Mujeres al poder
En América Latina, bajo la herencia cultural española que a su vez la heredaron del mundo árabe, en el siglo XX las mujeres también participaron en esa lucha universal por la igualdad
El día de ayer 8 de marzo el mundo recordó a las mujeres como género en permanente lucha para adquirir el papel que le corresponde en esta sociedad y que en lo largo de la historia siempre han sido excluidas por la estructura patriarcal y por la discriminación política, jurídica, social y cultural.
El poder siempre ha sido sinónimo de la masculinidad y a la mujer se le ha estigmatizado con la obediencia ‘He aquí la esclava del señor’. El cristianismo dignifico a la mujer en su doble dimensión de María la madre de Jesús y Magdalena su compañera adultera y fiel discípula.
El renacimiento y el mundo occidental siempre se dejó de lado el papel de liderazgo de la mujer en lo social y en lo político, y solo era objeto estético donde en la pintura, escritura y la arquitectura quedaba plasmado el sentimiento de amor y amistad, pero más en función de su belleza, en la perspectiva visual que tiene el sexo masculino y no en la profundidad de su inteligencia y corazón que siempre ha tenido la mujer y que lo hemos visto cuando se le han dado las oportunidades. Por sus luchas hemos observado la igualdad de derechos, participación en el mundo de la ciencia y conducción política aceptada.
En estos últimos tiempos de la crisis generada por la pandemia del COVID 19 y sus efectos en todas las áreas del pensar y el hacer humano, igualmente ahora con la guerra de Rusia y Ucrania; la mujer está presente en toda circunstancia. Millones de Ucranianas han tenido que salir ocupándose de sus hijos mientras sus padres y hermanos luchan por la legitimidad de su territorio, de sus instituciones y de su cultura. Los virus, los hongos y bacterias que siempre ha amenazado la especie humana hacen constar sobre la imagen de la mujer enfermera que siempre ha estado presente, pero ahora ellas también están en el ejercicio de la medicina y la investigación científica. Aunque también en la conducción de los gobiernos podemos citar a mujeres que han dejado huellas en el dominio de sus estados con políticas firmes sin dejar de ser humanitaria.
Siempre la mujer ha querido ocupar el puesto que le corresponde como responsable del destino humano. Es la mitad fundamental de la especie y generadora de todas las vidas. El mundo es testigo, especialmente en Occidente y en la tradición judeocristiana, de las permanentes luchas frente a las estructuras patriarcales y contra la discriminación jurídica; política; social y cultural.
La herencia grecorromana condujo a la discriminación en nuestro mundo. En 1793 cuando la Revolución Francesa anunció los derechos del hombre afirmó que sólo era para el sexo masculino; Olympe de Gougesjunto a Rosa Lacombey otras activistas proclamaron los 17 artículos de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana en Francia; defendieron sus derechos, pero fueron víctimas del terror de Robespierre, y muriendo en la guillotina. En Estados Unidos, Mercy Otis Warren y Abigail Adams (esposa del Presidente John Adams) lograron el derecho al voto en el Estado de New Jersey en el año 1776, promulgándose en otros Estados; la enmienda 19 de la Constitución Estadounidense estableció así la igualdad de sufragio. Mientras que en Gran Bretaña, bajo la influencia de Mary Wollstonecraft se publicó el libro “Vindicación de los derechos de la mujer (1792)”. Así, en 1832 en la ley electoral la palabra “person” comprendía los dos sexos, aunque al interpretarse la norma se restringió la aplicación solo a los hombres. Fue en 1917 cuando se les otorgó el voto a las mujeres, y en 1918 el derecho a poder ser electas en la Cámara de los Comunes. Luego, en 1929 se afirmó la absoluta paridad entre ambos sexos. En el caso de Francia, durante la cuarta República en 1946 y después de la Segunda Guerra Mundial la constitución otorgó el Sufragio Universal a las mujeres.
Siempre hubo defensores del feminismo, importante señalar el aporte de Marie-Jean-Antoine Nicolas de Caritat, marqués de Condorcet (1743-1794) con su libro sobre la admisión de las mujeres al Derecho Civil y en todas las áreas, incluso más allá del sufragio. En Inglaterra, John Stuart Mill desmintió en sus escritos y ante el parlamento la denominada inferioridad biológica de la mujer. En esta época con la Revolución Industrial en Inglaterra, se fortalecieron los movimientos feministas con la bandera del sufragio.
La primera Organización Feminista en Estados Unidos producto de actividades públicas para la igualdad de sexo fue realizada en 1848, en la denominada “Convención de Seneca Falls”. Todo el siglo XX está pleno de manifestaciones y exigencias de las mujeres en distintas partes del mundo contra la sociedad patriarcal.
