Cuerpo de exilio es el título de la muestra del fotógrafo venezolano Vasco Szinetar que a partir del pasado viernes 19 de abril puede visitar el público en el Centro Sefarad-Israel, una institución que desde 2006 promueve desde Madrid los nexos de amistad y cooperación entre la sociedad española y el mundo judío a través de diversas actividades.
Este conjunto de fotografías forma parte de un proyecto que comenzó en Bogotá en 2010, en el que Vasco comienza a registrar los pormenores de un cuerpo víctima del exilio. “El cuerpo es una caja de resonancia donde queda inscrita la experiencia humana”, señala. Pero, a diferencia de sus retratos Frente al espejo, el fotógrafo pretende abordar su humanidad desde lo íntimo, desde el silencio, buscando aprehender la impronta que deja en ella su historia personal.
Este conjunto de fotografías forma parte de un proyecto que comenzó en Bogotá en 2010, en el que Vasco comienza a registrar los pormenores de un cuerpo víctima del exilio. “El cuerpo es una caja de resonancia donde queda inscrita la experiencia humana”, señala. Pero, a diferencia de sus retratos Frente al espejo, el fotógrafo pretende abordar su humanidad desde lo íntimo, desde el silencio, buscando aprehender la impronta que deja en ella su historia personal.
Los pies, que se repiten a lo largo de todo el discurso museográfico, parecen una continua alusión al desplazamiento, asociados a la idea del exilio que el nombre de la muestra sugiere. Sin embargo, son los pies de un cuerpo inerte, yacente, en los que el propio fotógrafo reconoce una referencia al Cristo de Mantegna, exánime, torturado, retratado en un magistral escorzo que nos presenta los miembros inferiores en primer plano. Pies juntos, recogidos, que refieren a “una cultura del dolor y del sacrificio”, explica Vasco.
A veces, el planteamiento se construye a partir de imágenes yuxtapuestas, que conforman un mensaje que se renueva en la mirada del espectador. Y es que, al igual que sílabas, las mismas fotografías, dispuestas en un orden diferente y sometidas a la interpretación de personas distintas, generan cada vez una historia única.
Las 120 imágenes que conforman esta exposición remiten, en suma, a las realidades del aislamiento y el desarraigo, a la soledad humana. Algunas de ellas habían sido ya expuestas en la muestra Caracas Postcards, un conjunto de instantáneas que reflejaban la depauperación de la capital venezolana, expresada a través de solitarios personajes, retratados contra las ruinas de lo que alguna vez fue. Son imágenes obtenidas al desplazarse en automóvil, sin que los retratados supieran que la foto había sido tomada. “No se trata de fotoperiodismo”, aclara Szinetar, pues lo que se plasma no es el momento, el lugar físico, sino el concepto, la desolación que emana de cada una de las estampas.
Imágenes de Berlín y Madrid contienen personas cuyo distante origen resulta manifiesto. Gentes que no pertenecen a esas urbes, pero que se desplazan en ellas. “El hombre de la diáspora mira distinto. Mira desde otros sentimientos y otras experiencias”, expresa Vasco, cuya obra sintetiza migración y sufrimiento.
El discurso del destierro es, en suma, el discurso de la soledad, la que impone la distancia geográfica, la del sujeto separado del entorno, una escisión que captamos, por ejemplo, en la imagen del Ávila percibido a través de un muro rematado con alambre de púas. Pero el cuerpo también es la frontera entre el yo y el contexto, lo que delimita el mundo al que nadie puede acceder, y que el artista sugiere a través de la mano puesta sobre los ojos, cegando al sujeto hacia el mundo exterior y volcándolo sobre su propio universo interno.
Encarada a esta exposición, sita en los magníficos espacios del Centro Sefarad-Israel, y acompañada por la amable atención de Esther Bendahán e Israel Doncel, no puedo menos que evocar la frase de una canción de Jorge Drexler: “Somos una especie en viaje: no tenemos pertenencias, sino equipaje”. Un equipaje a veces pesado y ominoso, que arrastramos a lo largo de nuestro tránsito vital.
linda.dambrosiom@gmail.com
Siguenos en
Telegram,
Instagram,
Facebook y
Twitter
para recibir en directo todas nuestras actualizaciones