Pelé
El fútbol –deporte mundial por excelencia– tiene gran importancia en lo salutífero, la educación, en la Economía, la política y en lo social.
Pelé era de un natural bondadoso y, en especial, merece ser elogiado por el amor que prodigó a sus padres. En la tragedia futbolística del “Maracanazo”, en la final del Campeonato Mundial de Fútbol de 1950 en Brasil, cuando él era un niño de nueve años y muy sorpresivamente Uruguay derrotó al Brasil, Pelé vio llorar a su padre y le prometió que él lograría ganar un campeonato para dedicárselo: cumplió con creces porque es el único en la Historia en ganar tres mundiales (de los cuatro en que jugó) o en integrar tres selecciones campeonas. Y encima fue la figura de estas tres selecciones. Con ¡¡¡dieciséis años integró la selección del Brasil!!! Y esto es otro récord.
Siempre jugó con el majestuoso Santos, cuya inmensa fama, gracias a Pelé, lo llevó en 1959 a disputar en Europa una primera y agotadora jornada goleando a grandes equipos europeos en poco más de un mes, en veintidós juegos y en nueve países: Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, España, Holanda, Italia, Portugal y Suiza; y en veinte ciudades: Sofia, Lieja, Bruselas, Gante, Groninga, Milán, Dusseldorf, Nuremberg, Ginebra, Hamburgo, Hannover, Enschede, Madrid, Lisboa, La Coruña, Valencia, Barcelona, Génova, Viena y Sevilla. ganó trece, empató cinco y sólo perdió cuatro. En el Camp Nou goleó al Barcelona cinco goles a uno y al Internazionale de Milán por siete goles a uno. El Santos metió la bicoca de setenta y ocho goles y Pelé fue el campeón goleador de la gira con veintiocho tantos. Aquella agenda del Santos (entonces sensación del fútbol mundial) fue la más arrasadora y extenuante de que se tengan noticias (a veces el Santos jugó hasta en días seguidos) y convirtió a Pelé “en objeto del deseo”. Pero Pelé siempre quiso jugar y vivir en su patria: “Tuve muchas ofertas para fichar por el Madrid, el Barça, el Milan y el Bayern, pero yo era feliz con el Santos, que fue el equipo de mi vida, y porque en Brasil es donde me siento cómodo”.
La prensa reseñó aquello de su padre así: “Tenía nueve años cuando vio a su padre llorando desconsolado al lado de una radio vieja mientras escuchaba el relato de un partido de fútbol. Era 16 de julio de 1950 y en el Estadio Maracaná, colmado con más de 200 mil personas, se perpetró el peor crimen (futbolístico) en Brasil: la selección perdió el Mundial en casa ante Uruguay. Y ahí estaba el padre de Pelé exteriorizando el peor sentimiento que puede haber frente a su pequeño hijo. ¿Por qué lloras, papá?, le preguntó inocentemente el pequeño Edson. No recibió respuesta alguna, pero tampoco dudó en hacerle una promesa. “Voy a ganar el Mundial para ti”, le dijo sin imaginar que sus palabras no solo le aliviaría (SIC) el dolor, sino también marcaría (SIC) su destino. (…) Ocho años más tarde, Pelé fue llamado a formar parte de la selección brasileña para disputar el Mundial de 1958 en Suecia. En aquellos días largos y soleados del verano sueco, Edson Arantes do Nascimento, ahora de 17 años, levantaría por primera vez la copa del Mundo, además de ser el campeón más joven y anotó un doblete en la final, algo que nadie ha podido siquiera alcanzar. (…) Y en México 70, Pelé agigantó su leyenda y lo puso en un sitio del Olimpo que nadie pudo alcanzar: se convirtió en tricampeón mundial. Nadie lo ha logrado hasta ahora. Pueden superar sus marcas, pueden sobrepasarlo en goles, pero jamás van a igualar su legado. Sobre todo, quedará en la historia la alegría que le pudo dar a su padre. ‘Podría decir que Dios me devolvió todo’, contó alguna vez”.
Otro gesto de Pelé que revela su bondadosa y modesta condición, fue la carta que, pese a estar postrado por la gravísima enfermedad que lo llevó a la tumba, envió a Neymar el mismo día de la eliminación del Brasil en Qatar, según El Espectador: “Desgraciadamente, ya no es un día feliz para nosotros, pero tú siempre serás una fuente de inspiración en la que muchos desean convertirse (…)”. No hubo queja ni menos reprimenda, pese a que Brasil jugó de modo abúlico el primer tiempo del partido en que fue eliminado por Croacia, cuya mayor culpa fue del técnico Tité (persona honorable por lo demás) que da o debe dar las órdenes de todo e incluso del ritmo. En el segundo tiempo jugaron a todo meter y arrollaron a Croacia, al punto de que pareció un “ataque contra defensa” como se dice en el fútbol; pero a pesar de las muchas ocasiones claras de gol no fue así y medio tiempo no es mucho contra un muy buen equipo como Croacia, que por algo era el subcampeón mundial...
