Taladro de yacimientos y capitales en el sector petrolero venezolano
Aunque muy obvio el efecto Chevron no conlleva aún, una aptitud ideal para un reimpulso de la industria petrolera nacional; pues según los analistas, los inversores interesados en el sector petrolero nacional, se navega a contracorriente de las sanciones
El contrato de perforación es el instrumento más importante dentro de las tareas de exploración y lucro en la industria petrolera; pues, la cantidad de taladros en función incide sobre la obtención de crudo. Según la LOH, las operaciones de exploración y producción, se califican como “primarias” y las efectúan empresas operadoras o directamente, el Ejecutivo Nacional; ejecuciones aguas arriba en la industria.
La actividad prospectiva implica estudios geológicos, lo que conlleva sísmica, mediante el uso de explosivos, para ubicar la existencia de un yacimiento. Luego, si hay indicios de la existencia de hidrocarburo, se procede a perforar uno o más pozos exploratorios, lo cual estaría sujeto a un programa mínimo de exploración. Confirmada la presencia de estos se perforan los de evaluación para precisar las magnitudes del yacimiento. Se taladra y estima el volumen, cararacterísticas del hidrocarburo y la presencia de otras materias.
Asimismo, las actividades de explotación incluyen un plan de taladro de pozos de producción en el programa de desarrollo del campo o área; programa de extensión de la contratista, que conlleva servicios técnicos para la compra de materiales a larga entrega: equipos de perforación; servicios asociados y base logística. Pero, en una operación costa afuera los intríngulis logísticos del programa serían mucho mayores por las exigencias de naves, aeronaves y puertos, entre otros. Asuntos válidos tanto en las actividades de exploración y explotación de crudo como para glp.
Por tanto, son proyectos onerosos, que exigen una inversión cuantiosa de capital, aportable solo por las transnacionales conocidas, algunas pertenecientes a la International Association of Drillings Contractors (IADC), con sede en Houston, siempre y cuando obtengan una licencia OFAC para invertir en Venezuela debido a las sanciones contra el régimen de Nicolás Maduro y algunos de sus personeros, lo que hace “alarmante” por momento omportuno como para mantener una intervención BCV porque se destinan divisas muy escasas por los altibajos del crudo, que conlleva una venta del BCV cercana a un 30-40 por ciento menor que lo intervenido por 2022; razón por la que, entre otras, el dólar oficial ha aumentado cerca de un 90 por ciento durante 2023. Y, aunque se reduce el gasto y se refuerza con las divisas efecto de la actividad de empresas mixtas, donde figura Chevron, muy poco cierto un logro inminente de reimpulso económico; es un proceso a largo plazo.
Aunque muy obvio el ‘efecto Chevron’ no conlleva aún, una aptitud ideal para un reimpulso de la industria petrolera nacional; pues según los analistas, los inversores interesados en el sector petrolero nacional, se navega a contracorriente de las sanciones EEUU; la incertitud políticoeconómica, aparte de la ineptitud general del país para competir con otras industrias del sector en la “Celac”. Realidad tangible por su diafanidad.
isaimar@gmail.com
La actividad prospectiva implica estudios geológicos, lo que conlleva sísmica, mediante el uso de explosivos, para ubicar la existencia de un yacimiento. Luego, si hay indicios de la existencia de hidrocarburo, se procede a perforar uno o más pozos exploratorios, lo cual estaría sujeto a un programa mínimo de exploración. Confirmada la presencia de estos se perforan los de evaluación para precisar las magnitudes del yacimiento. Se taladra y estima el volumen, cararacterísticas del hidrocarburo y la presencia de otras materias.
Asimismo, las actividades de explotación incluyen un plan de taladro de pozos de producción en el programa de desarrollo del campo o área; programa de extensión de la contratista, que conlleva servicios técnicos para la compra de materiales a larga entrega: equipos de perforación; servicios asociados y base logística. Pero, en una operación costa afuera los intríngulis logísticos del programa serían mucho mayores por las exigencias de naves, aeronaves y puertos, entre otros. Asuntos válidos tanto en las actividades de exploración y explotación de crudo como para glp.
Por tanto, son proyectos onerosos, que exigen una inversión cuantiosa de capital, aportable solo por las transnacionales conocidas, algunas pertenecientes a la International Association of Drillings Contractors (IADC), con sede en Houston, siempre y cuando obtengan una licencia OFAC para invertir en Venezuela debido a las sanciones contra el régimen de Nicolás Maduro y algunos de sus personeros, lo que hace “alarmante” por momento omportuno como para mantener una intervención BCV porque se destinan divisas muy escasas por los altibajos del crudo, que conlleva una venta del BCV cercana a un 30-40 por ciento menor que lo intervenido por 2022; razón por la que, entre otras, el dólar oficial ha aumentado cerca de un 90 por ciento durante 2023. Y, aunque se reduce el gasto y se refuerza con las divisas efecto de la actividad de empresas mixtas, donde figura Chevron, muy poco cierto un logro inminente de reimpulso económico; es un proceso a largo plazo.
Aunque muy obvio el ‘efecto Chevron’ no conlleva aún, una aptitud ideal para un reimpulso de la industria petrolera nacional; pues según los analistas, los inversores interesados en el sector petrolero nacional, se navega a contracorriente de las sanciones EEUU; la incertitud políticoeconómica, aparte de la ineptitud general del país para competir con otras industrias del sector en la “Celac”. Realidad tangible por su diafanidad.
isaimar@gmail.com
Siguenos en
Telegram,
Instagram,
Facebook y
Twitter
para recibir en directo todas nuestras actualizaciones