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Una multitud

La acción más eficaz y acertada es siempre la contemplación. El testimonio auténtico nace de allí. Solo teniendo la perspectiva que ofrece un mirar trascendente, estaremos en capacidad de ofrecer esperanza

  • JOSÉ ANTONIO GÁMEZ E.

15/05/2024 05:01 am

“Muchas personas se consideran «sensatas» olvidando que esta palabra indica la facultad de captar impresiones del exterior, las que ellos consideran trascendentales o fabulosas; pero en realidad, la palabra «sensato» significa algo muy parecido a «sensible». Las mujeres son mucho más sensibles que los hombres y quizá por esta razón, son también más sensatas.” (G. K. Chesterton)

Puede parecer un despropósito aspirar a llegar a la muchedumbre. Aun así, es la aspiración de los que pretenden hacer de algún bien difusible. Lo bueno por sí mismo aspira a ser transmitido. El conflicto se presenta en la forma. Cuál es la manera de hacer que el bien, llegue a la mayor cantidad de personas. Que lo acojan, que lo hagan suyo. Llegados a este punto cabe también la pregunta ¿Qué bien? Además, ¿De qué forma?

Nos referimos a un bien verdadero. Que requiere el concurso de la libertad. El compromiso de las personas es indispensable. Estas características nos llevan a la necesidad de contar con formas, que superen la promoción o simple persuasión. La publicidad como forma de manipulación, no funciona en estos casos. Se requiere una forma que sea capaz de alcanzar a todos, pero uno por uno. Nos atrevemos a sugerir que al comienzo de cualquier estrategia que pretenda este fin, debe estar la contemplación. Lo sensato es contemplar. En el transitar el camino de llegar a todos, debemos descubrir a cada uno.

La acción más eficaz y acertada es siempre la contemplación. El testimonio auténtico nace de allí. Solo teniendo la perspectiva que ofrece un mirar trascendente, estaremos en capacidad de ofrecer esperanza. Aunque se trate de una esperanza simplemente humana. Humano horizontal. Requiere ser contemplada, mediada y elevada. Sin esta triada es posible que nos quedemos cortos, en nuestra tarea de despertar intelectos y movilizar voluntades.

La mediación y la elevación superan y auxilian. En la medida en que se cumpla la condición de querer ser ayudados. Requisito que muchas veces nace también de la disposición a ver más allá. De querer más allá. De confiar más allá. Se cumple la paradoja del servicio y el compromiso. Es algo reservado a los que están dispuestos a ser servidos y comprometerse. Con quien que nos supera y nos eleva. Que nunca es una idea, un plan o una filosofía. La única forma de lograr esa confianza y compromiso es el encuentro con una persona. Alguien que al tiempo que comparte nuestra condición, nos eleva sin posibilidad de fraude. La sensibilidad de captar al totalmente Otro. Verdadera sensatez.

“El creyente moderno grita a algún dios para que sea suyo. El tema de la religión, tal como ha existido hasta ahora en el mundo, era que se conocía todo de los dioses, incluso antes de verlos, si es que se llegaban a ver. El espiritismo me parece correcto en toda su vertiente mística. La parte sobrenatural me parece muy natural. La parte increíble me parece obviamente verdad. Pero me parece peligroso o insatisfactorio que sea científico”. (G. K. Chesterton)

José Antonio Gámez E.
jagamez@gmail.com
@vida.vibra
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