Además, Pelé era muy solidario y Neymar destacó “la actuación que tuvo en favor de los más necesitados: Dio voz a los pobres, a los negros (…)”. Y Pelé fue un excelente modelo de conducta. Por ejemplo al condenar de forma rotunda el uso de drogas:
“Yo quedé un poco triste, porque si Maradona hubiera pensado, era más importante ese movimiento que la plata. Porque él iba a ganar muchísima plata: y Coppola fue preso; y quizá Dios quiera que sea así para protegerlo (risas). Hay una cosa muy importante que yo entiendo en eso, que es la base de familia; la base espiritual, de la creencia religiosa; Porque como siempre decía yo: la plata, la fama, la notoriedad; todo eso, es una cosa emprestada; y Dios te la saca a la hora que quiera: unos mueren y otros la pierden en vida: porque no es nuestro; las cosas materiales no son nuestras. Ésa es mi manera de pensar y mi familia siempre ha sido así. La decepción grande es que después que volvió, con Boca, pudiera seguir por tres, cuatro años. Pero la gran decepción fue con sus abogado y orientadores, no fue sólo Maradona. Y otros, artistas, no sólo en el fútbol, que ahora es una cosa nueva; músicos, los artistas, los músicos, éstos entraron primero en ese problema de la droga. Primero es la facilidad de ganar la plata, y ahí normalmente muchos se descontrolan. Y los niños es bueno que piensen en eso: el control de sus vidas es muy importante. Si los niños que están empezando en el fútbol, en la música o en la política, y ellos tienen esa seguridad, no necesitan drogas, no necesitan. Y yo siempre lo digo para los niños, cuando estoy trabajando con ellos. Los grandes, como los Beattles, como Maradona, Woddy Allen, Gina, la cantante del Brasil;, como Elvis Presley y todos los grandes, con la droga se destruyen, se acaban. Yo no ví ninguno malo empezar a usar drogas y quedar bueno. Entonces: ¡¿Para qué la droga?! Muchas veces, en todos los caminos que he pasado por la vida, al salir de viaje con quince, dieciséis años, con el Santos o con la selección del Brasil, unos y otros llegaban y preguntaban e indagaban que si yo había experimentado, usado; y otras veces artistas preguntaban: yo no me meto en eso, no me gusta, no necesito de eso. Y muchas veces algunos artistas, no digo sus nombres para no quedar mal. Entonces en Nueva York los artistas me decían ‘Oye, y entonces ¿Qué rey eres tú? Que no llevas la cosa, que no fumas marihuana, qué sé yo’. No, es que yo soy así”.
Marca.COM, el 21-3-2009, informó que en una comparecencia en Sao Paulo Pelé relacionó a Ronaldo y Robinho con el consumo de drogas, así como también atacó a Maradona por ser un "ejemplo negativo".
Como futbolista fue Pelé, para la inmensa mayoría, el mejor de la Historia. Su contextura física era prodigiosa por su gran fortaleza. En Brasil el Gobierno (Quadros) lo consideró Tesoro Nacional. Y el Comité Olímpico Internacional lo designó “atleta del año”. Es el único delantero que tiraba paredes con los defensores contrarios y hasta ¡¡con los árbitros!! “Paredes” son pases rápidos entre jugadores de un mismo equipo. Pelé: fue un jugador limpio. Eso sí: Cuando le pegaban con saña, sabía defenderse.
La típica personalidad de los argentinos (muy talentosos en todo –sobre todo para el fútbol y por eso son campeones mundiales– pero algo pedantes) hízolos irse de bruces y proclamar como el mejor jugador de todos los tiempos al crack Maradona y otros a Messi, por lo cual Pelé fulminó que “Neymar es mejor que Messi”. Empero, lo siguen diciendo y sobre todo del astro Maradona; pero éste tuvo la misma limitación de Messi al su potencia depender sólo de la pierna izquierda por no ser tan fuerte ni tan hábil la derecha. Y ambos frágiles y muy vulnerables en los choques corporales, con frecuentes caídas. En cambio Pelé disparaba durísimo con ambas piernas. Y su fortaleza era legendaria. Por otra parte, Messi no ha sido un líder y Pelé, aparte de portentoso jugador, fue un líder extraordinario: en 1970 Brasil llevó un equipo formidable –probablemente la mejor selección de los mundiales–y les dijo; “Al seleccionado vamos cinco números diez; pero el diez voy a ser yo”. Los otros eran Rivelino, Gerson, Tostao y Jairzinho…
Aquella personalidad de los argentinos me hizo recordar un criterio del eminentísimo intelectual venezolano don Rufino Blanco Fombona, cuando (1936) en una entrevista le preguntó el brillante literato Norberto Galasso quien, vaya coicidencia, es argentino: “Y de Argentina, ¿qué me dice?: “¿Qué he de decirle yo que ella no diga de sí misma todos los días? Mucho trigo, mucha lana, mucho bovino, mucho porcino. Argentina es un país, hasta ahora, sin carácter. El espíritu de América le debe poco. Se creería que, no pudiendo ser la cabeza de Sudamérica, ha preferido ser la sotacola de Europa. Lo imita todo; aunque, a la verdad, los demás americanos, ¿hacemos otra cosa? Argentina es un pueblo contento de sí, vanidoso. Cada químico, allí se cree un Pasteur; cada literato, un Víctor Hugo. De Almafuerte, que era un poeta bastante medianejo, dicen que es un genio; y de San Martín, que era otro genio. Creen que poseen el mejor Museo del mundo porque tienen cuatro Venus de yeso y tres Sátiros de mármol. Como usted ve, es una mentalidad candorosa. Si yo no temiera ofenderlos –porque entre ellos hay también muchos hombres de gran talento y gran sensatez– diría que sus tipos representativos son Mitre y Rivadavia: dos megalómanos ridículos. Pero es ya sintomático que en Buenos Aires, a los dos, los eleven al pináculo”. Algo de eso demostró el buen comentarista argentino Juan Pablo Varsky al soltar a gritos inauditas groserías por Inter y Directv, al ganar Argentina la excelentísima final del Mundial por la despiritada fórmula de los penales y por no haberse pitado la evidente falta de penalti contra Francia en el minuto 86; pero Argentina mereció el triunfo.
