Sin juventud no hay futuro político
Los jóvenes suelen tener menos oportunidades de participar en la política que los adultos. Esto puede deberse a factores como la falta de tiempo, la falta de recursos y la falta de información
Que la política es hoy día un tema lejano del interés de las grandes mayorías y muy especialmente de los más jóvenes es tanto una verdad como una preocupación por revertir esta situación.
Hay causas generales, que afectan a personas de cualquier edad y las hay específicas de la población juvenil. El tema no es nada sencillo por lo que en estas líneas tan solo daremos una aproximación sucinta y parcial al asunto. Comencemos por algunas causas generales.
La política es cada vez más compleja y difícil de entender para los ciudadanos comunes. Esto puede hacer que muchos ciudadanos se sientan desconectados de la política
En parte por su complejidad y en parte por la falta de oportunidades de participación muchos sienten que no son capaces de influir en ella.
La sociedad está cada vez más fragmentada en términos de valores, creencias e intereses. Esto puede dificultar el consenso político y puede hacer que los ciudadanos solo se sientan identificados con un grupo político en particular.
La pérdida de confianza en las instituciones políticas: Los ciudadanos están cada vez más desilusionados con los partidos políticos, los gobiernos y los políticos en general. Esta pérdida de confianza se debe a una serie de factores, como la corrupción, la ineficacia y la falta de transparencia.
Además de estas consideraciones que afectan a los ciudadanos en general, hay otros factores que influyen específicamente sobre los jóvenes desestimulando su interés por los asuntos públicos, entre ellos podemos mencionar los siguientes:
La política está dominada por personas mayores y esto dificulta la identificación de estos asuntos como propios de los jóvenes, haciéndola ver como “cosa de viejos”, porque representa intereses y necesidades de la gente mayor. El efecto es la sensación de no estar representados por los partidos políticos lo que redunda en un círculo vicioso en virtud del cual los jóvenes no participan en política porque no hay jóvenes participando en ella. La identidad grupal es siempre un factor importante y en los jóvenes la afirmación de su yo está muy marcado por la toma de distancia con respecto a sus mayores lo que significa que hacer las cosas a su modo o hacer cosas distintas a sus mayores se torna en una necesidad que debe ser cubierta.
Los jóvenes pueden estar más interesados en otros temas, como la cultura, la tecnología o el medio ambiente. Esto puede hacer que la política parezca irrelevante para ellos y que no se sientan motivados a participar en ella.
Los jóvenes suelen ser más radicales y moralistas que sus mayores por lo que las propuestas de estos últimos suelen parecerles tibias e inapropiadas y por su moralismo más acentuado están menos dispuestos a concesiones y son más sensibles señalamientos sobre la corrupción tendiendo a no particularizar sino a generalizar a la política como una actividad en sí misma corrupta.
Los jóvenes suelen tener menos oportunidades de participar en la política que los adultos. Esto puede deberse a factores como la falta de tiempo, la falta de recursos y la falta de información.
Las consideraciones anteriores ponen de relieve lo que ya sabemos y es que todos nosotros nos ocupamos de aquello que nos interesa o motiva y que lo práctico es qué debemos hacer para interesarlos y motivarlos hacia la política.
Entre las medidas que pueden instrumentarse para interesar a los jóvenes en la política pueden ensayar aquellas que los involucren en la política desde una edad temprana, hacerles ver que si no participan en defensa de sus intereses otros tomaran decisiones sobre ellos y esto puede hacerse a través de la educación formal, los programas extracurriculares y las experiencias de voluntariado porque, como dijo Einstein, la política es un asunto tan serio que no debemos dejarlo solo en manos de los políticos. También los jóvenes deben tener más oportunidades de participar en la política, tanto a nivel local como nacional. Esto puede hacerse a través de programas de participación ciudadana, la creación de espacios de participación juvenil y la reforma de las instituciones políticas para hacerlas más accesibles a los jóvenes. Pero la actividad fundamental es realizar una labor comunicacional que dignifique a la política, que la haga interesante a los jóvenes mostrándoles como ellos mediante la misma pueden construir un mundo más afín a sus deseos, necesidades y preferencias. De esta manera tendrá sentido para ellos la acción pública y la participación en la misma y podrá construirse una auténtica generación de relevo. Tendremos un nuevo sistema de creencias, valores, experiencias expectativas que harán de los políticos el tipo de ciudadano que necesitamos al frente de los destinos públicos y una sociedad que exija transparencia y probidad castigando con su rechazo o premiando con su respaldo la gestión de quienes reciben el mandato de representarnos. De lo contrario mantendremos el germen de la anti política, perpetuando la forma actual de gobernar y hacer oposición.
