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América Latina: Abandonemos el Dogmatismo

La polarización es otro vector de este fenómeno político que se exacerba con la conjunción político-religiosa que se ha extendido en el continente, enmarcado en un mundo donde el paradigma westfaliano se pierde, y la religión ya permea prácticamente todo

  • DYLAN J. PEREIRA

18/02/2023 05:00 am

Los recientes procesos electorales en América Latina nos enfrentan a una coyuntura sociopolítica e ideológica compleja; ¿Se está viviendo un giro a la izquierda o un voto castigo a los gobernantes? Aplicando determinados lentes, podemos confirmar un viraje a la izquierda, que rememora los tiempos de auge del Socialismo del S.XXI, pero esta vez con un planteamiento menos obcecado en lo ideológico, aunque preservando una dimensión social protegida, y más pragmático en materia económica y en su política exterior; algunos denominan estos matices una marea rosa, con expresiones como el presidente Boric en Chile, o incluso un presidente Lula que se reinventa para concretar su retorno al Planalto. Lo cierto es que sus propias realidades domésticas, y foráneas, son mecanismos de presión hacia la moderación; el rechazo a la nueva Constitución en Chile, o las negociaciones en el seno del Congreso en Brasilia.

Sin embargo, como lo explica el profesor Rogelio Nuñes Castellano, es innegable que se aleatoriza un voto castigo a los oficialismos, sean de derechas o izquierdas, pese a lo anacrónico de esta clasificación en el paradigma contemporáneo de la ciencia política, que hasta ahora han sido un cúmulo de derechas, a saber, Mauricio Macri en Argentina, Gustavo Duque en Colombia, o Guillermo Lasso en Ecuador; el Kirchnerismo-peronista ha retornado a la Casa Rosada; por primera vez la izquierda política del presidente Petro ingresa en la Casa de Nariño, y los últimos comicios regionales y de reforma constitucional en Ecuador reprueban la gestión del presidente Lasso. Hoy por primera vez en la historia las 5 economías más grandes de América Latina están en manos de las izquierdas al mismo tiempo.

La polarización es otro vector de este fenómeno político que se exacerba con la conjunción político-religiosa que se ha extendido en el continente, enmarcado en un mundo donde el paradigma westfaliano se pierde, y la religión ya permea prácticamente todo en América Latina.

Lamentablemente el corolario de la polarización política extrema es la desaparición de los centros políticos, incluso en las segundas vueltas; las consecuencias más graves se enmarcan en la incapacidad e indisposición a negociar entre adversarios políticos y una narrativa política que se presentas entre enemigos. Los centros, si bien suelen ser débiles, son importantes para alcanzar la gobernabilidad. Lula ha ganado de forma ajustada, pero su programa de gobierno es complejo de efectuar en un Congreso muy fracturado donde la derecha y centro derecha tienen mayoría y ciudades como São Paulo tiene el apoyo a Bolsonaro.

El telón de fondo: una crisis de las democracias a escala global. Las fake news atacan sistemáticamente la institucionalidad democrática; el nivel de debate público se sitúa a niveles despreciable e insultante para/con la ciudadanía, y en general los extremos se tocan en su tendencia populista.

En lo económico, la región vivió una época dorada entre 2003 y 2013, en ese período AL creció como nunca antes; desde 2013, comienza un estancamiento que ha perdurado en el tiempo. Las economías latinoamericanas no se pliegan a la 4ta revolución industrial, y la informalidad sigue siendo un factor predominante. Las deficiencias identificadas en el marco de las reformas planteados en el Consenso de Washington, tanto de primera como segunda generación, se cronifican. Pareciera también evidenciarse un problema de comprensión antropológica de forma. Entendernos a nosotros mismos para ser entendidos.

En el convulso contexto global, asechado por la Guerra en Ucrania, la crisis inflacionaria, el cambio climático, y sus innumerables consecuencias en lo político, económico, y social, si lo comprendemos y trabajamos hacia ello, los latinoamericanos podríamos construir un escenario ideal, apoyados no sólo en las materias primas “convencionales” que tiene LATAM, sino el litio por ejemplo, para impulsar con nuevas fuentes de financiamiento, y desde una perspectiva de integración regional reforzada, una agenda común que impulse las reformas estructurales necesarias, aumentando el intercambio comercial en bloque con todo el mundo, y protegiendo los intereses sociales, con una visión inclusiva y de justicia social.

Como ha opinado el profesor Rogelio Nuñes, en un seminario donde participamos en Madrid, sin reformas estructurales, capital físico, digital e infraestructural, y capital humano., el crecimiento y desarrollo social no será viable ni estable en la región. Para ello se torna imperativo transformar los Estados y las administraciones pública en formas eficientes

Debemos considerar además que, en un momento de remodelación geopolítica global, las potencias tradicionales como Estados Unidos, Rusia, China o la Unión Europea buscarán hacerse con nuevas zonas de influencia tanto en América Latina y África. ¡Seamos sensatos, abandonemos dogmatismos ineficientes, y apuntemos a un proyecto regional común, donde prime el bien común frente a la ideología!

Dylanjpereira01@gmail.com
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