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Reestructurar Pdvsa es urgente

El reto será romper con los paradigmas de Estado paternalista y dueño único de los recursos naturales y su explotación y distribuidor de renta. Llegó el momento de cambiar el modelo

  • GUILLERMO GARCIA N.

26/03/2023 05:00 am

Lo que veníamos señalando y advirtiendo en relación a Pdvsa y su declive de producción e inversión y alejamiento de su función como corporación petrolera y de energía, e incursionando en múltiples actividades alejadas de su core business, se ha evidenciado y las sanciones impuestas han profundizado y acelerado la situación de deterioro de la industria.

La complicada situación económica que sufre Venezuela coloca al gobierno y a sus ciudadanos bajo una encrucijada. ¿Qué vía tomar? ¿Qué debemos hacer? En nuestro caso, cualquier solución efectiva a los problemas económicos y sociales pasa primeramente por la industria petrolera. En economía las realidades y eventos van más allá de las ideologías, ya sean estas socialistas o capitalistas. La economía tiene sus propias leyes y causes; y cuando se les trata de desviar fuera de esa lógica y dinámica económica, los agentes económicos y los consumidores reaccionan a sus estímulos, acciones y expectativas.

La apertura petrolera es la opción

Son varios los factores que en mi opinión hacen que el Gobierno tenga que tomar la opción de la apertura para poder emprender un verdadero cambio. La situación económica en mayor medida que vive el país se debe al agotamiento del modelo de desarrollo interno, que se puso en práctica desde el comienzo de la actividad petrolera. Los planes de desarrollo del país se han basado, históricamente en el gasto público obtenido por el ingreso fiscal producto de la venta del petróleo. Entre los factores externos tenemos: los cambios mundiales que se manifiestan por las tendencias de la globalización y los cambios en el mercado petrolero. El petróleo es una de las principales fuentes de energía para el sistema industrial moderno y seguirá así por muchos años. La utilización del petróleo y sus derivados es determinada por su relativo menor costo en comparación con otras fuentes de energía como la eléctrica, nuclear, solar, etc., convirtiéndose en la principal fuente de energía utilizada. La demanda mundial de petróleo se orienta, principalmente, hacia consumo de crudos livianos y medianos, mientras que los crudos pesados y extra pesados son menos atractivos debido al alto costo de refinación.

A pesar que Venezuela es uno de los países con mayores reservas de hidrocarburos del mundo, la composición de sus reservas es de crudos de baja calidad (pesados y extra pesados) que requieren mejoramiento para hacerlos más livianos. PDVSA para ello requiere de inmensas inversiones y tecnologías de punta de las cuales hoy se han visto reducidas por una baja disposición de capital necesario para las inversiones de la industria a mediano y largo plazo, lo que ha resultado en una caída gigantesca en la producción. En consecuencia, la apertura debe llevar a un cambio de la orientación netamente rentista, vendedora de una materia prima transable, a una de inclinación marcadamente industrial, generadora de ingresos fiscales a través de un proceso complejo de exploración, producción, refinación, comercialización y ventas de petróleo y productos derivados con un alto grado de valor agregado y de elaboración en Venezuela.

La apertura petrolera, debe significar la inclusión de la inversión privada extranjera y nacional en segmento aguas arriba (exploración/producción) y aguas abajo en la Industria petrolera, petroquímica y del gas, así como en la generación de energía eléctrica en todas sus fases: generación y distribución. El gran reto consiste ahora, no sólo en abrir la actividad petrolera para permitir la participación de capitales privados extranjeros, sino también en crear las bases de una economía que se desarrolle por la vía de la integración plena de la industria con la sociedad y el sector productivo nacional.

