Cuenca del río Cuyuní
Esta cuenca ofrece la ubicación geoestratégica que ostenta isla Anacoco, equidistante del límite entre el área en disputa y el estado Bolívar, además de su ubicación estratégica en el Cuyuní, río navegable que afluye al Esequibo
No solo como fuente de agua para usos doméstico, industrial y agrícola, sino como una de las principales fuentes para la producción de energía eléctrica, como vía de comunicación y fuente de recursos faunísticos es de interesarnos algunos detalles de esta cuenca transfronteriza cuya extensión abarca entre Venezuela y Guyana unos 54200 km cuadrados, de los cuales unos 40000 km cuadrados (un 74 por ciento) pertenecen a Venezuela, sureste del estado Bolívar; la diferencia, extendida en unos 14000 km cuadrados (un 26 por ciento), podríamos ubicarlos aguas abajo, noreste de la “Zona en Reclamación”, en un rincón silvícola denominado “Cañamú”, villorrio inexistente para ambas naciones, así como para Mapcarta, aldea de chabolas instalada a la margen oriental del río Cuyuní, dedicada a la explotación ilícita de oro, territorio esequibo nuestro que Guyana esquilma y controla como Región de Cuyuní-Mazaruni, (Región 7) o Imbaimadai, adyacente a San Martín de Turumbán, otra ranchería sobre la ribera opuesta. Pero, en territorio venezolano, Región por donde Guyana impulsa furtivamente, además de estaciones base, el desarrollo del proyecto hidroeléctrico de 165 MW Amaila Falls, programado para entrar en servicio hacia fines de 2025.
Esta cuenca ofrece la ubicación geoestratégica que ostenta isla Anacoco, equidistante del límite entre el área en disputa y el estado Bolívar, además de su ubicación estratégica en el Cuyuní, río navegable que afluye al Esequibo y permite un tránsito libre entre ambos territorios, razón por la que se hace necesario fomentar una presencia poblacional venezolana idónea, que garantice la defensa y protección –soberanía- de este espacio tan valioso de nuestro territorio en disputa, sometido, hoy por hoy, a la potestad objetable de una CIJ, quizá maleable, no se ratifique el descarrío del laudo de París, 1899.
Toda una situación desconcertante mientras nuestra cancillería política y diplomáticamente aborde el tema con ligereza, tal y como ocurre desde mucho antes de 2015, debido a unas relaciones malentendidas.
Miesquibo1967@gmail.com

Esta cuenca ofrece la ubicación geoestratégica que ostenta isla Anacoco, equidistante del límite entre el área en disputa y el estado Bolívar, además de su ubicación estratégica en el Cuyuní, río navegable que afluye al Esequibo y permite un tránsito libre entre ambos territorios, razón por la que se hace necesario fomentar una presencia poblacional venezolana idónea, que garantice la defensa y protección –soberanía- de este espacio tan valioso de nuestro territorio en disputa, sometido, hoy por hoy, a la potestad objetable de una CIJ, quizá maleable, no se ratifique el descarrío del laudo de París, 1899.
Toda una situación desconcertante mientras nuestra cancillería política y diplomáticamente aborde el tema con ligereza, tal y como ocurre desde mucho antes de 2015, debido a unas relaciones malentendidas.
Miesquibo1967@gmail.com

Siguenos en
Telegram,
Instagram,
Facebook y
Twitter
para recibir en directo todas nuestras actualizaciones