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Sólo son especulaciones

Resulta irracional pretender “lavar” a Hezbolá, cuya historia prueba que su propósito fue convertir al Líbano en una república islámica. El mundo debería apoyar a Israel y a los libaneses a erradicar al islam radical y a su peor síntoma, el terrorismo

  • BEATRIZ DE RITTIGSTEIN

26/09/2024 05:01 am

Hace unos días, nos sorprendió el estallido simultáneo de unos 3.000 “buscapersonas”, ocurrido en el Líbano; las imágenes revelaron una meticulosa coordinación y mostraron que, sólo miembros del Hezbolá fueron golpeados por las detonaciones de sus equipos.

Nasrallah, secretario general del grupo terrorista, acusó a Israel; sin embargo, Israel no hizo comentarios ni admitió la autoría. Han surgido especulaciones, pero en realidad no se sabe nada al respecto.

En medios y en redes sociales circularon versiones falsas, apuntando que Israel atacó a la población libanesa. No obstante, hayan sido los israelíes o no, ese operativo fue de precisión quirúrgica y afectó solo a los que tenían un beeper dado por Hezbolá. Fue notorio que los encargados de dicha operación sabían quiénes serían sus objetivos; en varios videos se observaron los estallidos, sin causar daños a su alrededor.

Desde el 8 de octubre de 2023, al día siguiente de la masacre perpetrada por Hamas en territorio de Israel, a diario, Hezbolá, dispara misiles contra la población israelí, la cual ha tenido que ser evacuada de sus hogares. Hasta la fecha, ha lanzado unos 9.000 misiles y 50 personas fueron asesinadas, entre ellas, 12 niños drusos israelíes.

Hezbolá nació para el terror y de sus primeros embates recordamos el del 23 de octubre de 1983: un camión-bomba explotó en el cuartel de un batallón de Infantería de Marina en Beirut, abatiendo a 241 marines; luego, a poca distancia, otro coche-bomba estalló en el predio del contingente francés, matando a 59 paracaidistas. En América Latina: el 17 de marzo de 1992 contra la sede de la embajada de Israel en Buenos Aires; el 18 de julio de 1994, contra la sede de la AMIA; y al día siguiente, en Panamá, un terrorista libanés hizo estallar un avión de Alas Chiricanas.

En agosto de 2020, una gran cantidad de nitrato de amonio almacenado de modo incorrecto causó una explosión en el puerto de Beirut, con más de 200 muertos. Hezbolá negó su responsabilidad, pero está implicada en la seguridad de la zona.

Resulta irracional pretender “lavar” a Hezbolá, cuya historia prueba que su propósito fue convertir al Líbano en una república islámica. El mundo debería apoyar a Israel y a los libaneses a erradicar al islam radical y a su peor síntoma, el terrorismo.

bea.rwz@gmail.com
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