lucha, al manifestar que habría querido “mostrar que nuestra justicia era la misma antes que después de la victoria”. En ese combate, librado cerca de Cuenca, Sucre junto con el general Juan José Flores venció a los peruanos; pues, el Perú bajo órdenes del general La Mar pretendía apropiarse de territorios que históricamente pertenecían al Ecuador , pues aquel deseaba un Perú que incluyera a Bolivia y parte del Ecuador en un proyecto económico-territorial.
isaimar@gmail.com
isaimar@gmail.com

Siguenos en
Telegram,
Instagram,
Facebook y
Twitter
para recibir en directo todas nuestras actualizaciones