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¡No podemos resignarnos!

ANTONIO PÉREZ ESCLARÍN. Es la hora de los genuinos ciudadanos, capaces de sacrificar sus intereses y aspiraciones por el bien de la República

  • ANTONIO PÉREZ ESCLARÍN

21/08/2018 05:00 am

Son muchos los que opinan que después de las guerras de independencia y federal, estamos viviendo los días más negros en toda la historia de Venezuela. Casi 20 años de desaciertos, improvisaciones, incapacidad y la terquedad para no reconocer los errores y cambiar de rumbo, han terminado por destruir el país con mayores potencialidades de Latinoamérica. De un país de acogida donde millones encontraron un lugar para huir de la miseria, la persecución y las guerras, nos hemos convertido en un país de adioses, donde millones huyen en desbandada porque aquí les resulta imposible vivir. 

Pero no podemos acostumbrarnos a vivir en esta total precariedad ni resignarnos a ella. Amar a Venezuela significa trabajar por ella con esperanza y compromiso. Perder la esperanza es perder la posibilidad de sacarla del abismo, para empezar a reconstruirla y levantarla de las ruinas. Para ello, debemos combatir la ideología del fatalismo, del conformismo y del derrotismo. Quedarse en Venezuela debe ser una opción militante que deje a un lado los lamentos y quejas y se traduzca en esfuerzo y trabajo tenaz. Como me gusta repetir “Los buenos hijos no abandonan a su madre cuando está enferma”. Por ello, si bien respeto a los que han decidido irse, yo me quedaré aquí para dar lo mejor por Venezuela. 

Por ello, frente al “no hay nada que hacer” de los rendidos, debemos levantar el “todo está por hacer” de los valientes que no se resignan y siguen trabajando con pasión. Frente al “estamos en Venezuela” que se repite con un dejo de ironía y de tristeza para justificar el desastre, debemos levantar “Otra Venezuela es posible y estamos dispuestos a lograrla”. Frente al “Tenemos Patria”, debemos levantar “La Patria agoniza y nos convoca”. Porque no podemos permitir que se apropien del concepto de Patria pues ella no es sólo un territorio, unos recursos, una tradición y una cultura, sino que somos esencialmente las personas. Tener Patria significa tener comida, salud, seguridad, trabajo digno y bien remunerado; tener paz y tener futuro.

Bajones y apagones
Por eso, no podemos resignarnos ni rendirnos. No podemos considerar normal aguantar bajones y apagones que me han quemado dos veces la unidad de los aires de la sala. ¿Quién me va responder por los cientos de millones de bolívares que cuesta arreglarlos? En estos días, mi casa parece un campamento de refugiados, pues tres familias cercanas han venido a vivir aquí después de soportar más de 46 horas sin luz en sus casas. No podemos resignarnos a vivir sin agua y gastar la pensión o el salario en unas pocas pipas. No podemos aceptar que la gente viaje en camiones de ganado. No podemos aceptar la escasez, la especulación, el bachaqueo y la hiperinflación. No podemos aceptar que se nos intente robar la dignidad con un excluyente carnet de la patria y una bolsa de comida. 

Sólo organizados saldremos de la crisis. Los que queremos un cambio profundo somos una gran mayoría y debemos utilizar nuestra fuerza de un modo pacífico. Es la hora de los genuinos ciudadanos, capaces de sacrificar sus intereses y aspiraciones por el bien de la República. Si muchos dirigentes han perdido la credibilidad por sus titubeos, su división, sus zancadillas, por no presentar un proyecto alternativo y creíble, y por no saber acompañar al sufrido pueblo en sus reclamos y sus luchas; debe nacer un nuevo liderazgo de personas capaces, cercanas al sufrimiento de la gente, y de una conducta irreprochable, a los que nadie pueda acusar de corruptos, vendidos, o de intentar pescar en río revuelto. 

pesclarin@gmail.com

@pesclarin 

www.antonioperezesclarin.com
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