¿Cuál ha sido el mejor futbolista habido en el mundo? Eso le preguntaron en Argentina (donde en verdad son sabios en fútbol) a Fernando Niembro, argentino y probablemente el mejor– comentarista, y respondió así:
“Pelé, Pelé, Pelé por lejos. (…) Tengo una anécdota con Diego (Maradona) y, al aire, le digo ‘No te vas a molestar por lo que digo, pero Pelé fue más que vos’. Y me dijo ‘Fernando, se te escapó la tortuga’. Pelé era portentoso físicamente. A él le pegaban mucho pero él también les pegaba mucho. Tenemos un partido famoso entre argentinos y brasileños en que él saca a Mesiano de la cancha. (…) En 1970 redondeó su condición de líder porque dijo: “Vamos al seleccionado cinco números diez: Gerson, Jairzinho, Tostao, Rivelino y yo; pero yo soy el diez”. Tenía una gran capacidad física, una gran capacidad técnica y era extremadamente pícaro para jugar al fútbol. Saltaba como nadie, cabeceaba como nadie y además era un tipo que corría mucho, era un gran estratega y además era líder. ¿Quién puede compendiar todas esas cosas? Algunos pueden llegar a ese nivel, Maradona, Cruyff, Di Stéfano; pero como él, ninguno”. A Mesiano le fracturó Pelé la nariz y éste siempre dijo que fue eso de lo que más se arrepintió en el fútbol.
Un día antes del muy lamentable fallecimiento de Pelé, El Espectador (29-12-2022), informó que César Menotti, gran técnico argentino, dijo: “Todos estaban sentados en un restaurante, distribuidos en diferentes mesas de un gran salón. El cineasta español Alex de la Iglesia había llevado a diferentes personas involucradas en la vida de Lionel Messi a hablar de la figura del argentino para un documental. Entre periodistas, entrenadores, jugadores, familia, y hasta las profesoras del colegio, todos conversaban sobre la pulga, de su influencia, de su calidad y de su vida. Y en una de esas mesas, junto a los periodistas Ezequiel Fernández Moores y Juan Pablo Varsky, estaba César Luis Menotti, icónico entrenador argentino de la selección de 1978, que sacó a la selección albiceleste por primera vez campeona del mundo. Y en la charla llegaron las preguntas obvias, las que siempre se debaten al hablar de Messi. Los mismos cuestionamientos a la pulga por los que le exigían que, supuestamente, debía ganar un mundial de fútbol. ¿Messi es el mejor jugador de la historia? ¿Es mejor él o Maradona? ¿Alguien ha tenido la velocidad de Messi? —Sí, Pelé— respondió Menotti, mientras cambiaba el tono para hablar de su majestad Pelé. Para mí a Pelé hay que sacarlo. Cuando hablamos de fútbol a Pelé no lo pongás nunca, porque Pelé era de otro planeta. Menotti recordó al brasileño Edson Arantes do Nascimento, ‘Pelé’, fallecido este jueves, como “el más grande” jugador en la canchas y también como un gran compañero. Menotti recuerda a Pelé como “el más grande todos”. Menotti recordó al brasileño Edson Arantes do Nascimento ‘Pelé’, fallecido este jueves, así: "Pelé fue el más grande de todos. Para mí, es incomparable. Es muy difícil que aparezca otro Pelé", dijo el exentrenador en declaraciones al canal Todo Noticias, de Buenos Aires. Menotti dijo que Pelé no solo tenía condiciones futbolísticas sino además un "físico privilegiado", era "rápido y ágil" y "saltaba como ninguno". "No hubo ninguno como Pelé", recalcó Menotti, de 83 años y destacó que el astro brasileño "dominaba la pelota", "tenía una habilidad infernal y una potencia increíble". Él era el mejor, y también era el mejor compañero. Tenía un gran carácter, pero muy respetuoso de todos”, afirmó. Y en una entrevista por TV afirmó que “Pelé es el más grande la historia. De la que podamos contar y de la que va a venir. Es imposible que haya otro jugador tan grande como Pelé. Nunca ví nada parecido”.