En 1949, el existencialismo francés reivindicó esta igualdad con la afirmación del reconocimiento de la mujer a quien se le asigna un segundo sexo como lo planteó Simone de Beauvoir. Paulatinamente, surge el concepto de género en esa igualdad necesaria entre hombres y mujeres con las mismas capacidades; derechos; obligaciones y que deberían tener las mismas oportunidades.
En América Latina, bajo la herencia cultural española que a su vez la heredaron del mundo árabe, en el siglo XX las mujeres también participaron en esa lucha universal por la igualdad.
En Venezuela durante el año 1935, con el fin de la dictadura de Gómez, las mujeres aprovechando las imposiciones democráticas exigieron reformas en el Código Civil y así se creó la Asociación Venezolana de Mujeres en 1936. De esta manera, se celebró en el Ateneo de Caracas en 1940 el Congreso de las Mujeres Venezolanas; con la exigencia de todos sus derechos y especialmente el derecho al voto. En 1942 lograron con el nuevo Congreso la reforma del Código Civil, y en 1943 fundaron el Comité para el Sufragio Femenino con la recolección de miles de firmas ante el Congreso Nacional. Señalaba Andrés Eloy Blanco que la balanza de nuestras mujeres oscila entre dos extremos, derechos y deberes pero hasta ese momento solo habían sido deberes de la mujer; hasta el deber de no exigir al hombre que cumpla su deber. El poeta señalaba que los hombres solos “no hemos podido realizar a Venezuela: sumando a las mujeres todavía somos una pequeña nación”; esto lo afirmó ante el Parlamento venezolano cuando se aprobó la Reforma para los Derechos de la Mujer. El 15 de Marzo de 1946 la Junta Revolucionaria de Gobierno presidida por Rómulo Betancourt emitió el decreto ley autorizando a la mujer venezolana para el sufragio activo y pasivo en las mismas condiciones que los hombres. Así, el 27 de octubre de 1946 para elegir la Asamblea Nacional Constituyente todos los venezolanos tanto hombres como mujeres, mayores de 18 años ejercieron el voto universal, directo y secreto. Fueron elegidas 12 mujeres como diputadas principales, y 11 como suplentes. El 05 de Julio de 1947 en la nueva Constitución de la República se promulgó definitivamente el derecho al sufragio de la mujer venezolana.
Correo: jcpineda01@gmail.com - grupobrujulainternacional@gmail.com
Instagram: jcpinedap
Twitter: Jcpinedap
El poder siempre ha sido sinónimo de la masculinidad y a la mujer se le ha estigmatizado con la obediencia ‘He aquí la esclava del señor’. El cristianismo dignifico a la mujer en su doble dimensión de María la madre de Jesús y Magdalena su compañera adultera y fiel discípula.
El renacimiento y el mundo occidental siempre se dejó de lado el papel de liderazgo de la mujer en lo social y en lo político, y solo era objeto estético donde en la pintura, escritura y la arquitectura quedaba plasmado el sentimiento de amor y amistad, pero más en función de su belleza, en la perspectiva visual que tiene el sexo masculino y no en la profundidad de su inteligencia y corazón que siempre ha tenido la mujer y que lo hemos visto cuando se le han dado las oportunidades. Por sus luchas hemos observado la igualdad de derechos, participación en el mundo de la ciencia y conducción política aceptada.
En estos últimos tiempos de la crisis generada por la pandemia del COVID 19 y sus efectos en todas las áreas del pensar y el hacer humano, igualmente ahora con la guerra de Rusia y Ucrania; la mujer está presente en toda circunstancia. Millones de Ucranianas han tenido que salir ocupándose de sus hijos mientras sus padres y hermanos luchan por la legitimidad de su territorio, de sus instituciones y de su cultura. Los virus, los hongos y bacterias que siempre ha amenazado la especie humana hacen constar sobre la imagen de la mujer enfermera que siempre ha estado presente, pero ahora ellas también están en el ejercicio de la medicina y la investigación científica. Aunque también en la conducción de los gobiernos podemos citar a mujeres que han dejado huellas en el dominio de sus estados con políticas firmes sin dejar de ser humanitaria.
Siempre la mujer ha querido ocupar el puesto que le corresponde como responsable del destino humano. Es la mitad fundamental de la especie y generadora de todas las vidas. El mundo es testigo, especialmente en Occidente y en la tradición judeocristiana, de las permanentes luchas frente a las estructuras patriarcales y contra la discriminación jurídica; política; social y cultural.
