Nunca antes Venezuela ocupó tanto espacio en Lancet, la revista médica más importante del mundo, junto a New England Journal of Medicine. Nueve menciones en casi ocho meses de 2018, dan cuenta del estado de nuestra salud desde el descontrol de epidemias hasta un análisis completo de nuestro sistema de atención sanitaria, público y privado. Solo faltó el obituario, que esperemos nunca ocurra. Veamos.
“Cáncer de mama en Venezuela, regreso al siglo XX”, dice el titular del 11/8/2018, con el siguiente comentario: “Frente a la escasez de medicinas, y equipos médicos en mal estado, las mujeres con cáncer de mama en Venezuela recurren a medios más radicales de tratamiento”. Es decir, métodos en desusocomo la mastectomía radical y laooforectomía (ovarios). “Con el desmantelamiento de hospitales y el éxodo de millares de médicos no hay posibilidad alguna de acceder a modernos y más efectivos tratamientos”.
“Los desafíos de la reestructuración de la salud en Venezuela”, reza una nota de Julián Villalba (28/7/2018) en respuesta al editorial: “El colapso del sistema de salud venezolano” (7/4/2018), y concluye que la crisis asistencial del país es “consecuencia de años de políticas de salud inadecuadas y débiles, la destrucción de las instituciones de salud y la reducción de las actividades de vigilancia epidemiológica en los últimos tres años”.
El 30% de todos los casos
En marzo 2018, según Joe Parkin Daniels: “Venezuela representó en 2015, el 30% de todos los casos notificados de malaria en las Américas. En 2017 hubo 319.765 casos en Venezuela, en comparación con los 240.613 del año anterior. Este brote se combina con la migración a gran escala que podría propagar la infección a la vecina Colombia”. Otros artículos con extensa documentación explican el aumento abrupto de muchas otras falencias de la salubridad en Venezuela. Concluye Lancet (7/4/2018): “se desmoronó la infraestructura del país, con consecuencias fatales para los venezolanos comunes”. Miren alrededor.
@rrangelaldao
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