En realidad, el competidor sucio e incluso delincuente, no honra esa ideal virtud moral del deporte. No es un buen modelo de conducta. Parecer éste que comparten famosos entrenadores del fútbol, como el parafraseado Menotti y Tele Santana. También el filósofo Ángel Cappa entrevistó a Menotti: “CAPPA: ¿De modo que el fútbol destructivo, el que se juega al filo del reglamento o fuera de él, el que se basa en la fuerza física y relega a un segundo plano todas las demás cualidades, es violento por definición, necesariamente violento? MENOTTI: Mirá, uno ha estado tanto en los vestuarios, ha hablado tanto con los jugadores y ha jugado tanto además en niveles importantes del fútbol internacional, que sabe bien de qué se trata. No es solamente incentivar al hombre en el aspecto técnico a favor de la interrupción del juego o de jugar al filo del reglamento. Eso trae consigo una manera de ver ese fútbol, donde al parecer vale cualquier cosa. Les dicen a los jugadores ‘somos los más valientes, porque somos de una raza distinta, nos quieren robar el pan de nuestros hijos y hay que salir a defenderlo’. Es decir, fabrican a un jugador que tenga en la cabeza el triunfo a cualquier precio, sin importarle otra cosa. Claro, suelen chocar con la nobleza del jugador que por algo ha elegido este juego. Si lo ha elegido es, primero, porque tiene condiciones lógicamente y también lo necesita para expresar cosas que no son ésas que le dicen. Pero de todos modos, cuando salen a la cancha después de la preparación psicológica que le dan esos entrenadores, creen que todo vale y si le rompen la pierna a un adversario, piensan que fue en defensa del grupo, de la región o del país. Con esto le (SIC) inculcan una disciplina típica de ejércitos mercenarios. A veces parece que estuvieran enloquecidos dentro de la cancha. Se les ve en el gesto… Hasta cara de guerra ponen. (…) Gentile le hizo 19 ó 20 faltas en el juego. Ninguna fue castigada como falta. CAPPA: La prensa tiene en todo esto un importantísimo papel que jugar. Pero dice que fracasó el crack ante el marcaje de fulano. MENOTTI: Claro, dicen: gran tarea de fulano que anuló a tal jugador. Fracasó Maradona. Gran tarea de Gentile. Nadie o casi nadie dice que el árbitro y nadie más, tuvo la culpa del fracaso de Maradona. No hubo triunfadores. Todos perdimos, porque un árbitro permitió que se violara el reglamento para impedir que jugara un hombre brillante. (…) confunden cuando elogian a los pícaros y dicen que el fútbol es para los más vivos o más fuertes. También dicen: el fútbol es para hombres. CAPPA: Claro que es de hombres, pero ser hombres no significa dar una patada al adversario. MENOTTI: Ser valiente en el fútbol, a mi modo de ver, es no renunciar nunca a ser solidario con el compañero. Creo en el periodismo que intenta hacer docencia (…) con un profundo respeto por lo que escriben y sobre todo para quienes escriben. (…) Y no es casualidad que el otro sector de periodistas esté comprometido ideológicamente con un sistema de vida que rescata todo lo que no sirve. Porque son ellos los primeros que no sirven. Y no sirven como seres humanos. (…) Ese es el tipo que yo digo siempre, casi con jactancia, que no me interesa y creo que merezco tener de enemigo. Lo triste sería tenerlo de aliado (…) Un recorte de un diario de Madrid del 3 de enero de 1985 y dice así: ‘¡Al diablo con Coubertin! El deporte del fútbol, ya se sabe, es una versión refinada de la guerra. Entre el asesino y el campeón olímpico, apenas hay una diferencia de matiz, y es el individuo con instinto criminal el que tiende a vencer’ ¡Es una obra maestra del terror! Por eso es que cuando nosotros decimos que hay dos estilos para jugar al fútbol, también estamos diciendo que hay dos estilos para vivir” (resaltados míos).
A Menotti le preguntaron: “Enfrentarse a Pelé ¿qué era?”. Y respondió: “Era un monstruo. Era el único jugador que daba miedo”. El 'Coco' Basile lo recuerda físicamente como un monstruo por su fortísima contextura. Por su parte, a Bilardo le sobran elogios para el brasileño y Gatti menciona, contundentemente, que Pelé “era Tyson”…
Estoy convencido de que quienes integran el periodismo deportivo venezolano se preocupan por la violencia porque así lo hacen constar; pero parecieran entender esa criticable violencia ilegítima como limitada a la violencia de masas que, incluso, representa peligro para ellos. La prensa tiene la ventaja infinita y sistemática de la tribuna y en el marco político-social es un poder inmenso. Poder que apareja deber del mismo rango y de allí la necesidad de que sea prudente y calcule siempre su influjo en la colectividad. En particular, como se sabe, la educación de las gentes resulta influida por los medios de comunicación social que deben asenderear su camino por ese norte conciente de su enorme influjo y consiguiente responsabilidad. Es necesario que los periodistas deportivos, que sin duda prestan un muy valioso aporte a la sociedad, tomen conciencia del noble rol al cual están llamados y en bloque contribuyan todavía más a la educación del pueblo y en especial de niños y jóvenes.
