América latina y su paso hacia el abismo
El pensamiento retrógrado enclavado en el caribe, se ha convertido en una peste exportada que hace mella en las democracias. La ignorancia que predica y la supuesta inteligencia que lo cree
América latina pugna actualmente entre la ignorancia alimentada y estimulada desde el poder, la ceguera que impone el fanatismo al resentimiento social y la inercia pasmosa de quienes se suponen pensantes; estos últimos, en espera que otros actúen, mientras “se ven las cosas como vengan”. El ensayo venezolano de implementar un sistema obsoleto y disfuncional logró levantar ánimos y deseos de copiar la experiencia. Por una parte se evidenció el empuje del tren “ideologizante” con una petro-chequera sin control alguno, sin regulación y a discreción de una organización que devino con pasos agigantados hacia la inmoralidad administrativa; por el otro un estado parásito que por más de sesenta años ha vivido de la renta de otras naciones, bajo la promesa de un mundo ideal, un paraíso terrenal que no han sido capaces de ofrecerlos a sus propios nacionales.
El sueño de Venezuela terminado en pesadilla, horror onírico del que se ha hecho difícil despertar, parece ilusionar centenares (o quizás millones) de personas que no ven más allá de sus narices; y aun cuando con el peor de los descaros son pregonados por una corriente que es posible en algún momento se inspiró en un modelo social y político para reivindicar a la mayoría, se enrumbó pronto hacia la peor de las estafas, con una clase política que alardea de votos de pobreza, mientras sus conductores nadan en la opulencia, el despilfarro y la corrupción. Desde México a la Patagonia Argentina, se habla de “las maravillas” logradas en Venezuela y se cacarean estrategias para repetir la receta que condujo al país más rico de la región en un exportador de miserias y convirtió a millones de personas en parias que peregrinas por el planeta.
Resulta indignante cuando una multitud aplaude a rabiar al presidente mexicano, en sus eternos balbuceos más cercanos a una patología psiquiátrica que al perfil de un jefe de estado. Lo más obtuso y degradante de los análisis que pudieran surgir de la psicología social se queda corto, ante afirmaciones como “mantener al pueblo pobre, es una estrategias que demostrado su efectividad; es una forma segura de conservar el apoyo popular” y repetido en los medios oficiales, genera nauseas aprendidas en el inconsciente, al recordar a un personaje de la política criolla quien afirmaba, “mientras más pobre es la gente, es más fiel seguidor de la revolución”. Hoy día este personaje es cuestionado por la moral universal, aunque la justicia local aun no lo vincula a los despropósitos en las ejecutorias de sus más cercanos colaboradores.
Los hermanos chilenos también quisieron navegar por nuestro Guaire político; la destrucción de servicios públicos se convirtió en detonador para ensayar con un estudiante profesional, (al igual que en Venezuela) que los hay por decenas; viven de la universidad y sin aspiraciones de titularse pretenden dar lecciones de progresismo y desarrollo a una población embobada, que no exige a tales politicastros que aplique tal receta a sus propias experiencia. ¿Cómo pretender que un ser que no intenta superarse asimismo puede ser sinónimo de desarrollo de un municipio, menos de una nación? El camino de Chile se torna con nubarrones, el fracaso de una constituyente, la exoneración de culpa de destructores nacionales e importados, hasta una intestina pretensión de destruir los cuerpos de seguridad del estado, mientras se intenta garantizar impunidad absoluta a los “compadres” englobados en un supuesto “progresismo”.
Por su parte los peruanos aun sin definición, viven las secuelas de un ensayo importado desde el caribe y cuyas consecuencias están por verificarse en el tiempo; Bolivia no logra arrancarse las gríngolas de una economía cocalera y Colombia se acerca peligrosamente al despeñadero venezolano. Resulta improbable hacer una definición de la situación actual del país neogranadino: un presidente empeñado en copiar el discurso mexicano y venezolano que pondera como signo de desarrollo la extensión de la pobreza, conduciendo a la población hacia la dependencia absoluta de las dádivas de estado; con el agravante de una vice-presidente enclaustrada en un complejo de inferioridad, que le hace pensar en una venganza personal contra la historia.
