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Lo que está en juego es una millonada de dólares que debe nuestra querida patria producto de arbitrajes que hemos perdido con motivo de las expropiaciones hechas

  • REINALDO GADEA

09/06/2023 05:03 am

Sigo con mi guanajo de Citgo y pensando que es lo que tendremos que hacer para tratar de salvar el segundo de los activos más que tenemos los venezolanos en el exterior, porque el primero esta conformados por los millones de migrantes que se han ido, según los entendidos, por las pésimas condiciones de vida que hay en nuestra amada patria.

Recientemente, el semanario de El Universal dedicó importante espacio para informarnos varios detalles de ese tema, a raíz que una Corte de Apelaciones de Estados Unidos, a pedimento de Venezuela, suspendió temporalmente la subasta de las acciones de Citgo, hasta tanto un panel escuche a los argumentos de los abogados que representan a Venezuela, así como a los profesionales del derecho que defienden los derechos de los seis acreedores que pretenden cobrarse mediante la referida subasta.

Lo que está en juego es una millonada de dólares que debe nuestra querida patria producto de arbitrajes que hemos perdido con motivo de las expropiaciones hechas durante el gobierno del Comandante Eterno, Hugo Chávez, en el caso Crystallex que fue la primera que demandó, y en ese caso, Conoco Phillips, productora logró incorporarse para también satisfacer el crédito que tiene en contra de nuestra nación.

En esa misma oportunidad, El Universal hizo referencia a las declaraciones del economista Francisco Rodríguez, en la que nos deja entender que Citgo sigue muy comprometida, porque el pago de la deuda, tarde o temprano debe cumplirse.

Todo este cuento me hizo recordar la conducta asumida por el General Juan Vicente Gómez, “El Benemérito” frente a la enorme deuda que tenía Venezuela desde mucho antes de que él entrara a gobernarla, de acuerdo a lo narrado por el historiador Roberto Zamora Hernández, y que nos podría servir de comparación, en cuanto a la administración.

Comienza por señalar que Gómez tenía un principio, que, siendo básico, no es muy prtacticado “No gastar más sino menos de las cantidades que ingresan” también practicado por su Ministro de Hacienda, Román Cárdenas, quien orientó toda la recaudación hacia el Tesoro Nacional, cosa que no se hacía, lo que permitió atender las obligaciones de la república y estabilizar la moneda, y lo más importante, el equilibrio presupuestario, y recursos para atender cualquier crédito adicional.

En 1907 hizo un primer pago de la deuda, atendiendo a una decisión del Tribunal de La Haya, por un monto de 18 millones de bolívares. El segundo pago, en 1930, fue de 148 millones, deuda adquirida antes de su gobierno, y lo hizo para honrar la memoria de Bolívar, quien aborrecía más las deudas que a los propios españoles, quedando el país solvente de deudas internacionales, a tal extremo que Francia, indicó: “Venezuela, en medio de la crisis universal, es el único país del mundo que no tiene deudas”. El Universal, en su primera página, anunciaba el pago total de la deuda externa.

En 1935 pagó la deuda interna, y los gringos en un informe señalaron que nuestro país era el único que presentaba un superávit de 4 dólares por habitante, cuando todo el continente tenía un enorme déficit.

Al 17 de diciembre de 1935, a su muerte, Venezuela no solo no debía un centavo a nadie, sino que contaba con unas reservas cercanas a los 108 millones de bolívares, además de escuelas por doquier, carreteras, escuelas, hosdpitales, electricidad y pare usted de contar.

Yo me atrevo a recomendarle al Presidente Maduro que designe unos buenos abogados para que tramiten las licencias correspondientes y proceda a pagar esos pasivos antes de que nos ejecuten nuestro mejor activo en el exterior.

@gadeaperez
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