Siempre jugó con el majestuoso Santos, cuya inmensa fama, gracias a Pelé, lo llevó en 1959 a disputar en Europa una primera y agotadora jornada goleando a grandes equipos europeos en poco más de un mes, en veintidós juegos y en nueve países: Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, España, Holanda, Italia, Portugal y Suiza; y en veinte ciudades: Sofia, Lieja, Bruselas, Gante, Groninga, Milán, Dusseldorf, Nuremberg, Ginebra, Hamburgo, Hannover, Enschede, Madrid, Lisboa, La Coruña, Valencia, Barcelona, Génova, Viena y Sevilla. ganó trece, empató cinco y sólo perdió cuatro. En el Camp Nou goleó al Barcelona cinco goles a uno y al Internazionale de Milán por siete goles a uno. El Santos metió la bicoca de setenta y ocho goles y Pelé fue el campeón goleador de la gira con veintiocho tantos. Aquella agenda del Santos (entonces sensación del fútbol mundial) fue la más arrasadora y extenuante de que se tengan noticias (a veces el Santos jugó hasta en días seguidos) y convirtió a Pelé “en objeto del deseo”. Pero Pelé siempre quiso jugar y vivir en su patria: “Tuve muchas ofertas para fichar por el Madrid, el Barça, el Milan y el Bayern, pero yo era feliz con el Santos, que fue el equipo de mi vida, y porque en Brasil es donde me siento cómodo”.
La prensa reseñó aquello de su padre así: “Tenía nueve años cuando vio a su padre llorando desconsolado al lado de una radio vieja mientras escuchaba el relato de un partido de fútbol. Era 16 de julio de 1950 y en el Estadio Maracaná, colmado con más de 200 mil personas, se perpetró el peor crimen (futbolístico) en Brasil: la selección perdió el Mundial en casa ante Uruguay. Y ahí estaba el padre de Pelé exteriorizando el peor sentimiento que puede haber frente a su pequeño hijo. ¿Por qué lloras, papá?, le preguntó inocentemente el pequeño Edson. No recibió respuesta alguna, pero tampoco dudó en hacerle una promesa. “Voy a ganar el Mundial para ti”, le dijo sin imaginar que sus palabras no solo le aliviaría (SIC) el dolor, sino también marcaría (SIC) su destino. (…) Ocho años más tarde, Pelé fue llamado a formar parte de la selección brasileña para disputar el Mundial de 1958 en Suecia. En aquellos días largos y soleados del verano sueco, Edson Arantes do Nascimento, ahora de 17 años, levantaría por primera vez la copa del Mundo, además de ser el campeón más joven y anotó un doblete en la final, algo que nadie ha podido siquiera alcanzar. (…) Y en México 70, Pelé agigantó su leyenda y lo puso en un sitio del Olimpo que nadie pudo alcanzar: se convirtió en tricampeón mundial. Nadie lo ha logrado hasta ahora. Pueden superar sus marcas, pueden sobrepasarlo en goles, pero jamás van a igualar su legado. Sobre todo, quedará en la historia la alegría que le pudo dar a su padre. ‘Podría decir que Dios me devolvió todo’, contó alguna vez”.
Otro gesto de Pelé que revela su bondadosa y modesta condición, fue la carta que, pese a estar postrado por la gravísima enfermedad que lo llevó a la tumba, envió a Neymar el mismo día de la eliminación del Brasil en Qatar, según El Espectador: “Desgraciadamente, ya no es un día feliz para nosotros, pero tú siempre serás una fuente de inspiración en la que muchos desean convertirse (…)”. No hubo queja ni menos reprimenda, pese a que Brasil jugó de modo abúlico el primer tiempo del partido en que fue eliminado por Croacia, cuya mayor culpa fue del técnico Tité (persona honorable por lo demás) que da o debe dar las órdenes de todo e incluso del ritmo. En el segundo tiempo jugaron a todo meter y arrollaron a Croacia, al punto de que pareció un “ataque contra defensa” como se dice en el fútbol; pero a pesar de las muchas ocasiones claras de gol no fue así y medio tiempo no es mucho contra un muy buen equipo como Croacia, que por algo era el subcampeón mundial...
