Cuando los agricultores botan su cosecha lo hacen porque se pudre si no pueden transportarla a los mercados a tiempo para que la gente las compre y se alimente. Los vegetales son alimentos perecederos. Y si se pudre por falta de transporte, es por falta de gasolina y diésel. El monopolio de la producción de gasolina la tiene el estado. Nadie bota su producción por gusto, ni por enviar un mensaje opositor al gobierno. Botan la producción porque no tienen otra alternativa y más bien les causa ruinas económicas, luego de una enorme inversión de capital, esfuerzo humano y perdidas en equipos. Por lo tanto los que deben ir presos no son los agricultores, sino los que no despacharon la gasolina y el diésel a las gasolineras del país.

Sin embargo, el gobierno actuó contrario a la solución del problema, puso preso a quien produjo la comida y no a quien impidió su despacho por no haber hecho su trabajo de proveer gasolina y diésel. Esa acción del gobierno crear un sistema de desincentivos, y aunado a otras erradas políticas económicas, es lo que ha hecho que la producción de Venezuela haya caído de $350 mil millones en el año 2013 a $65 mil millones al presente. Es verdad, el gobierno actual ha cambiado sus políticas de desincentivo como el control de cambio y de precios y no ha hecho más expropiaciones, lo cual es un viraje necesario para crear incentivos a los ciudadanos para que produzcan e inviertan. También el gobierno ha devuelto algunos activos expropiados. Adicionalmente, aunque no suficientemente, el gobierno ha mejorado los incentivos a invertir evitando inyectar dinero inorgánico para financiar gasto improductivo del gobierno y así reducir la hiperinflación. También busca desburocratizar la economía.

Pero falta mucho por hacer al gobierno en materia de incentivar a la población a producir y a subir las tasas de empleo e inversión. Para empezar, el gobierno debe licitar todo el gasto fiscal. Eso sería el mayor cambio histórico y que falta ejecutar en la economía del país. De esta manera, las obras de infraestructura se ejecutan, no quedan inconclusas , y los costos bajan. La población tendría mejores servicios públicos, vialidad, transporte, escuelas, telecomunicaciones, agua, electricidad, hospitales, etc.. Esto aumenta las posibilidades e educarse y montar empresas. Luego el gobierno debe quitar la burocracia en todas las notarías y registros públicos que son un verdadero obstáculo a la creación y mantenimiento de empresas y la buena marcha del país. Tercero, el gobierno debe racionalizar las penalizaciones del Seniat por incumplimientos. Conozco casos donde por atrasos en depositar el dinero del IVA por montos de $20.000 las penas llegan a $1.500.000. Y el retraso de pago del IVA ocurre por fallas en el portal de SENIAT y no por el contribuyente. Conozco muchos empresarios que no están dispuestos a invertir en un país donde la penalización SENIAT es tan ruinosa y destructiva. Igualmente, menos corrupción en el estado es otro incentivo para pagar impuestos. Corrupción y altos impuestos más una gigantescas penalidades por infracciones, lejos de incentivar al cumplimiento, espanta la inversión y impide subir el PIB. Adicionalmente, el gobierno debe cambiar su política exterior. Ningun pueblo del mundo merece que sus jefes de estado esten en disputa con otros países. Y menos la manera de tratar a EE.UU y Europa con bully y llamando epítetos como imperio y colonialistas a los que son los mejores clientes del país y a los mayores inversionistas del mundo. Esto es algo auto destructivo y patológico.

Sí hay que estar seguro que EE.UU. y Europa no controlen los recursos naturales del país, y lo mismo aplica a los rusos ni lo chinos. Nos hace mucho daño al pueblo venezolano perder su soberanía en una batalla geopolítica y más si nos anotamos en con el lado menos beneficioso que no invierten o lo hacen leoninamente. La pobreza en Venezuela es malas políticas económicas de los gobiernos y mala política exterior. No hay otra causa y el gobierno actúal puede corregir y ha demostrado capacidad de hacer cambios.

Esos negocios con China y Rusia generan zozobra en los ciudadanos ya que son países no auditables y que tienen como enemigos a los países que más invierten en Venezuela. Es cierto que EE.UU. hace mucho daño con las sanciones a la economía y que no debe condicionar su levantamiento a los hechos políticos internos. Pero el gobierno de Maduro debe resolver ese nudo gordiano que tiene la economía nacional. Sin levantar las sanciones al petróleo venezolano Venezuela nunca volverá a la prosperidad y el gobierno no debe autoengañarse con bambalinas turcas, árabes, chinas ni rusas. Ellos también necesitan del occidente. Los ciudadanos chinos, rusos, turcos y demás todos mueven sus ahorros y familias al occidente.