Recomendaciones de la Asociación Venezolana de Hidrocarburos (AVH)

La Asociación Venezolana de Hidrocarburos (AVH) es la organización que agrupa a las empresas transnacionales que son socias de Petróleos de Venezuela (PDVSA) en empresas mixtas, la cual presentó cinco propuestas para recuperar la producción de crudo y gas natural partiendo que la carga fiscal que existe en el país está entre las más elevadas del mundo: alcanza 91% la tasa del llamado government take o la cantidad total de ingresos que el gobierno recibe de la producción, que incluye impuestos, regalías y participación accionaria. Por ello, una de las principales peticiones es la reducción de la tasa de regalía del nivel actual de 30% a una tasa de 16,67% y que la de gas natural que está en 20% baje a 10% y que se considere definitivamente la eliminación de los llamados tributos sombras (ganancias súbitas, contribuciones parafiscales y limite el cobro de impuestos municipales)

También la AVH propone la exoneración de impuesto sobre la renta en inversiones y de aranceles e IVA para la importación de bienes de capital, el Seniat reactive el otorgamiento de los Certificados Especiales de Reintegro Tributario (CERT) y que se adopte un régimen de pago fiscal variable en función del tipo de crudo.
 
“Venezuela posee uno de los regímenes fiscales más altos y desestimulantes. Por eso se debe formular un régimen que permita atraer efectivamente la inversión privada tomando en cuenta las tendencias internacionales modernas de la tributación”, señala la AVHI.

El objetivo sería lograr un modelo óptimo de evaluación económica de las empresas mixtas y también de las licencias de gas que sea eficiente, rentable, sustentable, competitivo que responda a estándares internacionales, que sea capaz de atraer inversión privada nacional y extranjera.

Mis recomendaciones

Colocar un 20% de las acciones de las empresas mixtas que posee PDVSA en manos de los trabajadores e inversionistas pequeños y medianos, así como cajas de ahorro, fondos mutuales y fondos de jubilación, a través del mercado de valores nacional.

PDVSA como corporación no pierde control accionario ni de gestión; y permitiría que la masa de trabajadores y pequeños inversionistas se conviertan en accionistas de las empresas mixtas y participar de los beneficios generados por estas empresas proporcionalmente a su participación accionaria.

Es poner el petróleo como palanca del desarrollo y realmente hacer de todos los venezolanos partícipes directos y dueños de nuestra principal industria y del petróleo, a través de la democratización accionaria de un porcentaje de las acciones de las diferentes empresas mixtas donde PDVSA es el accionista mayoritario (con al menos un 60% de las acciones) y las grandes multinacionales petroleras con un 40%.

Es así como los trabajadores, cajas de ahorro, fondos mutuales y fondos de pensiones y jubilaciones, y los pequeños y medianos inversionistas y ahorristas, puedan optar por una alternativa de inversión atractiva y rentable que brindará una diversificación de inversión y canalización del ahorro interno del país. Del porcentaje total de las acciones, títulos valores, o participaciones a colocarse en el mercado de valores local, éstas serían emitidas y pagadas en dólares, lo cual permitiría captar mucha inversión en dólares de venezolanos que tienen sus activos en el exterior en cuentas bancarias o CD´s (certificados de depósito) con muy bajo rendimiento. Todos los venezolanos radicados en el mundo podrían participar sin restricción. Igualmente, los títulos valores podrían aplicarse para el pago de prestaciones y jubilaciones pendientes de pago por la administración pública y para capitalizar el fondo de jubilaciones de PDVSA.

Con el anuncio del Presidente Nicolás Maduro de abrir la participación accionaria hasta un 10% de las empresas petroleras mixtas, del gas, petroquímicas y de energía a los venezolanos a través de las bolsas del país, y ratificada esa decisión por la Vicepresidenta Delcy Rodríguez en la Asamblea de la Federación Iberoamericanas de Bolsa FIAB celebrada en Caracas, se abren ciertamente extraordinarias posibilidades.

El reto será romper con los paradigmas de Estado paternalista y dueño único de los recursos naturales y su explotación y distribuidor de renta. Llegó el momento de cambiar el modelo. La apertura petrolera es la mejor opción y el mercado de valores la forma más eficiente.

En próximo artículo, me referiré a otras opciones que podrían establecerse para potenciar el mercado petrolero nacional, así como la participación de la inversión nacional y foránea a través de nuevos instrumentos de inversión para el mercado nacional.

(*) Asesor Financiero

@asesorfinaciero
finanzasaldia@gmail.com
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