De verdad verdad
En tiempos como los que vivimos, si queremos que las cosas cambien realmente, tendremos cada uno que luchar con convicción a favor de la verdad, donde sea que ella esté, lo cual no será nada fácil
Reflexionaba en estos días que la vida es realmente interesante, sobre todo cuando uno hace lo posible por enfocarse a cada paso en lo que es verdadero…¡de verdad! En especial hoy día en un mundo lleno de conflictos, en el que tristemente es muy común que la primera víctima de esos conflictos en cada caso sea la verdad…la verdadera.
En efecto, es terrible decir mentiras para tratar de encubrir algo que se ha hecho mal. De hecho quien no es honesto consigo mismo no va a poder ser honesto con los demás. Y eso a su vez lo va a llevar por caminos cada vez más enmarañados. Porque si estamos sembrando engaño y confusión, eso mismo vamos a cosechar para nosotros…aunque lo hagamos por una causa que estimemos noble y que vale la pena. Por eso una de las cosas más inteligentes que podemos hacer cada uno, es determinar cuáles son nuestros puntos fuertes y debilidades, y tenerlos bien claros.
A continuación un ejemplo de algo que sucedió, que seguro se repite con frecuencia de modos similares, y que deja una gran lección…la integridad siempre vale la pena:
Una vez cuatro jóvenes competían esforzadamente para conseguir el puesto de Gerente del Departamento de Créditos de un banco. Luego de considerar los méritos de cada aspirante, la junta directiva tomó una decisión: decidieron notificar a uno de ellos de su promoción, que incluiría un importante aumento salarial. Esto lo harían durante una reunión programada, después del almuerzo. Al mediodía el joven que había sido elegido fue a la cafetería a almorzar. En la hilera de personas uno de los directores se hallaba detrás de él, separado por unos clientes. El director lo vio elegir su comida, incluyendo un dulce. Tan pronto como lo puso en su bandeja lo cubrió para ocultarlo al cajero, así evitó pagar por el mismo. Esa tarde después de la comida se reunieron los directores para notificar al joven elegido, pero antes de hacerlo entrar al salón, se informó de lo ocurrido a todo el directorio. Llegaron a la conclusión de que si él estaba dispuesto a mentirle a un cajero sobre lo que había en su bandeja de comida, también estaría dispuesto a mentir, esta vez al banco, respecto a lo que habría en las cuentas de este; por lo tanto, no le dieron el puesto.
En realidad la mentira, la deshonestidad, no se miden en grados, una mentira es una mentira, la verdad es la verdad...incluso una media verdad en realidad es una mentira. De hecho cualquier cosa que sea casi verdad es bastante falsa, y está entre los errores más peligrosos; porque estando tan cerca de la verdad, es más fácil que descarríe y confunda a cualquier persona.
Amigos: En tiempos como los que vivimos, si queremos que las cosas cambien realmente, tendremos cada uno que luchar con convicción a favor de la verdad, donde sea que ella esté, lo cual no será nada fácil. Tocará ponerle mucho corazón, al final valdrá más que la pena, si queremos entregar a nuestros niños y jóvenes un mundo mejor…de verdad.
@viviendovalores
@agusal77
En efecto, es terrible decir mentiras para tratar de encubrir algo que se ha hecho mal. De hecho quien no es honesto consigo mismo no va a poder ser honesto con los demás. Y eso a su vez lo va a llevar por caminos cada vez más enmarañados. Porque si estamos sembrando engaño y confusión, eso mismo vamos a cosechar para nosotros…aunque lo hagamos por una causa que estimemos noble y que vale la pena. Por eso una de las cosas más inteligentes que podemos hacer cada uno, es determinar cuáles son nuestros puntos fuertes y debilidades, y tenerlos bien claros.
A continuación un ejemplo de algo que sucedió, que seguro se repite con frecuencia de modos similares, y que deja una gran lección…la integridad siempre vale la pena:
Una vez cuatro jóvenes competían esforzadamente para conseguir el puesto de Gerente del Departamento de Créditos de un banco. Luego de considerar los méritos de cada aspirante, la junta directiva tomó una decisión: decidieron notificar a uno de ellos de su promoción, que incluiría un importante aumento salarial. Esto lo harían durante una reunión programada, después del almuerzo. Al mediodía el joven que había sido elegido fue a la cafetería a almorzar. En la hilera de personas uno de los directores se hallaba detrás de él, separado por unos clientes. El director lo vio elegir su comida, incluyendo un dulce. Tan pronto como lo puso en su bandeja lo cubrió para ocultarlo al cajero, así evitó pagar por el mismo. Esa tarde después de la comida se reunieron los directores para notificar al joven elegido, pero antes de hacerlo entrar al salón, se informó de lo ocurrido a todo el directorio. Llegaron a la conclusión de que si él estaba dispuesto a mentirle a un cajero sobre lo que había en su bandeja de comida, también estaría dispuesto a mentir, esta vez al banco, respecto a lo que habría en las cuentas de este; por lo tanto, no le dieron el puesto.
En realidad la mentira, la deshonestidad, no se miden en grados, una mentira es una mentira, la verdad es la verdad...incluso una media verdad en realidad es una mentira. De hecho cualquier cosa que sea casi verdad es bastante falsa, y está entre los errores más peligrosos; porque estando tan cerca de la verdad, es más fácil que descarríe y confunda a cualquier persona.
Amigos: En tiempos como los que vivimos, si queremos que las cosas cambien realmente, tendremos cada uno que luchar con convicción a favor de la verdad, donde sea que ella esté, lo cual no será nada fácil. Tocará ponerle mucho corazón, al final valdrá más que la pena, si queremos entregar a nuestros niños y jóvenes un mundo mejor…de verdad.
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