Sociedad civil, universidades y medio ambiente
Compartimos con una treintena de intelectuales en un ambiente de libertad de opinión y espíritu de diálogo. Esta es la nueva Diplomacia Humanitaria promovida por Las Naciones Unidas y sus Agencias Especializadas
En Venezuela la sociedad civil cada vez incorpora más a la preocupación del estudio por el medio ambiente y Los Objetivos del Desarrollo Sustentable (ODS). Un ejemplo es La Fundación ESPEJO Y ENTENDIMIENTO. Justicia e Instituciones Sólidas. Esta semana un evento multidisciplinario en La Guaira para cumplir con su compromiso de promover el diálogo propositivo y el encuentro entre los diferentes sectores de la sociedad venezolana. Es una oportunidad en este espacio de la Guaira frente al Mar Caribe para intercambiar criterios y adoptar resoluciones que contribuyan a una Venezuela inclusiva, plural con el acento de la necesidad de consensos bajo el imperativo de la agenda 2030 de Las Naciones Unidas y el tema central es el del compromiso de nuestras instituciones públicas y la sociedad civil.
Anexo el Texto de la Carta Abierta dirigida al Presidente Luiz Inacio Lula da Silva Coordinador del Grupo de las Grandes Economías (G20).
La Sociedad Civil de Latinoamérica y el Caribe le expresan al Presidente del Brasil sus preocupaciones frente a la crisis climática y los compromisos de la Comunidad Internacional con los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS). Instan al Presidente Lula a que como líder mundial y alto representante del G-8 y los BRICS ejerza su influencia en las necesarias soluciones ecológicas y ambientales para la región y para el mundo. Se anexaron a esta comunicación varias Universidades de América Latina y el Caribe en la reciente reunión inter universitaria y en la oportunidad de la celebración de diferentes postgrados en la Caribbean University of Curazao (CIU).
Presidente Lula:
Hace poco más de 200 años se gestó un movimiento revolucionario con espíritu independentista y de integración que cambiaría el rumbo de nuestra región dando paso a nuestras naciones modernas, hoy no exentas de retos de desarrollo. Pero, la integración latinoamericana sigue siendo una utopía. Hoy, usted tiene una oportunidad crucial, desde la capitanía del G-20 para librarnos de la industria de los combustibles fósiles y promover la camaradería latinoamericana.
Recientemente como jurado del doctorado Contencioso Administrativo de Las Conductas Del Poder Público en la UNE, recomendamos la publicación de la tesis de la doctorante Larissa González de Martínez sobre Propuesta de Política Pública en Materia de Cambio Climático Para Venezuela (2024-2030)
Estamos participando invitados por esta destacada jurista y su Fundación, sobre el Desarrollo Sostenible 16 (ODS 16) Paz, justicia e instituciones sólidas, con la promoción de sociedades y entidades inclusivas y pacíficas.
Estamos participando invitados por esta destacada jurista y su Fundación, sobre el Desarrollo Sostenible 16 (ODS 16) Paz, justicia e instituciones sólidas, con la promoción de sociedades y entidades inclusivas y pacíficas.
Como diplomático y docente aportamos nuestros conocimientos en las diferentes mesas de trabajo, con el compromiso en el logro de los ODS y en los compromisos de las Naciones Unidas, desde la óptica nacional y en el marco del Nuevo Constitucionalismo Internacional.
Compartimos con una treintena de intelectuales en un ambiente de libertad de opinión y espíritu de diálogo. Esta es la nueva Diplomacia Humanitaria promovida por Las Naciones Unidas y sus Agencias Especializadas
Hicimos nuestras las recomendaciones y decisiones, adoptadas en la Conferencia de la Biodiversidad de Colombia, del pasado 21 de octubre al 1 de noviembre y de la COP.29 en la República petrolera de Azerbaiyán del pasado lunes 11 de noviembre.