El pensamiento retrógrado enclavado en el caribe, se ha convertido en una peste exportada que hace mella en las democracias. La ignorancia que predica y la supuesta inteligencia que lo cree. Cada día son menos los medios de comunicación que orienten y más aquellos que pregonan una fantasía que ha resultado una estafa para la humanidad; marxista que jamás leyeron a Marx; y si lo leyeron nunca lo entendieron o que quizás su identificación fue por nacer en el mes de marzo, hoy día son el referente de una pseudo ideología que la historia está obligada a contener por el bien de la raza humana..
Pedroarila13@gmail.com
El sueño de Venezuela terminado en pesadilla, horror onírico del que se ha hecho difícil despertar, parece ilusionar centenares (o quizás millones) de personas que no ven más allá de sus narices; y aun cuando con el peor de los descaros son pregonados por una corriente que es posible en algún momento se inspiró en un modelo social y político para reivindicar a la mayoría, se enrumbó pronto hacia la peor de las estafas, con una clase política que alardea de votos de pobreza, mientras sus conductores nadan en la opulencia, el despilfarro y la corrupción. Desde México a la Patagonia Argentina, se habla de “las maravillas” logradas en Venezuela y se cacarean estrategias para repetir la receta que condujo al país más rico de la región en un exportador de miserias y convirtió a millones de personas en parias que peregrinas por el planeta.
Resulta indignante cuando una multitud aplaude a rabiar al presidente mexicano, en sus eternos balbuceos más cercanos a una patología psiquiátrica que al perfil de un jefe de estado. Lo más obtuso y degradante de los análisis que pudieran surgir de la psicología social se queda corto, ante afirmaciones como “mantener al pueblo pobre, es una estrategias que demostrado su efectividad; es una forma segura de conservar el apoyo popular” y repetido en los medios oficiales, genera nauseas aprendidas en el inconsciente, al recordar a un personaje de la política criolla quien afirmaba, “mientras más pobre es la gente, es más fiel seguidor de la revolución”. Hoy día este personaje es cuestionado por la moral universal, aunque la justicia local aun no lo vincula a los despropósitos en las ejecutorias de sus más cercanos colaboradores.
Los hermanos chilenos también quisieron navegar por nuestro Guaire político; la destrucción de servicios públicos se convirtió en detonador para ensayar con un estudiante profesional, (al igual que en Venezuela) que los hay por decenas; viven de la universidad y sin aspiraciones de titularse pretenden dar lecciones de progresismo y desarrollo a una población embobada, que no exige a tales politicastros que aplique tal receta a sus propias experiencia. ¿Cómo pretender que un ser que no intenta superarse asimismo puede ser sinónimo de desarrollo de un municipio, menos de una nación? El camino de Chile se torna con nubarrones, el fracaso de una constituyente, la exoneración de culpa de destructores nacionales e importados, hasta una intestina pretensión de destruir los cuerpos de seguridad del estado, mientras se intenta garantizar impunidad absoluta a los “compadres” englobados en un supuesto “progresismo”.
Por su parte los peruanos aun sin definición, viven las secuelas de un ensayo importado desde el caribe y cuyas consecuencias están por verificarse en el tiempo; Bolivia no logra arrancarse las gríngolas de una economía cocalera y Colombia se acerca peligrosamente al despeñadero venezolano. Resulta improbable hacer una definición de la situación actual del país neogranadino: un presidente empeñado en copiar el discurso mexicano y venezolano que pondera como signo de desarrollo la extensión de la pobreza, conduciendo a la población hacia la dependencia absoluta de las dádivas de estado; con el agravante de una vice-presidente enclaustrada en un complejo de inferioridad, que le hace pensar en una venganza personal contra la historia.
El pensamiento retrógrado enclavado en el caribe, se ha convertido en una peste exportada que hace mella en las democracias. La ignorancia que predica y la supuesta inteligencia que lo cree. Cada día son menos los medios de comunicación que orienten y más aquellos que pregonan una fantasía que ha resultado una estafa para la humanidad; marxista que jamás leyeron a Marx; y si lo leyeron nunca lo entendieron o que quizás su identificación fue por nacer en el mes de marzo, hoy día son el referente de una pseudo ideología que la historia está obligada a contener por el bien de la raza humana..
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