@AsuajeGuedez
asuajeguedezd@gmail.com
Hay causas generales, que afectan a personas de cualquier edad y las hay específicas de la población juvenil. El tema no es nada sencillo por lo que en estas líneas tan solo daremos una aproximación sucinta y parcial al asunto. Comencemos por algunas causas generales.
La política es cada vez más compleja y difícil de entender para los ciudadanos comunes. Esto puede hacer que muchos ciudadanos se sientan desconectados de la política
En parte por su complejidad y en parte por la falta de oportunidades de participación muchos sienten que no son capaces de influir en ella.
La sociedad está cada vez más fragmentada en términos de valores, creencias e intereses. Esto puede dificultar el consenso político y puede hacer que los ciudadanos solo se sientan identificados con un grupo político en particular.
La pérdida de confianza en las instituciones políticas: Los ciudadanos están cada vez más desilusionados con los partidos políticos, los gobiernos y los políticos en general. Esta pérdida de confianza se debe a una serie de factores, como la corrupción, la ineficacia y la falta de transparencia.
Además de estas consideraciones que afectan a los ciudadanos en general, hay otros factores que influyen específicamente sobre los jóvenes desestimulando su interés por los asuntos públicos, entre ellos podemos mencionar los siguientes:
La política está dominada por personas mayores y esto dificulta la identificación de estos asuntos como propios de los jóvenes, haciéndola ver como “cosa de viejos”, porque representa intereses y necesidades de la gente mayor. El efecto es la sensación de no estar representados por los partidos políticos lo que redunda en un círculo vicioso en virtud del cual los jóvenes no participan en política porque no hay jóvenes participando en ella. La identidad grupal es siempre un factor importante y en los jóvenes la afirmación de su yo está muy marcado por la toma de distancia con respecto a sus mayores lo que significa que hacer las cosas a su modo o hacer cosas distintas a sus mayores se torna en una necesidad que debe ser cubierta.
Los jóvenes pueden estar más interesados en otros temas, como la cultura, la tecnología o el medio ambiente. Esto puede hacer que la política parezca irrelevante para ellos y que no se sientan motivados a participar en ella.
Los jóvenes suelen ser más radicales y moralistas que sus mayores por lo que las propuestas de estos últimos suelen parecerles tibias e inapropiadas y por su moralismo más acentuado están menos dispuestos a concesiones y son más sensibles señalamientos sobre la corrupción tendiendo a no particularizar sino a generalizar a la política como una actividad en sí misma corrupta.
Los jóvenes suelen tener menos oportunidades de participar en la política que los adultos. Esto puede deberse a factores como la falta de tiempo, la falta de recursos y la falta de información.
Las consideraciones anteriores ponen de relieve lo que ya sabemos y es que todos nosotros nos ocupamos de aquello que nos interesa o motiva y que lo práctico es qué debemos hacer para interesarlos y motivarlos hacia la política.
Entre las medidas que pueden instrumentarse para interesar a los jóvenes en la política pueden ensayar aquellas que los involucren en la política desde una edad temprana, hacerles ver que si no participan en defensa de sus intereses otros tomaran decisiones sobre ellos y esto puede hacerse a través de la educación formal, los programas extracurriculares y las experiencias de voluntariado porque, como dijo Einstein, la política es un asunto tan serio que no debemos dejarlo solo en manos de los políticos. También los jóvenes deben tener más oportunidades de participar en la política, tanto a nivel local como nacional. Esto puede hacerse a través de programas de participación ciudadana, la creación de espacios de participación juvenil y la reforma de las instituciones políticas para hacerlas más accesibles a los jóvenes. Pero la actividad fundamental es realizar una labor comunicacional que dignifique a la política, que la haga interesante a los jóvenes mostrándoles como ellos mediante la misma pueden construir un mundo más afín a sus deseos, necesidades y preferencias. De esta manera tendrá sentido para ellos la acción pública y la participación en la misma y podrá construirse una auténtica generación de relevo. Tendremos un nuevo sistema de creencias, valores, experiencias expectativas que harán de los políticos el tipo de ciudadano que necesitamos al frente de los destinos públicos y una sociedad que exija transparencia y probidad castigando con su rechazo o premiando con su respaldo la gestión de quienes reciben el mandato de representarnos. De lo contrario mantendremos el germen de la anti política, perpetuando la forma actual de gobernar y hacer oposición.
@AsuajeGuedez
asuajeguedezd@gmail.com
Siguenos en
Telegram,
Instagram,
Facebook y
Twitter
para recibir en directo todas nuestras actualizaciones