La herencia grecorromana condujo a la discriminación en nuestro mundo. En 1793 cuando la Revolución Francesa anunció los derechos del hombre afirmó que sólo era para el sexo masculino; Olympe de Gougesjunto a Rosa Lacombey otras activistas proclamaron los 17 artículos de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana en Francia; defendieron sus derechos, pero fueron víctimas del terror de Robespierre, y muriendo en la guillotina. En Estados Unidos, Mercy Otis Warren y Abigail Adams (esposa del Presidente John Adams) lograron el derecho al voto en el Estado de New Jersey en el año 1776, promulgándose en otros Estados; la enmienda 19 de la Constitución Estadounidense estableció así la igualdad de sufragio. Mientras que en Gran Bretaña, bajo la influencia de Mary Wollstonecraft se publicó el libro “Vindicación de los derechos de la mujer (1792)”. Así, en 1832 en la ley electoral la palabra “person” comprendía los dos sexos, aunque al interpretarse la norma se restringió la aplicación solo a los hombres. Fue en 1917 cuando se les otorgó el voto a las mujeres, y en 1918 el derecho a poder ser electas en la Cámara de los Comunes. Luego, en 1929 se afirmó la absoluta paridad entre ambos sexos. En el caso de Francia, durante la cuarta República en 1946 y después de la Segunda Guerra Mundial la constitución otorgó el Sufragio Universal a las mujeres.
Siempre hubo defensores del feminismo, importante señalar el aporte de Marie-Jean-Antoine Nicolas de Caritat, marqués de Condorcet (1743-1794) con su libro sobre la admisión de las mujeres al Derecho Civil y en todas las áreas, incluso más allá del sufragio. En Inglaterra, John Stuart Mill desmintió en sus escritos y ante el parlamento la denominada inferioridad biológica de la mujer. En esta época con la Revolución Industrial en Inglaterra, se fortalecieron los movimientos feministas con la bandera del sufragio.
La primera Organización Feminista en Estados Unidos producto de actividades públicas para la igualdad de sexo fue realizada en 1848, en la denominada “Convención de Seneca Falls”. Todo el siglo XX está pleno de manifestaciones y exigencias de las mujeres en distintas partes del mundo contra la sociedad patriarcal.
En 1949, el existencialismo francés reivindicó esta igualdad con la afirmación del reconocimiento de la mujer a quien se le asigna un segundo sexo como lo planteó Simone de Beauvoir. Paulatinamente, surge el concepto de género en esa igualdad necesaria entre hombres y mujeres con las mismas capacidades; derechos; obligaciones y que deberían tener las mismas oportunidades.
En América Latina, bajo la herencia cultural española que a su vez la heredaron del mundo árabe, en el siglo XX las mujeres también participaron en esa lucha universal por la igualdad.
En Venezuela durante el año 1935, con el fin de la dictadura de Gómez, las mujeres aprovechando las imposiciones democráticas exigieron reformas en el Código Civil y así se creó la Asociación Venezolana de Mujeres en 1936. De esta manera, se celebró en el Ateneo de Caracas en 1940 el Congreso de las Mujeres Venezolanas; con la exigencia de todos sus derechos y especialmente el derecho al voto. En 1942 lograron con el nuevo Congreso la reforma del Código Civil, y en 1943 fundaron el Comité para el Sufragio Femenino con la recolección de miles de firmas ante el Congreso Nacional. Señalaba Andrés Eloy Blanco que la balanza de nuestras mujeres oscila entre dos extremos, derechos y deberes pero hasta ese momento solo habían sido deberes de la mujer; hasta el deber de no exigir al hombre que cumpla su deber. El poeta señalaba que los hombres solos “no hemos podido realizar a Venezuela: sumando a las mujeres todavía somos una pequeña nación”; esto lo afirmó ante el Parlamento venezolano cuando se aprobó la Reforma para los Derechos de la Mujer. El 15 de Marzo de 1946 la Junta Revolucionaria de Gobierno presidida por Rómulo Betancourt emitió el decreto ley autorizando a la mujer venezolana para el sufragio activo y pasivo en las mismas condiciones que los hombres. Así, el 27 de octubre de 1946 para elegir la Asamblea Nacional Constituyente todos los venezolanos tanto hombres como mujeres, mayores de 18 años ejercieron el voto universal, directo y secreto. Fueron elegidas 12 mujeres como diputadas principales, y 11 como suplentes. El 05 de Julio de 1947 en la nueva Constitución de la República se promulgó definitivamente el derecho al sufragio de la mujer venezolana.
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