Además, Pelé era muy solidario y Neymar destacó “la actuación que tuvo en favor de los más necesitados: Dio voz a los pobres, a los negros (…)”. Y Pelé fue un excelente modelo de conducta. Por ejemplo al condenar de forma rotunda el uso de drogas:
“Yo quedé un poco triste, porque si Maradona hubiera pensado, era más importante ese movimiento que la plata. Porque él iba a ganar muchísima plata: y Coppola fue preso; y quizá Dios quiera que sea así para protegerlo (risas). Hay una cosa muy importante que yo entiendo en eso, que es la base de familia; la base espiritual, de la creencia religiosa; Porque como siempre decía yo: la plata, la fama, la notoriedad; todo eso, es una cosa emprestada; y Dios te la saca a la hora que quiera: unos mueren y otros la pierden en vida: porque no es nuestro; las cosas materiales no son nuestras. Ésa es mi manera de pensar y mi familia siempre ha sido así. La decepción grande es que después que volvió, con Boca, pudiera seguir por tres, cuatro años. Pero la gran decepción fue con sus abogado y orientadores, no fue sólo Maradona. Y otros, artistas, no sólo en el fútbol, que ahora es una cosa nueva; músicos, los artistas, los músicos, éstos entraron primero en ese problema de la droga. Primero es la facilidad de ganar la plata, y ahí normalmente muchos se descontrolan. Y los niños es bueno que piensen en eso: el control de sus vidas es muy importante. Si los niños que están empezando en el fútbol, en la música o en la política, y ellos tienen esa seguridad, no necesitan drogas, no necesitan. Y yo siempre lo digo para los niños, cuando estoy trabajando con ellos. Los grandes, como los Beattles, como Maradona, Woddy Allen, Gina, la cantante del Brasil;, como Elvis Presley y todos los grandes, con la droga se destruyen, se acaban. Yo no ví ninguno malo empezar a usar drogas y quedar bueno. Entonces: ¡¿Para qué la droga?! Muchas veces, en todos los caminos que he pasado por la vida, al salir de viaje con quince, dieciséis años, con el Santos o con la selección del Brasil, unos y otros llegaban y preguntaban e indagaban que si yo había experimentado, usado; y otras veces artistas preguntaban: yo no me meto en eso, no me gusta, no necesito de eso. Y muchas veces algunos artistas, no digo sus nombres para no quedar mal. Entonces en Nueva York los artistas me decían ‘Oye, y entonces ¿Qué rey eres tú? Que no llevas la cosa, que no fumas marihuana, qué sé yo’. No, es que yo soy así”.
Marca.COM, el 21-3-2009, informó que en una comparecencia en Sao Paulo Pelé relacionó a Ronaldo y Robinho con el consumo de drogas, así como también atacó a Maradona por ser un "ejemplo negativo".
Como futbolista fue Pelé, para la inmensa mayoría, el mejor de la Historia. Su contextura física era prodigiosa por su gran fortaleza. En Brasil el Gobierno (Quadros) lo consideró Tesoro Nacional. Y el Comité Olímpico Internacional lo designó “atleta del año”. Es el único delantero que tiraba paredes con los defensores contrarios y hasta ¡¡con los árbitros!! “Paredes” son pases rápidos entre jugadores de un mismo equipo. Pelé: fue un jugador limpio. Eso sí: Cuando le pegaban con saña, sabía defenderse.
La típica personalidad de los argentinos (muy talentosos en todo –sobre todo para el fútbol y por eso son campeones mundiales– pero algo pedantes) hízolos irse de bruces y proclamar como el mejor jugador de todos los tiempos al crack Maradona y otros a Messi, por lo cual Pelé fulminó que “Neymar es mejor que Messi”. Empero, lo siguen diciendo y sobre todo del astro Maradona; pero éste tuvo la misma limitación de Messi al su potencia depender sólo de la pierna izquierda por no ser tan fuerte ni tan hábil la derecha. Y ambos frágiles y muy vulnerables en los choques corporales, con frecuentes caídas. En cambio Pelé disparaba durísimo con ambas piernas. Y su fortaleza era legendaria. Por otra parte, Messi no ha sido un líder y Pelé, aparte de portentoso jugador, fue un líder extraordinario: en 1970 Brasil llevó un equipo formidable –probablemente la mejor selección de los mundiales–y les dijo; “Al seleccionado vamos cinco números diez; pero el diez voy a ser yo”. Los otros eran Rivelino, Gerson, Tostao y Jairzinho…
Aquella personalidad de los argentinos me hizo recordar un criterio del eminentísimo intelectual venezolano don Rufino Blanco Fombona, cuando (1936) en una entrevista le preguntó el brillante literato Norberto Galasso quien, vaya coicidencia, es argentino: “Y de Argentina, ¿qué me dice?: “¿Qué he de decirle yo que ella no diga de sí misma todos los días? Mucho trigo, mucha lana, mucho bovino, mucho porcino. Argentina es un país, hasta ahora, sin carácter. El espíritu de América le debe poco. Se creería que, no pudiendo ser la cabeza de Sudamérica, ha preferido ser la sotacola de Europa. Lo imita todo; aunque, a la verdad, los demás americanos, ¿hacemos otra cosa? Argentina es un pueblo contento de sí, vanidoso. Cada químico, allí se cree un Pasteur; cada literato, un Víctor Hugo. De Almafuerte, que era un poeta bastante medianejo, dicen que es un genio; y de San Martín, que era otro genio. Creen que poseen el mejor Museo del mundo porque tienen cuatro Venus de yeso y tres Sátiros de mármol. Como usted ve, es una mentalidad candorosa. Si yo no temiera ofenderlos –porque entre ellos hay también muchos hombres de gran talento y gran sensatez– diría que sus tipos representativos son Mitre y Rivadavia: dos megalómanos ridículos. Pero es ya sintomático que en Buenos Aires, a los dos, los eleven al pináculo”. Algo de eso demostró el buen comentarista argentino Juan Pablo Varsky al soltar a gritos inauditas groserías por Inter y Directv, al ganar Argentina la excelentísima final del Mundial por la despiritada fórmula de los penales y por no haberse pitado la evidente falta de penalti contra Francia en el minuto 86; pero Argentina mereció el triunfo.