Igualmente anexamos algunas consideraciones sobre el Espacio Cultural Educativo Latinoamericano., y ante la urgencia del cambio climático, al Presidente Lula del Brasil en su calidad de coordinador del G-20 y por su política de desarrollo sostenible. Es un documento que han firmado diferentes instituciones de la sociedad civil vinculadas a la Ecología y al Medio Ambiente, fue aprobado por diferentes Rectores de Universidades Venezolanas reunidas, hace una semana en la sede de la Caribbean Internacional University de Curazao, bajo la dirección del Rector de la CIU Doctor Victtorio Di Staffano. Completamos con un documento propuesto por el Rector de la ULAC Dr. Elmo Bell Smythe, referido a la creación de un Espacio Latinoamericano y Caribeño de Educación y de la Cultura dentro del esquema de la integración regional. Para la ULAC su lema es ¨ la integración por el conocimiento¨. El ambiente para estos conversatorios, fue en las playas del Mar Caribe, en La Posada Siete Mares, ubicada en el Estado de la Guaira.
Anexo el Texto de la Carta Abierta dirigida al Presidente Luiz Inacio Lula da Silva Coordinador del Grupo de las Grandes Economías (G20).
La Sociedad Civil de Latinoamérica y el Caribe le expresan al Presidente del Brasil sus preocupaciones frente a la crisis climática y los compromisos de la Comunidad Internacional con los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS). Instan al Presidente Lula a que como líder mundial y alto representante del G-8 y los BRICS ejerza su influencia en las necesarias soluciones ecológicas y ambientales para la región y para el mundo. Se anexaron a esta comunicación varias Universidades de América Latina y el Caribe en la reciente reunión inter universitaria y en la oportunidad de la celebración de diferentes postgrados en la Caribbean University of Curazao (CIU).
Presidente Lula:
Hace poco más de 200 años se gestó un movimiento revolucionario con espíritu independentista y de integración que cambiaría el rumbo de nuestra región dando paso a nuestras naciones modernas, hoy no exentas de retos de desarrollo. Pero, la integración latinoamericana sigue siendo una utopía. Hoy, usted tiene una oportunidad crucial, desde la capitanía del G-20 para librarnos de la industria de los combustibles fósiles y promover la camaradería latinoamericana.
Usted puede -y debe- liderar una coalición de países en desarrollo bajo el G-20. Aplaudimos la bienvenida de la Unión Africana como miembro permanente al G-20, así como las invitaciones a los jefes de Gobierno de Uruguay y Paraguay a participar de la Cumbre en 2024 y a los 20 Países Vulnerables (V20), en uno de sus grupos de trabajo. Es alentador ver más representación de países en desarrollo en este espacio multilateral de relevancia global.
Esta parcería con otros jefes de Gobierno de la región podría seguir con México y Argentina, que también hacen parte del G-20, y convertirse en una presencia regional coordinada. Es más lo que nos une, que lo que nos separa. Este momento político podría servir a la exploración de puntos en común, de sinergias y de complementos económicos, políticos y climáticos que permitan construir un legado de agenda regional que resuene alto y fuerte frente a los intereses de los países más desarrollados y poderosos del mundo.
Las Organizaciones de la Sociedad Civil nos imaginamos a un G-20 declarándole al mundo su voluntad política de promover una transición energética justa que nos libere de economías extractivas; un G-20 que le apueste a Latinoamérica como una región con el potencial de implementar acciones tempranas y volverse un referente internacional con la justicia ambiental y social al centro de dicha transición; y un G-20 que valore la biodiversidad y riqueza de nuestros ecosistemas. Nosotras, desde América Latina y el Caribe, podemos ayudarle en esta labor titánica.
Presidente Lula, lo exhortamos a que, bajo su liderazgo, se logren los siguientes compromisos:
Primero: que el G20 otorgue una solución efectiva y real a los inconmensurables niveles de deuda y las notables disparidades que impiden a los países en desarrollo lograr una respuesta justa y suficiente a la crisis climática y evitar una nueva ola de endeudamiento externo del Sur Global. Es fundamental transformar los objetivos y operación de las instituciones financieras para internalizar cambio climático y gestionar la deuda, diseñando y aplicando instrumentos como canje de deuda, y la suspensión o cancelación de la misma para los países más vulnerables; y, gestando una alianza entre los Bancos Multilaterales y Nacionales de Desarrollo para reducir su aversión al riesgo al invertir en regiones en desarrollo.
Primero: que el G20 otorgue una solución efectiva y real a los inconmensurables niveles de deuda y las notables disparidades que impiden a los países en desarrollo lograr una respuesta justa y suficiente a la crisis climática y evitar una nueva ola de endeudamiento externo del Sur Global. Es fundamental transformar los objetivos y operación de las instituciones financieras para internalizar cambio climático y gestionar la deuda, diseñando y aplicando instrumentos como canje de deuda, y la suspensión o cancelación de la misma para los países más vulnerables; y, gestando una alianza entre los Bancos Multilaterales y Nacionales de Desarrollo para reducir su aversión al riesgo al invertir en regiones en desarrollo.
