Materiales peligrosos en el hogar
ALFREDO YUNCOZA. ¿No ha pensado que mientras las chucherías las colocamos en el tramo más alto fuera del alcance de los niños, el cloro, desinfectantes y los detergentes quedan a nivel del piso?
Tras una mezcla indebida de sustancias de limpieza, una persona conocida se vio en la necesidad de ingresar a un centro médico, para recibir atención de emergencia por unas leves quemaduras en la piel y dificultades respiratorias. Al conversar posteriormente, le mencioné algunos efectos negativos para la salud y al medio ambiente que pudieran generarse por una manipulación indebida de materiales peligrosos en el hogar. Y es que la gran mayoría ante los términos “materiales peligrosos” lo primero que viene a su mente son grandes contenedores con señales de advertencia, fábricas e industrias, entre otros, pero no en el hogar.
¿No ha pensado que mientras las galletas y demás chucherías las colocamos en el tramo más alto de la cocina fuera del alcance de los niños, el cloro, desinfectantes y los detergentes quedan casi siempre a nivel del piso? Me atrevo a afirmar que en la inmensa mayoría de los casos es así.
De acuerdo a los hábitos de cada familia, pueden variar el tipo de productos que se utilizan en las actividades del hogar, pero casi siempre podemos conseguir algunas coincidencias. De allí la importancia de las siguientes consideraciones.
Cloro: normalmente es la herramienta más utilizada para blanquear la ropa y limpiar algunas superficies. El cloro sin las debidas medidas preventivas para su manipulación puede generar irritaciones en las vías respiratorias, tos, vómitos, enrojecimiento de la piel y los ojos.
Pinturas: entre otros componentes puede contener Cadmio como protector contra el óxido. Es un material tóxico.
Amoníaco: muy frecuentemente se presenta en productos de limpieza. Puede provocar daños en la piel, el sistema respiratorio y los ojos.
Lejía: Se caracteriza por ser un corrosivo que jamás debe mezclarse con el amoníaco, ya que el vapor que desprende la mezcla puede ser mortal.
Plaguicidas: Su grado de toxicidad varía dependiendo del producto y de la cantidad con la que se tenga contacto.
Gasolina y keroseno: Utilizados como limpiadores. Altamente inflamables. Pueden provocar tos, dolor de cabeza y náuseas. No son recomendables para almacenarlos en el hogar sino en cantidades muy pequeñas.
No se trata de negar los beneficios que estos materiales y sustancias pueden ofrecerle, sino de hacer un uso seguro de los mismos.
Mantenga alejados de los niños, personas de edad avanzada y mascotas, cualquier material o sustancia peligrosa.
Verifique que los recipientes estén herméticamente cerrados. No improvise tapas con papel de aluminio, bolsas plásticas, cartones, ligas elásticas, etc. Jamás guarde materiales peligrosos en envases de alimentos: botellas, jarras, latas, etc.
Lea las etiquetas de los envases de productos. Nunca las arranque. Normalmente incluyen indicaciones sobre los componentes, lo cual es muy importante para su médico al momento de actuar.
Para la manipulación utilice los equipos de protección personal adecuados a cada caso, por ejemplo: guantes de hule, máscaras (protección respiratoria), lentes, entre otros.
Si grandes cantidades de un producto líquido se derrama, abra puertas y ventanas para contar con la mayor corriente de aire posible. Si utiliza trapos para recolectar el producto o como parte de las labores normales de limpieza asegúrese de lavarlos bien y no dejar residuos.
Una vez manipulado un producto peligroso lave muy bien sus manos con agua y jabón, no menos de 5 minutos. Verifique que no quedan residuos en su piel o uñas.
Ante cualquier síntoma en su salud: mareos, dolor de cabeza, enrojecimiento de la piel, vómito, ardor en los ojos, suspenda la manipulación del producto y acuda de inmediato a un centro de salud. No se automedique.
Actualmente existen ofertas de productos de limpieza que pudieran no cumplir con normas de calidad para evitar daños a las personas. Cuídese de adquirir marcas reconocidas y en lugares de confianza. Ofertas con muy bajos precios en envases que no están debidamente identificados pueden generarle problemas en futuro cercano.
Asegúrese que todos en la familia conocen cuáles son los productos peligrosos y dónde deben mantenerse en el hogar.
Por último y de acuerdo a cada producto, infórmese sobre las medidas que deben seguirse para su disposición final para generar el menor impacto posible al ambiente.
ayuncoza@gmail.com
Twitter: @alfredoyuncoza
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