¿Cuál ha sido el mejor futbolista habido en el mundo? Eso le preguntaron en Argentina (donde en verdad son sabios en fútbol) a Fernando Niembro, argentino y probablemente el mejor– comentarista, y respondió así:
“Pelé, Pelé, Pelé por lejos. (…) Tengo una anécdota con Diego (Maradona) y, al aire, le digo ‘No te vas a molestar por lo que digo, pero Pelé fue más que vos’. Y me dijo ‘Fernando, se te escapó la tortuga’. Pelé era portentoso físicamente. A él le pegaban mucho pero él también les pegaba mucho. Tenemos un partido famoso entre argentinos y brasileños en que él saca a Mesiano de la cancha. (…) En 1970 redondeó su condición de líder porque dijo: “Vamos al seleccionado cinco números diez: Gerson, Jairzinho, Tostao, Rivelino y yo; pero yo soy el diez”. Tenía una gran capacidad física, una gran capacidad técnica y era extremadamente pícaro para jugar al fútbol. Saltaba como nadie, cabeceaba como nadie y además era un tipo que corría mucho, era un gran estratega y además era líder. ¿Quién puede compendiar todas esas cosas? Algunos pueden llegar a ese nivel, Maradona, Cruyff, Di Stéfano; pero como él, ninguno”. A Mesiano le fracturó Pelé la nariz y éste siempre dijo que fue eso de lo que más se arrepintió en el fútbol.
Un día antes del muy lamentable fallecimiento de Pelé, El Espectador (29-12-2022), informó que César Menotti, gran técnico argentino, dijo: “Todos estaban sentados en un restaurante, distribuidos en diferentes mesas de un gran salón. El cineasta español Alex de la Iglesia había llevado a diferentes personas involucradas en la vida de Lionel Messi a hablar de la figura del argentino para un documental. Entre periodistas, entrenadores, jugadores, familia, y hasta las profesoras del colegio, todos conversaban sobre la pulga, de su influencia, de su calidad y de su vida. Y en una de esas mesas, junto a los periodistas Ezequiel Fernández Moores y Juan Pablo Varsky, estaba César Luis Menotti, icónico entrenador argentino de la selección de 1978, que sacó a la selección albiceleste por primera vez campeona del mundo. Y en la charla llegaron las preguntas obvias, las que siempre se debaten al hablar de Messi. Los mismos cuestionamientos a la pulga por los que le exigían que, supuestamente, debía ganar un mundial de fútbol. ¿Messi es el mejor jugador de la historia? ¿Es mejor él o Maradona? ¿Alguien ha tenido la velocidad de Messi? —Sí, Pelé— respondió Menotti, mientras cambiaba el tono para hablar de su majestad Pelé. Para mí a Pelé hay que sacarlo. Cuando hablamos de fútbol a Pelé no lo pongás nunca, porque Pelé era de otro planeta. Menotti recordó al brasileño Edson Arantes do Nascimento, ‘Pelé’, fallecido este jueves, como “el más grande” jugador en la canchas y también como un gran compañero. Menotti recuerda a Pelé como “el más grande todos”. Menotti recordó al brasileño Edson Arantes do Nascimento ‘Pelé’, fallecido este jueves, así: "Pelé fue el más grande de todos. Para mí, es incomparable. Es muy difícil que aparezca otro Pelé", dijo el exentrenador en declaraciones al canal Todo Noticias, de Buenos Aires. Menotti dijo que Pelé no solo tenía condiciones futbolísticas sino además un "físico privilegiado", era "rápido y ágil" y "saltaba como ninguno". "No hubo ninguno como Pelé", recalcó Menotti, de 83 años y destacó que el astro brasileño "dominaba la pelota", "tenía una habilidad infernal y una potencia increíble". Él era el mejor, y también era el mejor compañero. Tenía un gran carácter, pero muy respetuoso de todos”, afirmó. Y en una entrevista por TV afirmó que “Pelé es el más grande la historia. De la que podamos contar y de la que va a venir. Es imposible que haya otro jugador tan grande como Pelé. Nunca ví nada parecido”.
