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El espacio radial

Lo que hay que señalar ahora es por qué están desapareciendo las emisoras y por qué se pretende pintarlas de un solo color

  • CARLOS A. ROMERO

28/04/2024 05:01 am

Las estaciones de radio están ligadas a nuestras vidas. Cuando era adolescente corría al mediodía a oír el Hit Parade de Venezuela y durante la semana escuchaba el Desfile de Éxitos con Clemente Vargas Junior y los domingos era imperdible Eduardo Morel y su “El Tragadiez de los Éxitos”. Además, existían otras estaciones de radio que combinaban la música con el periodismo, tales como Radiodifusora Venezuela, Radio Cultura y Radio Caracas Radio. Los primeros ecos de la música moderna los oí en esa época junto con la música clásica que colocaba la Radio Nacional de Venezuela y la música romántica en la Voz de la Patria y en Radio Rumbos. Había inclusive programas radiales en otros idiomas. Y algunos eran especializados como “El Idioma del Jazz”

Al finalizar la década de los sesenta del siglo pasado el espectro radial venezolano se expandió sobre todo en el interior del país. Había más de 100 emisoras destacándose Radio Barquisimeto y Onda del Lago en Maracaibo. Con una variada programación, los venezolanos teníamos en donde sintonizar. Música, política, noticieros, entrevistas, opinión, programas técnicos y de aprendizaje. Se trataban todos los temas habidos y por haber.
Gracias a la tecnología virtual, se multiplicaron en estos últimos años las estaciones de radio públicas, privadas y comunitarias. Ahora son más de 600, muchas de ellas a través de las redes sociales. Así lo digital reemplazó en parte a las estaciones AM y FM. Pero a su vez el contenido fue cambiando. Por una parte, se han cerrado muchas emisoras por razones políticas y económicas. Y por la otra, varias de las que quedan han uniformado sus contenidos. La libertad de expresión y la diversidad cultural están parcialmente suspendidas.

Este es un momento para debatir el legado de las radios en Venezuela. No pretendo volver al pasado. Ni técnicamente ni socialmente conviene retomar una experiencia que definitivamente ya pasó. Lo que hay que señalar ahora es por qué están desapareciendo las emisoras y por qué se pretende pintarlas de un solo color.

La única respuesta que tengo a tal interrogante es que la radio sigue siendo el instrumento popular por excelencia. De acuerdo a estudios serios, el 60 por ciento de los venezolanos oyen radio de la manera tradicional. Sólo el 40 por ciento oye radio por vía virtual. Y de ese 60 por ciento casi todos los radioescuchas pertenecen a los estratos C, D y E Entonces, la intención de cerrar a las emisoras es política. No se acepta la crítica mientras se promocionan radios ideológicas para un mercado supuestamente cautivo.

Esto es muy importante a la hora de conversar sobre los alcances de la democracia en Venezuela. A la par de otras medidas reduccionistas, el cierre de las emisoras significa un paso atrás en cuanto a los derechos humanos y la praxis de la democracia. Un paso atrás que significa atentar en contra de la diversidad, del respeto a la disidencia, de abrir espacios para el debate; en fin…

Esto nos lleva a otro punto: el ventajismo campante, cuando queda tan solo el sonido del silencio al lado de un criterio muy particular y sectario, aunque venga con mucho ruido y pocas nueces.

romecan53@hotmail.com
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