Hay quienes salen de sus países buscando mejor calidad de vida, otros huyen por persecuciones políticas o conflictos bélicos y un grupo muy importante lo hace de manera planificada y para conquistar.

En estas olas migratorias se cuelan terroristas y delincuentes que cambian el “ecosistema “en los lugares a donde llegan, muchos intentan imponer sus costumbres, leyes y religión.

Personas que no tienen ningún tipo de derecho en sus países arriban a otros a través de los coyotes, perdón de las ONGs, financiadas por la ONU y otras, a exigir; consiguen privilegios superiores a lo de los nativos.

Países afectados por el populismo abren sus puertas para fidelizar a futuros votantes.

Estas migraciones no tienen nada que ver con la de nuestros padres y abuelos que llegaron al destino sumando al progreso y respetando la ley. Obviamente no toda emigración es negativa yo me refiero a la provocada, la premeditada y a la devoradora de sociedades.

Veamos ejemplos; en los atentados de las torres gemelas de Nueva York se demostró que todos los involucrados eran extranjeros; en España, hoy el 45% de los crímenes machistas los cometen extranjeros que sólo representan un 12% de la población, los extranjeros en España encabezan los las condenas por delitos contra las personas, el patrimonio, tráfico de drogas y legitimación de capitales.

En Francia, el presidente Macron ha declarado que el 50% de los crímenes que se cometen en París están en manos de extranjeros.

En Inglaterra los números son aterradores en un proceso de transculturización inminente: 4 millones de musulmanes han logrado colocar, en el poder a nueve alcaldes, es decir han sometido a los 66 millones de ingleses. También existen más de 3000 mezquitas,130 tribunales de Shaaria, etc. Como dato relevante tenemos que el 78% de las mujeres musulmanas en Inglaterra son apoyadas con vivienda gratuita y las apoyan para no trabajar.

En Estados Unidos el radicalismo islámico por ejemplo se está apoderando de las universidades a las que financian y por eso vemos que queman la bandera de ese país en la cara de todos; ojo, en esas protestas participan muchos estudiantes que están becados. Las universidades manipulan conscientemente a sus “súbditos” pues están generando una respuestas generacional al dolor a través de las ideologías , esto es peor que la droga.

Es injusto relacionar delincuencia con inmigración, y falsa es la tesis que asegura que hay un plan de países de Latinoamérica para invadir de delincuentes a Estados Unidos, sin embargo hay que prestar atención y tomar en consideración la invasión sigilosa que está colando por doquier y que puede generar ,xenofobia y un consecuente cambio de paradigma.

Hoy vamos con mucho miedo respetando a los que no nos respetan y nos odian, porque los políticos así lo han decidido .

Los países no pueden seguir siendo coladores de carroña y promover los antivalores y por presiones hacerse la vista gorda con el arribo de delincuentes y terroristas, hoy los que vivían en paz duermen con el enemigo.

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