La dimensión, complejidad y características específicas de la organización objeto de la evaluación, condicionan el uso de encuestas o se realiza observación directa. En el caso de grupos pequeños se puede utilizar observación directa, pero si son grupos grandes es más recomendable el uso de encuestas o también dependiendo las características particulares, se puede combinar la herramienta para obtener la información necesaria que permita realizar la gráfica para llegar a la conclusión más cercana a la realidad.

Para la elaboración, interpretación y análisis de un sociograma, es conveniente que el directivo o gerente se asesore con un especialista con experiencia en el área, como por ejemplo un profesional de psicología organizacional. En las respuestas se pueden encontrar elecciones positivas, en las cuales una persona manifiesta deseo de compartir una actividad con otra persona; elecciones negativas cuando se evidencia quien evita o no quiere interactuar; reciprocidad cuando hay elecciones mutuas entre dos compañeros de trabajo; aislamiento cuando se identifican trabajadores que no son elegidos por nadie y a su vez ellos eligen a pocas personas; rechazados cuando no tienen o tienen muy pocas personas que lo eligen y estrellas cuando son elegidas por muchos. También es posible que se identifiquen subgrupos que pueden tolerarse o rechazarse mutuamente, así mismo pueden detectarse líderes positivos que actúan como inspiradores e inclinan la balanza organizacional hacia el crecimiento y líderes negativos que mueven al grupo hacia el descontento, los conflictos y el bajo rendimiento. Estos últimos incluso en forma anónima pueden responder preguntas contradictorias, como por ejemplo decir que quieren trabajar con una persona y no trabajar con la misma persona o que le ven una cualidad positiva a un compañero de trabajo y le atribuye la cualidad negativa opuesta al mismo compañero de trabajo. En estos casos esta información también es útil para evaluar el clima organizacional.

El sociograma puede permitir comprender la dinámica grupal, lo cual le facilita al equipo directivo desarrollar estrategias para mejorar la comunicación entre los integrantes del equipo; prevenir, detectar y tratar posibles conflictos; conocer y mejorar las relaciones interpersonales; fomentar el trabajo en equipo, tomando en cuenta la compatibilidad de los integrantes; detectar y promover los liderazgos positivos; reorientar los liderazgos negativos; evaluar los cambios organizacionales y sus repercusiones en las relaciones entre los integrantes de la institución, así como también el impacto en el clima laboral, lo cual debe hacerse en una forma continua con el fin de corregir las fallas y medir las consecuencias de las intervenciones realizadas.

En síntesis, el sociograma puede ser una herramienta gerencial complementaria para lograr un mejor clima organizacional.

Bartolomé Finizola Celli
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