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Israel tiene dirigente

Hay profundas divisiones en la sociedad israelí, un debate amargo e inconcluso respecto a muchos temas. Pero en asuntos de supervivencia y seguridad, no hay lugar para divisiones ni contradicciones

  • ELIAS FARACHE S.

25/07/2023 05:01 am

El miércoles 19 de julio de 2023, Isaac Herzog, presidente de Israel, fue recibido en el congreso de los Estados Unidos de América. Para los israelíes y los judíos en general, esto constituye todo un evento. Haber estado despojados de suelo patrio por dos mil años cataliza la emoción de saberse parte del mundo, del concierto de las naciones. Y mucho más cuando se ocupa una posición de respeto y prestigio.

El mensaje de Isaac Herzog fue muy claro. Destacó el vínculo entre Estados Unidos e Israel, basado en profesar valores comunes de libertad y democracia. La amistad entre los pueblos. El agradecimiento de Israel al apoyo y ayuda americanos. El compromiso de luchar contra males que son comunes a ambas naciones. Herzog fue educado y contundente.

Quizás algunos esperaban otra cosa. Pero, ¿qué otra posición se puede esperar de Israel respecto a la amenaza de un Irán con capacidades nucleares? El tono de Herzog fue distinto al del primer ministro Benjamín Netanyahu, pero el contenido fue básicamente el mismo.

Herzog resaltó el peligro que significa un Irán con armamento atómico para el mundo y para Israel. Afirmó la necesidad de unir esfuerzos para evitarlo. Y se reservó el derecho de Israel de actuar si su seguridad y existencia estuvieran amenazadas. Nada nuevo. ¿Es que Israel puede decir y hacer algo distinto? No. Es obvio.

La figura del presidente en Israel ha ido cobrando importancia en la medida que las mayorías parlamentarias dejaron de tener fuerza y las coaliciones perdieron el dominio de otrora. La jefatura de estado y con ella la responsabilidad de las relaciones exteriores recaen en el primer ministro. El primer ministro asume y es removido en cada elección, y los periodos entre elección y elección se han dio acortando. El presidente dura un lapso completo de siete años. Y los últimos presidentes han sido personas de trayectoria y peso político. Como Shimon Peres, Reuven Rivlin y ahora Isaac Herzog. Este último, nieto del primer Gran Rabino de Israel, hijo del también presidente y general Chaim Herzog, y sobrino político del primer y legendario canciller de Israel, Aba Eban

La coalición actual del primer ministro Netanyahu no las tiene todas consigo. La propuesta de reforma judicial ha desatado una ola de protestas sin precedentes. Un agrio clima político ensombrece el país. Demasiados enfrentamientos y amenazas que se traducen en debilidad intrínseca del país todo. Los gobiernos amigos de Israel se manifiestan en contra del primer ministro y hasta boicotean algunos miembros de su gabinete. También los Estados Unidos. Una inusitada preocupación repentina por la democracia israelí y su destino en caso de ser llevada a cabo la susodicha reforma judicial. Una nota, hasta graciosa, es el comentario americano respecto al eventual establecimiento de relaciones diplomáticas entre Arabia Saudita e Israel. Resulta que el gobierno saudí se preocupa por la reforma judicial y su impacto en el sistema democrático israelí, razón por la cual es establecimiento de relaciones está en veremos. Increíble el comentario, el eco que se le hace al mismo y el origen. Merecedor de una observación de Don Quijote a Sancho Panza en pleno siglo XXI.

Quizás la administración americana llegó a creer que Herzog vendría con una posición distinta a la del primer ministro. Un primer ministro que aún no ha sido invitado a la Casa Blanca, en una muestra de desdén imperial que, al pretender debilitar a Netanyahu, empodera a sus enemigos, quienes en definitiva son también enemigos de los Estados Unidos. No siempre la diplomacia americana acierta, y lo contrario tiende a ser lamentable.

Para tranquilidad de Israel, la posición y el mensaje de Isaac Herzog fueron claros y precisos. Hay profundas divisiones en la sociedad israelí, un debate amargo e inconcluso respecto a muchos temas. Pero en asuntos de supervivencia y seguridad, no hay lugar para divisiones ni contradicciones. La invitación Herzog resultó en un éxito para todos en Israel, incluso para el algo vapuleado primer ministro.

Israel no puede darse el lujo de flaquear. Primer ministro o presidente, en Israel siempre hay dirigente.

Elías Farache S.
eliasfaraches@gmail.com
eliasfaraches.blogspot.com  
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