En realidad, el competidor sucio e incluso delincuente, no honra esa ideal virtud moral del deporte. No es un buen modelo de conducta. Parecer éste que comparten famosos entrenadores del fútbol, como el parafraseado Menotti y Tele Santana. También el filósofo Ángel Cappa entrevistó a Menotti: “CAPPA: ¿De modo que el fútbol destructivo, el que se juega al filo del reglamento o fuera de él, el que se basa en la fuerza física y relega a un segundo plano todas las demás cualidades, es violento por definición, necesariamente violento? MENOTTI: Mirá, uno ha estado tanto en los vestuarios, ha hablado tanto con los jugadores y ha jugado tanto además en niveles importantes del fútbol internacional, que sabe bien de qué se trata. No es solamente incentivar al hombre en el aspecto técnico a favor de la interrupción del juego o de jugar al filo del reglamento. Eso trae consigo una manera de ver ese fútbol, donde al parecer vale cualquier cosa. Les dicen a los jugadores ‘somos los más valientes, porque somos de una raza distinta, nos quieren robar el pan de nuestros hijos y hay que salir a defenderlo’. Es decir, fabrican a un jugador que tenga en la cabeza el triunfo a cualquier precio, sin importarle otra cosa. Claro, suelen chocar con la nobleza del jugador que por algo ha elegido este juego. Si lo ha elegido es, primero, porque tiene condiciones lógicamente y también lo necesita para expresar cosas que no son ésas que le dicen. Pero de todos modos, cuando salen a la cancha después de la preparación psicológica que le dan esos entrenadores, creen que todo vale y si le rompen la pierna a un adversario, piensan que fue en defensa del grupo, de la región o del país. Con esto le (SIC) inculcan una disciplina típica de ejércitos mercenarios. A veces parece que estuvieran enloquecidos dentro de la cancha. Se les ve en el gesto… Hasta cara de guerra ponen. (…) Gentile le hizo 19 ó 20 faltas en el juego. Ninguna fue castigada como falta. CAPPA: La prensa tiene en todo esto un importantísimo papel que jugar. Pero dice que fracasó el crack ante el marcaje de fulano. MENOTTI: Claro, dicen: gran tarea de fulano que anuló a tal jugador. Fracasó Maradona. Gran tarea de Gentile. Nadie o casi nadie dice que el árbitro y nadie más, tuvo la culpa del fracaso de Maradona. No hubo triunfadores. Todos perdimos, porque un árbitro permitió que se violara el reglamento para impedir que jugara un hombre brillante. (…) confunden cuando elogian a los pícaros y dicen que el fútbol es para los más vivos o más fuertes. También dicen: el fútbol es para hombres. CAPPA: Claro que es de hombres, pero ser hombres no significa dar una patada al adversario. MENOTTI: Ser valiente en el fútbol, a mi modo de ver, es no renunciar nunca a ser solidario con el compañero. Creo en el periodismo que intenta hacer docencia (…) con un profundo respeto por lo que escriben y sobre todo para quienes escriben. (…) Y no es casualidad que el otro sector de periodistas esté comprometido ideológicamente con un sistema de vida que rescata todo lo que no sirve. Porque son ellos los primeros que no sirven. Y no sirven como seres humanos. (…) Ese es el tipo que yo digo siempre, casi con jactancia, que no me interesa y creo que merezco tener de enemigo. Lo triste sería tenerlo de aliado (…) Un recorte de un diario de Madrid del 3 de enero de 1985 y dice así: ‘¡Al diablo con Coubertin! El deporte del fútbol, ya se sabe, es una versión refinada de la guerra. Entre el asesino y el campeón olímpico, apenas hay una diferencia de matiz, y es el individuo con instinto criminal el que tiende a vencer’ ¡Es una obra maestra del terror! Por eso es que cuando nosotros decimos que hay dos estilos para jugar al fútbol, también estamos diciendo que hay dos estilos para vivir” (resaltados míos).
A Menotti le preguntaron: “Enfrentarse a Pelé ¿qué era?”. Y respondió: “Era un monstruo. Era el único jugador que daba miedo”. El 'Coco' Basile lo recuerda físicamente como un monstruo por su fortísima contextura. Por su parte, a Bilardo le sobran elogios para el brasileño y Gatti menciona, contundentemente, que Pelé “era Tyson”…
Estoy convencido de que quienes integran el periodismo deportivo venezolano se preocupan por la violencia porque así lo hacen constar; pero parecieran entender esa criticable violencia ilegítima como limitada a la violencia de masas que, incluso, representa peligro para ellos. La prensa tiene la ventaja infinita y sistemática de la tribuna y en el marco político-social es un poder inmenso. Poder que apareja deber del mismo rango y de allí la necesidad de que sea prudente y calcule siempre su influjo en la colectividad. En particular, como se sabe, la educación de las gentes resulta influida por los medios de comunicación social que deben asenderear su camino por ese norte conciente de su enorme influjo y consiguiente responsabilidad. Es necesario que los periodistas deportivos, que sin duda prestan un muy valioso aporte a la sociedad, tomen conciencia del noble rol al cual están llamados y en bloque contribuyan todavía más a la educación del pueblo y en especial de niños y jóvenes.
aaf.yorga@gmail.com
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