Hay aproximadamente 1500 millones de musulmanes en el mundo, un porcentaje mínimo son radicales y están dispuestos a la guerra santa en contra de los infieles es decir: en contra de todos y todes.

A lo largo de mi vida hice buenas amistades que profesan el Islam, integrantes de familias, modernas y muy estructuradas; como me explica entre copa y copa, Ajemed, más que un hermano para mi familia: “David no le des más vuelta a la cabeza, nuestra gente es víctima del atraso, los avances del islam y el aporte al mundo se quedaron siglos atrás, no te esfuerces por comprender con pensamiento de occidente algo que escapa de la lógica, nosotros mismos nos hemos cercenado las esperanzas y eso es una barrera al progreso, los que logramos ser exitosos, vemos en el pasado un espacio al que nunca quisiéramos regresar, es un tema cultural y unas interpretaciones erradas de las escrituras”. Si te modernizas eres un infiel; parece mentira, pero es precisamente dentro de Israel donde los árabes se destacan en todas las áreas, del desarrollo, y eso es porque en su mayoría nacieron en democracia y se integraron a una sociedad plural”... Como dice el axioma: a confesión de parte, relevo de pruebas.

Teniendo un suegro nacido en Alepo- Siria y una suegra en Damasco, imagínense si después de varias décadas si no conoceré la película de cerca, de paso la gastronomía árabe me fascina.

La poca solidaridad de los musulmanes ante la gran cantidad de atentados que han ocurrido alrededor del mundo, la falta de pronunciamiento de sus líderes al respecto, las escenas de celebración cada vez que ha ocurrido un atentado en París, Londres, Madrid o Nueva York, han ido generando animadversión por lo Musulmán.

Adicionalmente a ello en Europa se está observando una transculturización violenta y los nacionales de esos países hoy los están rechazando pues estas personas que vienen de afuera exigen mucho.

En la reciente guerra en contra del terrorismo de Hamas, el mundo ha visto un componente de crueldad de sadismo de violencia sin precedentes, las historias de asesinatos a mujeres embarazadas a familias enteras en presencia de hijos y de abuelos, el abuso de niños y las tantas atrocidades que han salido a la luz pública gracias a lo que los mismos terroristas han podido filmar con sus propias cámaras, generan mas rechazo provocado.

El islam radical esta demostrando una desconexión de la lástima y de los sentimientos por las víctimas y eso es rechazado en occidente.

La Organización de Naciones Unidas y otros entes multilaterales al apartarse de la verdad y ponerse en favor de Hamas contribuyen con esa islamofobia.

La intencional desinformación de la media no logra borrar una ecuación en la mente de los occidentales y es que definitivamente no todos los musulmanes son terroristas pero la mayoría de los atentados terroristas son perpetrado por musulmanes.

Los radicales islamistas han acabado con la presencia católica en todo el Medio Oriente, los únicos que sobreviven felices, sanos y salvos están en Israel.

Si el mundo musulmán no espabila, sufrirán de cerca un odio superior al antisemitismo que sus radicales han inoculado en un mundo que hoy parece despertar.