Segundo: que los países del G-20 lideren la eliminación progresiva del petróleo, el gas y el carbón, particularmente para disminuir las emisiones de CO2 y de metano, reduciendo la producción de combustibles fósiles en alrededor de un 40% de aquí a 2030. Indudablemente, este es el objetivo con mayor potencial de transformación para evitar que el número de catástrofes ambientales siga aumentando y podamos impedir el desplazamiento climático de millones de personas. Esta eliminación progresiva debe tener en cuenta la promoción de medios de vida alternativos. Esta es la única manera de que los demás esfuerzos de superar esta crisis climática tengan un efecto real.
Tercero: que el G-20 implemente su compromiso reciente de triplicar la capacidad mundial de energía renovable, apoyando el despliegue, particularmente, de generación eólica, solar, bioenergía moderna e hidrógeno verde, en regiones en desarrollo. Si, bajo su liderazgo en 2024, el G-20 se compromete a invertir sustancialmente en el potencial que tiene América Latina y el Caribe, África y Asía para ser 100% renovables a 2040, esto se traduciría en un impulso concreto a la hora de lograr el objetivo mundial de que al menos, para 2030, el 70% de la generación de electricidad sea a partir de renovables.
Cuarto: que el G-20 colabore con América Latina y el Caribe para promover salvaguardas ambientales y sociales en el marco de una transición energética justa, tanto en la minería, como en la generación de energía renovable. La extracción, producción y disposición final de los minerales críticos necesarios para estos fines debe garantizar los más altos estándares sociales y ambientales, evitando a toda costa las violaciones de los derechos humanos, el daño a los ecosistemas, la corrupción y el desplazamiento de personas.
Quinto: que el G-20 apoye a los países amazónicos de América Latina para alcanzar la deforestación cero, combatir la minería ilegal de oro y conservar el 80% de la Amazonia a 2030, evitando el punto de no retorno de este bioma. Para esto es clave el apoyo a la implementación de la Declaración de Belém incluyendo medidas concretas para combatir las ilegalidades y crímenes ambientales y promover el bienestar de las comunidades locales y pueblos indígenas.
Sexto: que el G-20 dé continuidad a la agenda de adaptación a la crisis climática iniciada bajo la Presidencia argentina. Es fundamental que se visibilicen las necesidades y prioridades de adaptación para la región y cerrar las brechas de implementación, en particular, el financiamiento. Debe haber un apoyo explícito a nivel político y una labor técnica para la implementación del marco de la Meta Global de Adaptación a lanzarse en la COP28.
Presidente Lula: está en sus manos despertar el poder que puede llegar a tener el G-20 para estar a la vanguardia en el reto más agudo de la supervivencia de la humanidad como la conocemos; y para unir y posicionar a la región en este momento de gran necesidad de acción colectiva mundial. La sociedad civil latinoamericana está a su disposición para apoyarle.
Organizaciones firmantes: Transforma, Instituto Talanoa, WWF, Argentina 1.5°C, POLEN Transiciones Justas, La Ruta del Clima, Chile Sustentable, Grupo de Financiamiento Climático para Latinoamérica y el Caribe (GFLAC), International Energy Initiative (IEI Brasil), Fundación Avina, Natural Resource Governance Institute (NRGI), The Nature Conservancy Colombia, Observatório do Clima (OC), Associação Alternativa Terrazul, Instituto de Estudos Socieconômicos (INESC), Instituto de Pesquisa e Formação Indígena (Iepé), Revolusolar, Global Methane Hub, Libélula, Uma Gota No Oceano, Instituto Brasileiro de Defesa do Consumidor (Idec), Iniciativa Climática de México (ICM), Universidad de Internacional del Caribe Curazao(CIU), Universidad Latinoamericana y del Caribe ( ULAC), Universidad Bicentenaria de Aragua ( UBA), Universidad Marítima del Caribe (UMC).
Embajador Julio Cesar Pineda
Diplomático - Filósofo – Jurista – Profesor Universitario.
Embajador Julio Cesar Pineda
Diplomático - Filósofo – Jurista – Profesor Universitario.
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